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Veterinarios piden cambios en la futura ley valenciana de protección animal

El Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios volverá a solicitar que se incluyan algunas mejoras durante la tramitación de la Ley de Protección de Animales de Compañía, después de que no se escucharan todas sus peticiones

Inmaculada Ibor, presidenta del Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios.
Inmaculada Ibor, presidenta del Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios.

Veterinarios piden cambios en la futura ley valenciana de protección animal

El Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios volverá a solicitar que se incluyan algunas mejoras durante la tramitación de la Ley de Protección de Animales de Compañía, después de que no se escucharan todas sus peticiones

Redacción - 30-11-2020 - 12:15 H - min.

El Consejo Valenciano de Colegios Veterinarios (CVCV) tratará de introducir algunas mejoras durante la tramitación de la Ley de Protección de Animales de Compañía.

Tras acceder, semanas después de que fuera presentado, al anteproyecto aprobado por el Consejo se ha podido confirmar que el texto no recoge una de las reivindicaciones claves postuladas en las alegaciones presentadas durante su periodo de exposición pública: no se contempla ampliar la obligatoriedad de la identificación de los perros y équidos a los hurones y gatos, es más, ni siquiera se regula qué especies animales han de identificarse.

Junto a ello y además de otros cambios menos relevantes, el CVCV propone modificar de manera sustancial la tipificación de las infracciones planteadas, que contienen algunas contradicciones evidentes con el espíritu de la propia norma.

“La identificación de perros, gatos y hurones es fundamental para poder erradicar el abandono, depurar responsabilidades así como para cumplir con lo indicado por la normativa europea, que exige una identificación previa a la vacunación frente a rabia”. Así arranca el documento que ha elaborado el CVCV para poder dejar clara su postura en los contactos que, a partir de ahora y hasta su paso por Les Corts, se mantendrán.

A juicio del CVCV, para lograr el doble objetivo pretendido por la norma vinculado a la lucha contra el abandono y a lograr el sacrificio cero es imprescindible que la identificación de perros, gatos y felinos sea obligatoria.

En primera instancia porque —basándose en datos del Informe 2019 de la Fundación Affinity— la práctica totalidad de animales extraviados que, una vez llegados al refugio, son devueltos a sus dueños, son precisamente aquellos que tenían microchip.

Por otro lado, las pérdidas de animales, como recoge el informe, serían en la práctica mayores a las registradas en estos núcleos zoológicos porque, en muchas ocasiones, cuando alguien se encuentra a un animal acude a la policía o a un veterinario para leer su microchip, localizar al dueño y entregarlo (y tales recuperaciones no se contabilizan).

LOS ANIMALES IDENTIFICADOS SE PIERDEN MENOS

“Los animales identificados se pierden significativamente menos que los no identificados. La identificación no solo es señal de una mayor responsabilidad, sino que en el caso de las pérdidas accidentales permite una localización mucho más rápida”, señala el informe.

Con menos abandonos llegarían menos animales a las protectoras, lo que facilitaría su mantenimiento y evitaría los sacrificios. Pero es que, además, la identificación de gatos y hurones debería ser imperativa por razones de salud pública, porque así lo viene a indicar la regulación comunitaria en materia de vacunación antirrábica, que en la Comunitat es obligatoria para perros, gatos y hurones, que exige que la identificación sea previa a la inmunización.

Así lo han entendido, además, Madrid, Cataluña, Murcia, Rioja, Navarra y recientemente, Castilla La Mancha o nuestros dos países vecinos -Francia y Portugal- que obligan a identificar a perros, gatos y hurones.

REVISIÓN DE INFRACCIONES

Otro de los puntos de mejora más arduamente detallados en el informe se refiere a la tipificación propuesta para las infracciones. Así, por ejemplo, se cuestiona abiertamente que acciones de maltrato, falta de atención, la no esterilización de perros en los casos que se establece como obligatoria o la no identificación de canes, entre otras, sean consideradas como infracciones ‘leves’ cuando —según el criterio del propio CVCV— deberían ser catalogadas como ‘graves’.

Infracciones que deberían valorarse con mayor rigor, máxime en una Ley entre cuyos fines se contempla “la erradicación del maltrato y el abandono” y en cuyas fundamentaciones del preámbulo se habla de endurecer el régimen sancionador ante “conductas incívicas y crueles con los animales”.

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