El presidente de la Organización Colegial Veterinaria ha hecho un llamamiento por el Día Mundial de la Veterinaria para que la profesión se movilice para mejorar la sociedad y defender la salud pública y la prevención
Los veterinarios “tenemos que movilizarnos ya” para mejorar la sociedad
El presidente de la Organización Colegial Veterinaria ha hecho un llamamiento por el Día Mundial de la Veterinaria para que la profesión se movilice para mejorar la sociedad y defender la salud pública y la prevención
Francisco Ramón López - 22-04-2021 - 12:29 H - min.
Con motivo del Día Mundial de la Veterinaria, que se celebra cada año el último sábado de abril, la Organización Colegial Veterinaria (OCV) ha organizado este jueves 22 de abril un acto en la sede de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Madrid, en el que ha estado presente Animal's Health.
Al evento, que ha contado con un aforo muy restringido y en el que se ha aplicado en todo momento los protocolos de seguridad contra la Covid-19, han acudido una selección de representantes de la profesión veterinaria en España. También han estado presentes otras personalidades como Ana Pastor, vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados; Sergio García Torres, director general de Derechos de los Animales, así como diputados, senadores y representantes de instituciones destacadas.
El acto ha contado además con la participación principal de Luis Alberto Calvo, que junto a Bruno González Zorn, director de la Unidad de Resistencia de Antibióticos de la Universidad Complutense, y el escritor Gonzalo Giner, han transmitido la importancia de los veterinarios en la sociedad, especialmente durante una crisis sanitaria de origen zoonósico como la que se está viviendo.
Durante su presentación, Calvo ha lamentado que la sociedad y los gobernantes no terminan de reconocer el trabajo por la salud pública que realizan los veterinarios, y ha recordado las palabras del Premio Nobel Santiago Ramón y Cajal, que en su época ya criticó a los “hombres de ciencia” que menospreciaban la veterinaria.
Para ilustrar la importancia de la salud animal, Calvo ha señalado que en 2006 un hongo llegó desde Europa a los Estados Unidos y mató a casi 7 millones de murciélagos, causando una de las crisis de vida salvaje más graves de la historia del país. El problema de esto, ha añadido no es solo la pérdida de biodiversidad, sino que estos murciélagos dejarán de polinizar, y de comer mosquitos, que son vectores de enfermedades, obligando a utilizar más pesticidas.
“Existe una conexión entre la salud de las personas, animales y medio ambiente”, ha defendido el presidente de la OCV, que ha insistido en la importancia del 'One Health'. “Están desapareciendo especies”, ha lamentado, y ha asegurado que el principal responsable es el ser humano, que no tiene que olvidar que está relacionado con todas las demás especies por un lazo: el de la salud. “Si no hay salud no hay realmente nada”, ha afirmado.
“Os pido que todos nos embarquemos para llegar al puerto común que tenemos que alcanzar”, ha pedido Calvo, que ha señalado que en España solo el 1,1% de los fondos destinados a la sanidad se utilizan en prevención, en campos como la salud ambiental, o la seguridad alimentaria, en la que la profesión tiene mucho que decir. El 98,9%, por tanto, es para la medicina asistencial. "Algo se está haciendo mal”, ha criticado, y ha asegurado que la prevención ahorra en coste sanitario.
“Tenemos que movilizarnos ya, tenemos que movilizarnos hoy”, ha defendido, refiriéndose al papel esencial de los veterinarios en la sociedad, y ha llamado a cada veterinario a que utilice el conocimiento que le otorga su profesión, pero también, por ejemplo, su voto o su “cartera” para conseguir poner en valor su profesión y hacer una sociedad mejor. “Tenemos que mejorar la sociedad y mejorar nuestra familia y salud”, ha concluido.
El siguiente en subir al estrado ha sido Bruno Gonzaléz Zorn, que se ha mostrado visiblemente emocionado por el “honor” de que hayan contado con él para representar a la profesión. Precisamente por esto, ha intentado no hablar únicamente de lo que ha hecho él y sus compañeros investigadores durante la pandemia.
