Los responsables del servicio de Neurología del Hospital Veterinario Valencia Sur han logrado, a través de una delicada intervención quirúrgica, que una perra con una hernia de disco cervical vuelva a caminar
Veterinarios logran que una perra con hernia discal vuelva a caminar
Los responsables del servicio de Neurología del Hospital Veterinario Valencia Sur han logrado, a través de una delicada intervención quirúrgica, que una perra con una hernia de disco cervical vuelva a caminar
Javier López Villajos - 04-01-2019 - 14:00 H - min.
El equipo de veterinarios responsable del servicio de Neurología del Hospital Veterinario Valencia Sur consigue que una perra diagnosticada con una hernia de disco cervical vuelva a caminar mediante una compleja intervención quirúrgica.
Zoe, como se llama la perra en cuestión, presentaba un dolor cervical muy severo, de varias semanas de duración, y no respondía al tratamiento pautado por su veterinario.
Fue entonces cuando llevaron a Zoe al Hospital Veterinario Valencia Sur, donde le hicieron las pruebas pertinentes en busca de un diagnóstico adecuado. Para ello le realizaron una tomografía axial computarizada (TAC) mediante la cual le diagnosticaron una hernia de disco cervical.
“Las hernias de disco cervical pueden comprimir la médula espinal, provocando desde crisis de dolor agudo hasta dificultad parcial o completa de movimiento de todas las extremidades”, explica Alfredo Recio, neurocirujano responsable de la intervención de Zoe, en exclusiva para Animal’s Health.
“El tratamiento más eficaz para este tipo de casos es la cirugía”, señala Recio, detallando que esta intervención consiste en “abrir un espacio entre las vértebras cuyo disco se ha herniado hasta acceder al canal vertebral, con el objetivo de extraer y eliminar el disco herniado que está comprimiendo la médula espinal”. Una operación compleja que debe ser realizada por especialistas o veterinarios experimentados, para reducir al máximo los riesgos asociados a esta cirugía, además de realizar un correcto examen neurológico y las pruebas diagnósticas precisas que confirmen el diagnóstico y la necesidad de realizar este tipo de cirugía, advierte Recio, quien realizó la operación junto a Christian Gómez, responsable del servicio de Neurología del Hospital.
Dado que la hernia era cervical, la cirugía se realizó por la zona ventral, es decir, debajo del cuello, abordando dicha zona con extremo cuidado para no dañar estructuras vitales como la tráquea, esófago, vasos y nervios. “Una vez que llegamos al cuerpo vertebral ventral, realizamos una ventana o “slot” entre las dos vértebras afectadas -que correspondían a la segunda y a la tercera vértebra vertical- fresando a través de un micromotor, evitando en todo momento causar daños medulares, además de extraer el material discal herniado”, detalla Recio.
Finalizada con éxito la operación, los veterinarios mantuvieron a Zoe en reposo los días que consideraron precisos, que normalmente oscilan entre los 3 y los 4 días tras la cirugía, a partir de los cuales se les da el alta hospitalaria. Con todo, Recio apunta que “en pocos días pueden ver una recuperación gradual del paciente, con la eliminación del dolor o la recuperación del movimiento de las extremidades que tenía antes de la cirugía”.
Zoe pasó la primera revisión y el equipo veterinario que se encargó de su intervención informó de que se encuentra bien, recuperándose, y que puede volver a andar.
ZOE llegó a Valencia Sur sin poder caminar.
— Hospital Veterinario Valencia Sur (@HVValenciaSur) 2 de enero de 2019
El diagnóstico era una Hernia cervical.
El equipo de neurocirugía seguía su caso.
ZOE tenía que ser intervenida si quería volver a andar, en una cirugía muy delicada.
¡La cirugía fue todo un éxito! #CirugiaVeterinaria pic.twitter.com/OoQtX14Oio