Los expertos indican que, con la llegada del otoño y los cambios de temperatura, las almohadillas de los perros, una zona delicada de su cuerpo ya que siempre permanece en contacto con el suelo, pueden resecarse por la erosión que produce el desgaste de caminar y por tanto ser foco de posibles infecciones
El cambio de estación sensibiliza las almohadillas de los perros
Los expertos indican que, con la llegada del otoño y los cambios de temperatura, las almohadillas de los perros, una zona delicada de su cuerpo ya que siempre permanece en contacto con el suelo, pueden resecarse por la erosión que produce el desgaste de caminar y por tanto ser foco de posibles infecciones
Javier López Villajos - 24-09-2018 - 11:00 H - min.
Si durante el verano el riesgo que sufrían las almohadillas de los perros eran las quemaduras debido al calor que desprende el asfalto, con la entrada del otoño es la sequedad propia de los cambios de temperatura la que las predispone a tener grietas, cortes e infecciones si no se cuidan debidamente.
Los profesionales de la clínica veterinaria La asunción explican que “las almohadillas plantares de los perros están hechas de una estructura de tejido especial, dada su sensibilidad por el hecho de estar siempre en contacto con el suelo. Es por ello que cuentan con una gruesa epidermis que les protege de diferentes clases traumatismos”, indicando que siempre deben estar bien hidratadas para ser lo suficientemente elásticas como para amortiguar los golpes que sufren al andar sobre cualquier tipo de terreno.
POSIBLES RIESGOS
De no estar bien cuidadas, o en este caso, hidratadas, los expertos advierten que las almohadillas tienden a ponerse secas, aumentando de esta manera la probabilidad de que aparezcan grietas, heridas y abscesos de pus debido a la introducción de un cuerpo extraño, sin olvidar el riesgo de un contagio por hongos. Con todo, estas afecciones, según los profesionales, resultan muy dolorosas para el animal, aunque éste no lo manifieste, puesto que en dicha zona hay muchas terminaciones nerviosas.
Los expertos también señalan la importancia del pelo entre los dedos de las patas, ya que de crecer sin control pueden formarse nudos difíciles de quitar y que condicionan la forma natural de caminar del animal. Es por ello que los profesionales recomiendan recortar este pelo con sumo cuidado ya que puede dañarse la piel del animal o el espolón, el dedo que queda por encima, en caso de tenerlo.
CONSEJOS BÁSICOS
Una de las mejores formas de evitar todos los problemas mencionados anteriormente es endurecer las almohadillas, opción que pasa por un ejercicio físico rutinario que hace a las almohadillas más resistentes frente a los agentes externos, según los expertos, quienes también aconsejan el uso de productos veterinarios, tipo crema o ungüento, para hidratarlas.
Si aun así aparecieran grietas por la sequedad o el roce, los expertos instan a curarlas lo antes posible, manteniendo la zona lo más limpia posible, para evitar posibles infecciones. Con todo, los profesionales recuerdan que hay que vigilar el estado de las almohadillas tras un paseo, ya que pueden haberse clavado diferentes cuerpos extraños como espigas, a veces difíciles de ver pero que pueden causar fístula y abscesos por lo que también es necesario extraerlas.
Esta información es meramente orientativa, en Animal’s Health, le recordamos que, ante cualquier duda, lo mejor es que lleve a su mascota al veterinario.