Esperanza Montaner, directora de Hospital Clínico Veterinario del CEU, explica a Animal’s Health como está siendo el trabajo intenso de los veterinarios en el desastre y sus consecuencias para la salud pública
Veterinarios, héroes en la DANA: “Sospechamos de un problema serio de leptospirosis en perros en las zonas afectadas”
Esperanza Montaner, directora de Hospital Clínico Veterinario del CEU, explica a Animal’s Health como está siendo el trabajo intenso de los veterinarios en el desastre y sus consecuencias para la salud pública
Jorge Jiménez - 08-11-2024 - 15:46 H - min.
España lleva algo más de una semana ya inmersa en paliar los desastres provocados por la DANA, que se ha cebado con algunas zonas de Castilla-La Mancha, pero sobre todo con la provincia de Valencia, con gran cantidad de municipios afectados y una importante cifra de muertos y desaparecidos.
Tras el desastre, se cuentan por miles los voluntarios que se han lanzado a ayudar en tareas de desescombro y limpieza; y la sociedad española ha mostrado un compromiso más que destacable, volcándose enteramente con los afectados por la DANA, muchos de los cuales lo han perdido todo.
Entre la heterogénea masa de voluntarios se encuentran profesionales de todas las ramas como electricistas, fontaneros, mecánicos, enfermeros, médicos y veterinarios. Precisamente, los profesionales de este último colectivo se han mostrado especialmente solidarios —al igual que lo ha hecho en otras tantas situaciones de emergencia— y sin quererlo se han convertido en auténticos héroes.
Para conocer de primera mano la situación en Valencia Animal’s Health ha hablado con una de las veterinaria más relevantes de la zona 0 de la catástrofe, Esperanza Montaner, directora del Hospital Clínico Veterinario del CEU, reconocida además como ‘Joven Talento’ en los Premios Salud Animal y Veterinaria de España 2024.
Cansada y con la emoción a flor de piel, Montaner confiesa que hace días que por la carga de trabajo ha perdido la noción del tiempo. Y es que, estos días posteriores a la DANA han sido muy duros para su hospital veterinario, uno de los más punteros de España, que desde el primer momento ha tenido a su equipo desplegado en el terreno y al pie del cañón atendiendo las situaciones de emergencia donde la vida de los animales corría peligro.
Es hablar del trabajo incansable de su equipo, de los estudiantes de Veterinaria del CEU y de los voluntarios y Montaner tiene que hacer una pausa tratando de contener unas lágrimas que al final acaban brotando. “Ayer fue el primer día que no lloré porque trabajé tan acelerada que no tuve tiempo ni para eso, pero esta entrevista me ha vuelto a hacer llorar”, señala muy emocionada.
Para Montaner estos días están siendo complicados, tanto física como mentalmente. Como directora de uno de los hospitales veterinarios referentes en el panorama nacional, ha tenido que hacer frente, junto a su equipo, a la gran cantidad de casos que le han ido llegando tras el paso de la DANA.
Montaner divide la llegada de animales en dos fases. En la primera, acudieron principalmente animales de refugios, con casos de fracturas y heridas infectadas, a consecuencia de las cuales algunos de estos animales han fallecido.
Lo que más le ha llamado la atención de esta primera fase han sido los mordiscos que presentaban los perros llegados de los refugios, fruto de las peleas originadas por el estrés que les causó la destrucción de sus refugios por la DANA.
Algunos de los animales que llegaron también presentaban enfermedades zoonósicas como la sarna. “A estos animales pudimos atenderles e incluso ingresarles ya que en el hospital contamos con una zona de aislamiento de infecciosos muy grande”, explica Montaner.
También, dentro de la primera fase, otros de los problemas a los que tuvieron que hacer frente los veterinarios fueron la panleucopenia en gatos y el parvovirus en perros. Un problema que confiesa, tienen que estudiar. Posiblemente, hipotetiza, estos animales estarían infectados previamente, y la inmunosupresión que pudo producir en ellos la DANA hizo aflorar estas enfermedades.
La segunda fase, en la que Montaner divide la llegada de animales al hospital, estuvo protagonizada mayoritariamente por animales de compañía de propietarios particulares. Sobre por qué los titulares tardaron más en llevar a sus mascotas a los servicios veterinarios, Montaner lo tiene claro: “son familias que lo han perdido todo, están en shock en un primer momento, y hasta varios días después no se fijan en que sus animales pueden presentar fracturas o incluso gastroenteritis”.
Sobre el shock que han podido sufrir las familias de las mascotas, la veterinaria cuenta casos muy duros y sobre todo detalla el paisaje de desolación que ha podido conocer en localidades como Paiporta o Catarroja, zona 0 donde la DANA se ha cebado con multitud de hogares, dejando a familias y establecimientos sin absolutamente nada.
Entre estos establecimientos se encuentran muchas clínicas veterinarias que han quedado devastadas y cuyos propietarios parece que no se plantean reabrir. “Sé de compañeros que no quieren volver a abrir”, asegura Montaner, quien destaca el agotamiento psicológico y físico que sufren los veterinarios —entre ellos los de su equipo— y la población en general.
Por otro lado, en cuanto a las enfermedades que están viendo en el hospital veterinario del CEU tras el paso de la DANA, se encuentra la leptospirosis, una enfermedad zoonósica de la que actualmente las autoridades sanitarias valencianas se encuentran investigando dos posibles casos en voluntarios que realizaron tareas de limpieza o desescombro en zonas afectadas.
