El catedrático de la Facultad de Veterinaria de la UCM Víctor Briones explica cómo algunas relaciones de China con los animales le convierte en un país proclive a sufrir epidemias de origen zoonótico como la del nuevo coronavirus
“En la interacción de personas y animales está el origen de la epidemia”
El catedrático de la Facultad de Veterinaria de la UCM Víctor Briones explica cómo algunas relaciones de China con los animales le convierte en un país proclive a sufrir epidemias de origen zoonótico como la del nuevo coronavirus
Francisco Ramón López -
07-02-2020 - 16:42 H - min.
Este viernes 7 de febrero el salón de actos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha acogido una ponencia del catedrático de la UCM e investigador del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (Visavet) Víctor Briones sobre el nuevo coronavirus surgido en China, el 2019-nCoV.
Lo primero que ha querido aclarar Briones es que él no es un experto en virología ni en coronavirus, sino en enfermedades emergentes analizadas desde la perspectiva de la antropozoología, que estudia la interacción entre humanos y animales.
“En la interacción de personas y animales está el origen de la epidemia”, ha sostenido el experto, quien ha matizado que aunque no se ha confirmado desde el punto de vista científico si el nuevo coronavirus es una zoonosis ni su origen exacto, las investigaciones giran alrededor del archiconocido mercado de Wuhan.
Briones ha insistido en que para abordar la enfermedad desde un punto de vista amplio hay que tener en cuenta también las ramas del saber de las ciencias sociales, que siempre se suelen “dejar de lado”.
Sobre las enfermedades infecciosas, ha sostenido que causan alrededor de un cuarto de las muertes del mundo, y cada año hay “tres o cuatro nuevas”, esas son las enfermedades emergentes, sobre las que ha aclarado que pueden ser también las que cambian su distribución geográfica, su vector o sus hospedadores.
UNA EPIDEMIA INFORMATIVA
Briones ha dedicado también su ponencia a descartar las “teorías de la conspiración” surgidas alrededor de la epidemia del nuevo coronavirus. “Las conspiranoias hay que dejarlas de lado y a lo que sí que hay que atender muy seriamente es a la epidemia informativa en la que estamos inmersos”, ha criticado.
Y es que el experto ha lamentado que un bulo “para los periódicos es estupendo”, pero para el sector de la investigación y sanitario dedicado a contener o estudiar una epidemia estos bulos “son problemas y necesidad de hacer desmentidos”.
Para combatir esta epidemia informativa, ha comparado la relevancia sanitaria real con la relevancia mediática. “El virus de Wuhan, comparado con otras enfermedades víricas, es un patógeno bastante leve”, ha apuntado, y ha instado a no “sobredimensionar”.
En ese momento, ha indicado con la ayuda de un mapa interactivo en tiempo real que en ese momento el nuevo coronavirus había causado 638 muertos y 31.519 casos. “No soporta la comparación con otras enfermedades”, ha apuntado.
LAS CAUSAS ALIMENTARIAS DE LA ENFERMEDAD
El experto ha destacado que ya hubo una epidemia similar en 2003 con otro coronavirus de origen zoonótico, el SARS, cuyo origen fue la civeta, un animal silvestre. En este punto, el experto ha querido aclarar cuáles son las circunstancias sociológicas que llevan a China a sufrir epidemias por el contacto con todo tipo de animales: sus hábitos culinarios.
“Cuando abordamos el tema de ‘Una sola salud’ y siempre lo hacemos desde la ciencia biomédica nos olvidamos de las cuestiones sociales”, ha apuntado el experto, que ha destacado que entre los factores que hacen más proclive a generar una epidemia son la pobreza, especialmente la urbana.
En el caso de China, ha destacado que, sobre todo para entender cómo el virus ha dado el salto entre especies, es importante conocer las relaciones con los animales que hay en el país, que están fuertemente marcadas por el consumo de alimentos exóticos; en las zonas rurales como autoconsumo, y en las urbanas como símbolo cultural y de identidad.
Y es que apunta que en China es común la existencia de mercados húmedos en los que hay gran variedad de animales vivos que se preparan en el momento y con los que se mantiene un contacto cercano. De hecho, ha apuntado que las investigaciones para buscar el origen están centrándose en los animales que estaban presentes en el mercado de Wuhan.
EL PAPEL DE LOS VETERINARIOS
Por último, ha destacado que para evitar futuras pandemias en el país, más allá de cambiar su cultura y tradición, algo que ve “muy difícil”, pasan por mejorar las condiciones de los animales en esos mercados húmedos, tanto para reducir el estrés, que favorece la transmisión de enfermedades, como para mejorar la bioseguridad.
Todas estas medidas, que son llevadas a cabo por veterinarios de salud pública, ha asegurado que son “mucho más baratas”. “Hay muchas cosas que se pueden hacer, pero son muy caras, es mucho más barato hacer un control sanitario en los mercados”, ha insistido.
“Seguramente en un año esto se esté olvidando prácticamente, pero aun cuando se olvide, deberíamos seguir reclamando siempre el control sanitario de alimentos y la salud pública veterinaria”, ha concluido.