Una encuesta realizada a los profesionales sanitarios de la Comunidad Valenciana revela el gran impacto que ha tenido la pandemia de Covid-19 en los veterinarios, que han mostrado altas tasas de ansiedad y depresión entre otros trastornos
Covid-19: Los veterinarios alcanzan niveles preocupantes de estrés y depresión
Una encuesta realizada a los profesionales sanitarios de la Comunidad Valenciana revela el gran impacto que ha tenido la pandemia de Covid-19 en los veterinarios, que han mostrado altas tasas de ansiedad y depresión entre otros trastornos
Redacción -
15-12-2020 - 20:00 H - min.
La pandemia ha alterado la mayoría de las circunstancias de la vida y, muy especialmente, la situación emocional de los trabajadores sanitarios, según refleja el Cuestionario de Evaluación Emocional para Personal Sanitario tras la Covid-19 realizado por Kayros Salud —entidad que asesora desde modelo científico profesional a entidades y empresas— para Unión Sanitaria Valenciana, organismo que incluye a una docena profesiones sanitarias de la Comunidad Valenciana, entre ellas a la veterinaria.
En esta encuesta han participado, entre otros profesionales sanitarios, 109 veterinarios, que son, según indican desde Kayros, una muestra en su mayoría de la Comunidad Valenciana. Los resultados de la investigación han evidenciado la presión vivida entre los profesionales vinculados a la sanidad y el desasosiego constante en sus funciones clínicas o terapéuticas, a raíz de la pandemia de Covid-19.
De hecho, según señala Sergio Reno, director del área de investigación de Kayros, en declaraciones para Animal’s Health, “los veterinarios han empeorado bastante su calidad de vida, es más, el 63% considera que ha empeorado bastante y solo el 9% considera que ha mejorado levemente mientras que un 27% considera que está más o menos igual”.
Durante la investigación, según explica Reno, se evaluó la percepción del riesgo a contagiarse de coronavirus por parte de los sanitarios valencianos. Para ello, se elaboró una escala del 0 al 10. En este sentido, los veterinarios fueron una de las profesiones que más temieron el contagio.
Y es que, el 55% de ellos valoró el riesgo de contagio con puntuaciones cercanas a 8. “Los veterinarios mostraron una percepción de riesgo de contagio muy alta”, apunta el investigador que explica que, según iba evolucionando la pandemia aumentó la percepción de riesgo de contagio entre los veterinarios, llegando a aumentar hasta un punto.
Por otro lado, las medidas tomadas por la administración para hacer frente a la pandemia han dejado un importante descontento en el sector veterinario. Según indica Reno, “si enfermería fue la profesión más descontenta con las medidas tomadas por las administraciones, la veterinaria es la segunda”.
Así, la conformidad de los veterinarios en una escala de 0 a 10 fue de media un 2; y el 46% de estos profesionales calificó de 0 la actuación de la administración. “Casi la mitad de los veterinarios considera que su descontento es máximo”, apunta Reno.
Inmaculada Ibor, presidenta del Colegio de Veterinarios de Valencia, y del Consejo de Colegios Veterinarios regional, que ha colaborado en la encuesta, achaca este descontento a la poca claridad que hubo desde las administraciones en los primeros compases de la pandemia respecto a la esencialidad de la actividad veterinaria y la disponibilidad de equipos de protección, y considera que desde las instituciones “se podría haber actuado mejor” en la pandemia.
Además del descontento de los veterinarios, la pandemia ha tenido otras consecuencias para la profesión veterinaria. A raíz del Covid-19, los veterinarios han sido una de las profesiones que más ha sufrido el estrés.
En este sentido, Reno señala que los veterinarios se han sentido considerablemente estresados por las medidas de seguridad que han tenido que seguir en su día a día profesional. A este respecto, según el investigador “la inmensa mayoría” de los veterinarios han mostrado que este hecho les producía un estrés que situaron en una escala de 8 sobre 10.
“Un estrés que fue todavía más alto cuando lo relacionábamos con que los clientes cumplieran las medidas de seguridad. El 30% valoró esta situación entre un 9 y un 10, es decir, el máximo posible”, asegura Reno, quien indica que los veterinarios se sitúan entre las profesiones con mayores niveles de estrés junto con enfermería.
Estos datos sugieren, según apunta Reno, que un 48% de los veterinarios tendría un estrés “realmente patológico”, con síntomas relevantes. De ese porcentaje, un 17% tendría síntomas severos lo que el investigador considera “muy alto”.
Algo que también ocurre con el caso de la ansiedad, donde un 41% de los veterinarios presentaron sintomatología relevante, de los cuales un 18% sería moderado y un 10% severo o extremadamente severo. “Son unos índices bastante altos en comparación con el resto de las profesiones sanitarias”, confiesa el investigador.
Respecto a la depresión, Reno indica que la población general presenta unos índices relevantes del 6-7% para este trastorno psicopatológico. Una cifra que se eleva hasta el 44% en el caso de los veterinarios.
En cuanto al estrés postraumático, el 71% de los veterinarios mostraron sintomatología relevante, un dato superior a la media de las profesiones sanitarias que se encuentra en el 69% y que está de la mano con profesiones que Reno considera “de primera línea” como enfermería y farmacia.
Por otro lado, respecto a los síntomas clínicos inducidos por el estrés de la pandemia, un 69% de los veterinarios ha mostrado síntomas, siendo esta una de las medias más altas entre las profesiones sanitarias.
“Los problemas físicos que hemos encontrado más a menudo entre los veterinarios son dolores de espalda, de cabeza y de articulaciones. Otros de los síntomas que más nos han llamado la atención han sido los problemas digestivos, desde estreñimientos a diarreas”, apunta Reno.
Todos estos datos sugieren un importante impacto de la pandemia entre los profesionales veterinarios que, de hecho, son los segundos —detrás de los enfermeros— entre los sanitarios que más han visto deteriorarse la calidad de sus relaciones sociales, laborales y familiares.
“Los veterinarios han visto un grave perjuicio a la hora de tener unas buenas relaciones sociales, laborales y familiares. Aquí se ha visto cómo ha bajado muchísimo la calidad de sus relaciones a consecuencia de la pandemia”, explica el investigador.
En conclusión, Reno apunta que la veterinaria ha sido una de las profesiones sanitarias a las que más ha afectado la pandemia, “sobre todo porque tenían que mantener su nivel de trabajo, pero con el estrés que suponen las medidas de seguridad y la incertidumbre respecto a la pandemia”, apunta.
Todo ello, según el experto, tendrá sus consecuencias en un futuro en cuanto a la salud mental de los veterinarios a los que recomienda buscar ayuda profesional para evitar que los trastornos más graves se agudicen.
“En base a los índices que hemos encontrado es bastante recomendable que los veterinarios que sientan estrés, depresión o ansiedad acudan a especialistas en salud mental, ya que el paso del tiempo podría llegar a empeorar estas patologías”, asegura Reno.
Una ayuda psicológica que la presidenta del Colegio de Veterinarios de Valencia ha asegurado que ofrecerá a sus colegiados. “Hemos mantenido conversaciones con el Colegio de Psicólogos de Valencia para realizar jornadas de afrontamiento del estrés e incluso de tener una especie de convenio con ellos para dar apoyo a los veterinarios”, adelanta Ibor.