“Sospechamos de un problema serio de leptospirosis en perros en las zonas afectadas por la DANA en Valencia”, adelanta la veterinaria, que señala que ya han tenido dos perros positivos a leptospirosis y 3 muertes súbitas —en perros de municipios afectados— que tienen que analizar mediante necropsia, para comprobar las causas.
Sobre la leptospirosis, Montaner señala que puede llegar a convertirse en un problema “serio” de Salud Pública, si los animales afectados son enviados a casas de acogida fuera de la zona 0. “Ayer me enteré que hay gente que se ha llevado animales a Madrid, y no se les ha hecho triaje antes de moverlos”, advierte, puntualizando la importancia de tener un buen control al respecto.
“Los animales que se rescataron en un primer momento pueden no haber estado expuestos, pero los que se rescatan ahora o los perros que las familias sacan a las calles, tienen más riesgo”, apunta.
También, adelanta que ha podido comentar el asunto de la leptospirosis con representantes de la Consejería de Medioambiente y desde el CEU en colaboración con el Colegio de Veterinarios de Valencia se ha realizado una infografía que sirva de herramienta a los veterinarios de las zonas afectadas por la DANA, para que puedan hacer un triaje y un tratamiento rápido.
“Es una enfermedad de la que como mucho tengo un caso al año como muchísimo. No puede ser que en 3 días ya tenga dos positivos con sintomatología clínica severa”. Por ello, llama a la prevención de la leptospira.
En cuanto a cómo ha podido propagarse la enfermedad, la directora del Hospital Clínico Veterinario del CEU explica que lo hace a través de las ratas y por la orina de estas. “Es una bacteria muy móvil que se transporta fácilmente en zonas húmedas y aguas estancadas”, señala, y apunta al lodazal provocado por la DANA como el perfecto caldo de cultivo.
“Veo mucha gente limpiando en chanclas. La leptospira puede entrar a través de heridas en la piel. No se puede estar embarrado, hay que estar protegido”, señala y remarca que la leptospirosis antaño era muy común en Valencia, sobre todo en la zona de arrozales, donde la gente accedía sin protección. “Estoy viendo también gente comiendo mientras limpia barro”, apunta con preocupación.
Por todo ello, desde la Universidad CEU se han realizado infografías sobre la importancia de la utilización de EPIs, y han donado equipos de protección que han repartido por diferentes ayuntamientos.
Además de casos de leptospirosis, Montaner apunta a la posibilidad de que a raíz de la DANA pueda aumentar la presencia de otras enfermedades, entre ellas la leishmaniosis. “A los mosquitos les gusta el material biológico—algo que actualmente se acumula en muchas calles—, por lo que harán nidos ahí”, señala y recuerda que, además de todo ello, hay que recordar que Valencia es una zona endémica de esta enfermedad.
No obstante, la preocupación del equipo de Montaner ahora mismo, va más allá de un posible aumento de la leishmaniosis y están apuntando más a la Giardia, Salmonella, Clostridium, o Leptospira.
Casi terminando la entrevista Montaner hace una pausa, no es consecuencia de la emoción, sino de un conjunto de voces que suenan acercándose a la veterinaria. “No te preocupes, era solo una falsa alarma”, señala, reflejando en su tono de voz, el cansancio de todos estos días y lo común que se ha vuelto atender casos con urgencia, ya sea sobre el terreno, o en el mismo hospital.
La directora del Hospital Clínico Veterinario del CEU hace algunas reflexiones para sus compañeros veterinarios, en base a todo lo que están pudiendo ver estos días. “Hay animales de fuera de la zona de la DANA que están comenzando a presentar diarreas, y puede ser que sus propietarios hayan ido de voluntarios a ayudar a alguna zona afectada, actuando como fómites”, destaca.
De esta manera, considera “muy importante” que los veterinarios, dentro de su anamnesis comiencen a preguntar si los tutores de las mascotas ha estado ayudando en la zona de la DANA, para entender mejor la problemática.
“A todos esos animales deberíamos hacerles un test de Giardia, porque hay mucha giardiosis, y si hay patología renal o se sospecha de ella, hacer un test de leptospirosis”, recomienda Montaner.
Asimismo, aconseja a los veterinarios hacer un refuerzo de la vacuna de leptospirosis. “Hacer un refuerzo de vacunación sería muy positivo”, apunta la veterinaria, señalando además la importancia de desparasitar contra Giardia, así como concienciar de la desparasitación externa contra la Leishmania.
La entrevista concluye con una Esperanza Montaner bastante emocionada por recordar todo lo vivido esta semana de tragedia, sobre todo el efecto psicológico de atender a los animales de familias que lo han perdido todo. “Psicológicamente está siendo devastador, porque no son consultas normales. Las familias lo han perdido todo y te traen a su pobre animal poniendo toda su fe en ti para que hagas lo que puedas por él. Están derrotados, nos llegan llorando”, confiesa.
“Te pasas el día llorando”, confiesa con la voz entrecortada y prácticamente sin poder hablar concluye la entrevista. La emoción de Esperanza Montaner pone de relieve todo el esfuerzo físico y psicológico que están haciendo los veterinarios en la zona 0 de la DANA, un trabajo sanitario, altruista y absolutamente solidario que han hecho, como siempre ante cualquier catástrofe o emergencia y que, sin duda, volverán a hacer, porque como siempre dicen de su vocación, “está en su ADN”.