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PROFESIONALES

Veterinarios españoles describen el primer caso de un perro sin órgano vomeronasal

La falta de deseo sexual y los problemas de conducta han permitido a los investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Santiago de Compostela identificar y describir al primer perro sin órgano vomeronasal

Investigadores de la USC han identificado y descrito el caso del primer perro sin órgano vomeronasal.
Investigadores de la USC han identificado y descrito el caso del primer perro sin órgano vomeronasal.

Veterinarios españoles describen el primer caso de un perro sin órgano vomeronasal

La falta de deseo sexual y los problemas de conducta han permitido a los investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Santiago de Compostela identificar y describir al primer perro sin órgano vomeronasal

Redacción - 09-02-2023 - 13:43 H - min.

Investigadores de la Facultad de Veterinaria del Campus Terra de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) han identificado y descrito al primer perro sin órgano vomeronasal. Se trata de Hacho, un perro de caza, mestizo de pachón navarro, que se ha convertido en el primer caso conocido de un cánido sin este órgano.

Así lo recoge la revista 'VetRecord' en un artículo publicado por Susana Muñiz de Miguel, veterinaria que está realizando el Diploma Europeo en Medicina del Comportamiento Animal en el Hospital Rof Codina, en el que los profesores e investigadores del Campus Terra de la USC José Daniel Barreiro Vázquez, Pablo Sánchez Quinteiro, Irene Ortiz Leal y Ángela González Martínez figuran como firmantes.

La nariz bífida, los comportamientos agresivos y una marcada falta de apetito sexual actuaron como indicadores que delataron el secreto de 'Hacho', una mascota única por ser el primer cánido identificado sin órgano vomeronasal y también sin 'septum pellucidum', el tabique delgado ubicado en la parte central del cerebro.

La observación continuada de las particularidades de 'Hacho' por parte de su tutor, que acogió a este animal cuando apenas tenía cuatro meses, llevó a que Susana Muñiz optara por someter al animal a un tratamiento farmacológico y conductual con el fin de corregir ciertos comportamientos.

“El tratamiento surtió efecto”, recuerda Muñiz de Miguel, aunque “los problemas no desaparecieron del todo”. En ese momento, decidió hacerle una resonancia magnética y una tomografía computarizada a Hacho con la intención de tener un conocimiento más amplio sobre las posibles causas de la falta de habilidades sociales de Hacho y en relación con su hiperactividad, porque “el perro no era capaz de dormir incluso después de días con mucha actividad física”.

La realización de estos ensayos ha supuesto la participación en este estudio de los investigadores del grupo de Morfología Animal (Morfan) de la Facultad de Veterinaria Pablo Sánchez Quinteiro e Irene Ortiz Leal, cuyas líneas de trabajo prestan especial atención al órgano vomeronasal y la comunicación a través de feromonas.

Del mismo modo, José Daniel Barreiro Vázquez colaboró en tareas de diagnóstico por imagen, mientras que Ángela González, una de las siete veterinarias que tienen un diploma europeo en Medicina del Comportamiento Animal en España y mentora de Susana, colaboró guiando a la investigadora en el caso.

Los aportes de todos estos investigadores, sumados a las pruebas anatómicas realizadas, permitieron identificar a Hacho como el único perro conocido que carece de un órgano vomeronasal, un problema, que, como destaca Susana Muñiz, no afecta el sentido del olfato, pero condiciona muchos de sus comportamientos.

Primer plano de la nariz de Hacho

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