Una investigación ha determinado la seroprevalencia y los factores de riesgo de exposición a Coxiella burnetii en rumiantes domésticos y silvestres de los ecosistemas mediterráneos del sur de España
Descubren que la seroprevalencia de fiebre Q en pequeños rumiantes de España es cercana al 50%
Una investigación ha determinado la seroprevalencia y los factores de riesgo de exposición a Coxiella burnetii en rumiantes domésticos y silvestres de los ecosistemas mediterráneos del sur de España
Alfonso Neira de Urbina - 25-10-2024 - 08:54 H - min.
La fiebre Q es una enfermedad zoonósica multihospedador de interés para la sanidad animal y la salud pública, provocada por la bacteria Coxiella burnetii, siendo los rumiantes sus principales reservorios.
De hecho, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha incluido recientemente la fiebre Q entre las prioridades para establecer un sistema coordinado de vigilancia. Aunque España es el país de la Unión Europea con mayor incidencia humana de la enfermedad, los datos actualizados sobre Coxiella burnetii en rumiantes siguen siendo limitados.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba y del Instituto de Salud Carlos III, entre otros, ha publicado un estudio que ha determinado la seroprevalencia y ha identificado factores de riesgo de exposición a Coxiella burnetii en rumiantes domésticos (390 ovejas y 390 cabras) y silvestres (390 ciervos rojos, 110 muflones y 105 cabras montesas) de los ecosistemas mediterráneos del sur de España.
Así, los investigadores recogieron un total de 780 muestras de suero de pequeños rumiantes y 605 sueros de rumiantes silvestres en los ecosistemas mediterráneos del sur de España durante el periodo 2015-2023.
“La seroprevalencia individual global en los pequeños rumiantes fue del 49,1% (383/780). Se identificaron anticuerpos contra C. burnetii en el 40,0% (156/390) de las ovejas y en el 58,2% (227/390) de las cabras. Se observó al menos un animal seropositivo en todas las ovejas (100%) y en el 92,3% de los rebaños de cabras”, recuerdan los investigadores.
Además, el estudio ha descubierto que la especie (caprino) y la existencia de trastornos reproductivos en las hembras primíparas fueron factores de riesgo potenciales de exposición a C. burnetii en las explotaciones de pequeños rumiantes.
Por su parte, en los rumiantes salvajes, la seroprevalencia global frente a C. burnetii fue del 1,5% (9/605). Se encontraron anticuerpos anti-C. burnetii en el 1,8% (2/110) de los muflones, el 1,5% (6/390) de los ciervos rojos y el 1% (1/105) de los íbices ibéricos.
Por todo ello, los investigadores advierten que la elevada exposición de los pequeños rumiantes a C. burnetii, particularmente en cabras, detectada en el estudio es motivo de preocupación para la sanidad animal y la salud pública.
“Nuestros resultados denotan que los rumiantes silvestres sólo desempeñan un papel menor en la epidemiología de esta bacteria en el sur de España y sugieren un ciclo epidemiológico independiente de C. burnetii en las especies de rumiantes domésticos y silvestres en la zona de estudio”, concluyen los investigadores.