“Todos los veterinarios, cada uno en su sector, han estado trabajando en pro de la lucha contra el Covid-19, no hay ningún sector que no haya estado trabajando en ello”, ha afirmado, y ha insistido en que “el bienestar de nuestra sociedad ha estado durante este tiempo sobre los hombros de los veterinarios”.
En este sentido, ha señalado, por ejemplo, a los veterinarios de las clínicas, que además de donar su equipamiento en la peor etapa de la pandemia, han estado siempre disponibles para atender a cualquier animal que estuviera sufriendo.
Pero es que hay que recordar que los veterinarios también han estado ahí para hacer otras tareas menos visibles, como es la de mantener el abastecimiento de alimentos. En este punto, ha señalado que durante la pandemia nunca hubo desabastecimiento en los supermercados y eso se consiguió, entre otros, gracias a la labor de los veterinarios de inspección fronteriza, los que trabajan en ganadería o los que velan por la seguridad alimentaria.
En la misma línea, González Zorn ha apuntado que en un tema tan crucial como el de las vacunas también han estado los veterinarios, que son indispensables en las fases de experimentación en animales. Además, en algunos países, como Francia, incluso están vacunando.
Tampoco ha querido olvidar a los docentes, los veterinarios de la industria farmacéutica o los que como él, repartidos por centros de investigación de toda España, han trabajado directamente para hacer test y tratar de frenar las cadenas de transmisión del coronavirus.
En general, el investigador ha sido optimista con los avances conseguidos en los últimos tiempos en el reconocimiento de la veterinaria, y ha asegurado que se está viviendo un auténtico cambio de paradigma en este sentido. “Solo comunicando la sociedad se va a dar cuenta de la importancia que tenemos”, ha concluido.
Por último, ha participado Gonzalo Giner, que ha querido recordar que además de escribir ejerce su profesión como veterinario especializado en nutrición de rumiantes “cada día”. Así, el escritor ha tratado de intentar definir la cultura veterinaria, y para ello ha querido partir de su ámbito, el de un veterinario que practica las artes.
En este sentido, quiso recordar, además de a Miguel Cordero del Campillo, fallecido recientemente, las palabras de otro importante veterinario leonés, Félix Gordón Ordás, que llegó a ser ministro durante la segunda república, y que defendía que los veterinarios tenían que buscar también el prestigio fuera de su profesión, ejerciendo artes sin dejar de recordar que son veterinarios.
Por último, ha tratado de definir al veterinario en cuatro rasgos o virtudes, que ha intentado resumir en: adaptación, empatía, discreción y sacrificio. Sobre la adaptación ha dicho que es de las más obvias, pues solo hay que señalar que se comenzó tratando principalmente caballos y ahora hay especialistas de prestigio en un ingente número de animales.
También ha querido dedicar un espacio a la empatía, que en este caso, además de la que se transmite a los animales en la defensa de su bienestar, está la de la comprensión del mundo rural. Y es que ha asegurado —él mismo es un veterinario rural— que es una de las profesiones que a día de hoy más está haciendo cada día por ayudar a gente como los ganaderos.
Respecto a la discreción, la ha considerado una virtud, pues los veterinarios han tenido a lo largo de los años una actitud de no intentar aparentar más de lo que son, y de dedicar sus esfuerzos a hacer su trabajo lo mejor posible. Eso sí, ha celebrado que cada vez haya más reconocimiento del trabajo diario del colectivo.
Quizá esta falta de reconocimiento entronca con el cuarto rasgo, el del sacrificio. Y es que es sabido en el sector, que la veterinaria es un trabajo, además de poco reconocido, no demasiado bien pagado, sin horarios y que en ocasiones se hace con pocos recursos.
No obstante, ha terminado celebrando que los veterinarios cuentan además con un rasgo que ha considerado prácticamente único de la profesión, y que es muy valioso, lo que que los hace privilegiados: este es que son los mejores traductores, si no los únicos, del lenguaje y las emociones de los animales.