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REDACCIÓN

Crean un servicio de ambulancia para asistir a mascotas en Lorca

Se trata del proyecto AMAR que, junto a la colaboración de otras entidades regionales, ofrece una amplia cobertura a mascotas en situación de desamparo.

Ángel Navarro, coordinador del proyecto AMAR, durante la prestación del servicio de ambulancia para mascotas
Ángel Navarro, coordinador del proyecto AMAR, durante la prestación del servicio de ambulancia para mascotas

Crean un servicio de ambulancia para asistir a mascotas en Lorca

Se trata del proyecto AMAR que, junto a la colaboración de otras entidades regionales, ofrece una amplia cobertura a mascotas en situación de desamparo.

Javier López Villajos - 14-05-2018 - 14:15 H - min.

La voluntad de atender a las mascotas cuyos dueños tienen que ser hospitalizados motivó la creación del proyecto AMAR en Lorca.  Básicamente la iniciativa consiste en ofrecer un servicio de ambulancia que recoge y se encarga del cuidado de las mascotas cuyos dueños han de ser trasladados al hospital por enfermedad o que han sufrido algún tipo de accidente.

El proyecto AMAR, integrado dentro del servicio de Ambulancias Lorca (Ambulorca), que a su vez pertenece al Hospital Rafael Méndez de Lorca, lleva un año funcionando gracias a un convenio de colaboración en el que diferentes entidades regionales están involucradas. Animal’s Health entrevista a Ángel Navarro, técnico en emergencias de Ambulancias Lorca, integrante del Equipo de Cuidado Animal (ECA) y coordinador del proyecto AMAR, quién nos explica el detallado protocolo del servicio.

Navarro cuenta que, tras valorar “la necesidad de atender a las mascotas que se quedan desamparadas si su dueño es trasladado al hospital”, se puso en contacto con la gerencia de su empresa para proponerle la idea de “aprovechar una ambulancia para atender este tipo de casos”. Fue entonces cuando la empresa les cedió un vehículo de esas condiciones, que posteriormente fue “adaptado para el transporte de animales vivos en base a las condiciones impuestas por la Oficina Comarcal Agraria de la zona de Lorca y la propia Comunidad Autónoma”, según detalla Navarro. 

El coordinador de AMAR explica que el equipo que colabora en este servicio son los propios compañeros técnicos de su empresa pero señala que siempre tiene que ir él o su otro compañero -Pepe Veas- ya que son “quienes poseen la formación, el carnet de bienestar animal, la licencia genérica para animales potencialmente peligrosos y los seguros”, trámites que consiguieron con la ayuda de los profesionales del despacho de abogados Deanimals.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

En el caso de que el herido sea el animal, “la ambulancia lleva un pequeño botiquín para hacerle los primeros auxilios necesarios tras recogerlo”, relata Navarro, aunque, “de forma independiente, la ambulancia tiene que dirigirse a cualquiera de las clínicas veterinarias concertadas por el convenio de colaboración”. Allí hacen un primer reconocimiento a la mascota para asegurarse de que tiene microchip y las vacunas en regla. Tras esto, “el profesional redacta un informe que detalla las condiciones en las que el equipo de la ambulancia se encontró al animal”, recalca el coordinador de AMAR.

El siguiente paso es llevar a la mascota a la residencia de animales donde permanece “el tiempo necesario”, según Navarro, que dura hasta que su dueño o “alguien que éste designe por escrito” se haga cargo del animal. Momento en el que vuelven a recoger a la mascota a la residencia y, ante el veterinario y su informe, se entrega al animal a la persona que se va a ser su responsable.

“Generalmente todos los animales que se han recogido han vuelto con sus dueños”, declara el coordinador de AMAR, mencionando que no han tenido que pasar por la protectora Lorca Animal Rescue que les buscaría una familia adoptante. No obstante, Navarro recuerda algunas excepciones como el caso de una persona que falleció y le cedió su mascota al propio Navarro, quién le cambió el microchip y terminó adoptándolo; o en otra ocasión donde el dueño tuvo que ir a una residencia de ancianos pero el equipo de AMAR consiguió que el centro aceptase al animal y que pudiera vivir con su dueño en la residencia.

Por último, Navarro concluye que espera que el proyecto siga adelante y que pueda extenderse al resto de España, para lo que “haría falta que las compañías de seguros incluyesen este servicio en sus polizas”, señala.

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