Los expertos señalan que si un perro se rasca de forma compulsiva puede estar sufriendo un contagio por ácaros que también infecta a las personas más cercanas
Las señales que pueden indicar la presencia de sarna en los perros
Los expertos señalan que si un perro se rasca de forma compulsiva puede estar sufriendo un contagio por ácaros que también infecta a las personas más cercanas
Javier López Villajos - 18-06-2018 - 14:00 H - min.
Desmitificando la idea que se tiene de que la sarna es una enfermedad que sólo afecta a los perros callejeros que no muestran buenas condiciones de higiene, los expertos apuntan que las mascotas domésticas también pueden contraer esta infección producida por los ácaros, que infestan cada rincón del hogar por donde interactúa el perro y que supone un riesgo para las personas que comparten el mismo espacio que el animal ya que también pueden ser contagiadas por estos parásitos.
Los profesionales del Centro Veterinario Medican de Madrid explican que, dada la existencia de diferentes tipos de ácaros, también hay numerosos clases de sarna. De igual forma, ésta puede afectar a los gatos, hámster, conejos, hurones y aves. Todos ellos experimentan un picor intenso que condiciona incluso sus rutinas de alimentación y ejercicio.
Con todo, los expertos advierten de que la sarna o la otoacariosis, por común que sea, se transmite fácilmente por contacto directo entre los animales o por estar en contacto con alguno de los elementos que utiliza el animal infectado. Por esa razón, los expertos recomiendan desparasitar a las mascotas del hogar, especialmente si hay más de una, y lavar todos los elementos textiles donde el animal con sarna haya interactuado.
SÍNTOMAS A DETECTAR
Los profesionales de la Clínica Veterinaria María J. Cabeza de León enumeran que los síntomas más destacados de un perro con sarna son la inflamación, enrojecimiento, comezón, picor y dolor que genera la presencia de los ácaros en su piel. Por ello, el animal se rasca y se frota contra diferentes superficies hasta el punto de llegar a autolesionarse, llegando a perder, en algunos casos, parte del pelaje en determinadas zonas. Por último, en casos excepcionales la sarna puede llegar a producir secreciones que desprenden mal olor o desencadenar en una dermatitis.
Los expertos señalan que independientemente del origen del contagio, hay ciertas razas de perros que tienen la piel más sensible y que por tanto son más propensos a contagiarse por sarna, sin olvidar a aquellos animales que muestran un sistema inmunológico débil en el momento del contagio.
La complicación, indican los expertos, es determinar que el perro se rasca por la presencia de ácaros. Por esa razón, recomiendan examinar al animal, especialmente sus oídos que es donde suelen aparecer con más facilidad estos parásitos.
Tras la confirmación del veterinario de que el perro tiene sarna, el tratamiento consiste en la aplicación de una serie de acaricidas o antiparasitarios además de una rutina basada en la higiene tanto del animal como del entorno donde vive para asegurarse de la eliminación de los parásitos y así evitar otro nuevo contagio.
Esta información es meramente orientativa. En Animal’s Health le recordamos que, ante cualquier duda, lo mejor es que lleve a su mascota al veterinario.