SÁBADO, 22 de marzo 2025

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PROFESIONALES

Veterinarias en el mundo rural: “Los estereotipos están ahí para romperlos”

La veterinaria rural y ganadera Imma Puigcorbé hace un repaso de su trayectoria y su trabajo diario por el Día Internacional de la Mujer y traslada algunos mensajes a las jóvenes veterinarias que se planteen ejercer en el campo

Imma Puigcorbé es veterinaria rural y ganadera (Fuente: X (@immaps)).
Imma Puigcorbé es veterinaria rural y ganadera (Fuente: X (@immaps)).

Veterinarias en el mundo rural: “Los estereotipos están ahí para romperlos”

La veterinaria rural y ganadera Imma Puigcorbé hace un repaso de su trayectoria y su trabajo diario por el Día Internacional de la Mujer y traslada algunos mensajes a las jóvenes veterinarias que se planteen ejercer en el campo

Francisco Ramón López - 08-03-2024 - 11:41 H - min.

Este 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer y desde el Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña han compartido una entrevista con Imma Puigcorbé, una veterinaria rural y ganadera residente en Begudà (la Garrotxa) conocida gracias a las redes sociales, donde atesora miles de seguidores con los que comparte su día a día y divulga cómo son las entrañas de su profesión.

Últimamente, explican, ha sido noticia, pues acaba de publicar su primer libro ‘Vacas. Historia de una veterinaria rural’ (La Mandràgora, 2024), y ha comparecido en el monográfico sobre Agricultura que se ha celebrado en el Parlament de Cataluña, en el que ha intervenido como representante de la Plataforma Pagesa.

Puigcorbé explica que su decisión de dedicarse a la veterinaria y a la ganadería viene de familia. “De pequeñita, siempre he estado rodeada de vacas. Y ya no sé si lo elegí o si lo llevaba en la sangre. Yo siempre había dicho que quería ser campesina o veterinaria, aunque es verdad que siempre he tenido ese gusanillo de querer curar a los animales”, señala.

“Ha sido como muy vocacional: siempre que venía el veterinario a casa, ya de pequeña, iba detrás de ella y me contaba lo que hacía. A mi madre le decía que quería ser veterinaria. Y siempre lo he tenido claro”, afirma.

En este sentido, celebra que las mujeres van ganando peso en el sector. “Cada vez somos más, creo que ahora cerca del 90% de los estudiantes de veterinaria son mujeres. Evidentemente, este porcentaje hace que aumente el número de mujeres que trabajamos en el campo. Pero, ahora mismo, todavía somos minoritarias. La mayoría de los veterinarios de campo son varones”, admite.

“Creo que porque todavía el campo es un sitio muy masculinizado. La primera vez que entro en una granja, me ven como una chica pequeña y se preguntan: Ostras, ¿podrás hacer lo que hace un hombre a nivel físico?”, señala.

Esto desemboca en que las veterinarias tienen que demostrar que pueden hacer el trabajo. “Al final, sí es verdad que debemos demostrar, al menos la primera vez, que valemos, aunque sea muy injusto, pero después ya está”, indica.

“Al final, tenemos las mismas capacidades, y, si no es a nivel de fuerza, tenemos más técnica o podemos utilizar aparatos que nos faciliten la vida. Y en ningún caso ser mujer en el sector de la veterinaria rural es una inferioridad. Hacemos lo mismo que hacen los hombres”, asegura.

LAS BARRERAS CULTURALES PARA QUE LAS MUJERES TRABAJEN EN EL CAMPO

Para Puigcorbé existe un “un tema cultural muy importante”. “Esto frena mucho a las chicas: quizá les gustan las vacas, pero culturalmente no está bien visto. Es un trabajo más sucio que una clínica. Pero, realmente, si te gusta, puede llevarse a cabo sin ningún problema si eres una mujer. Los estereotipos están ahí para romperlos”, señala.

Para tratar de que cale el mensaje, la veterinaria es muy activa en redes sociales. “A nivel de redes sociales, la ventaja es que el mensaje llega súper claro. No tenemos a nadie que retoque el mensaje. Podemos expresar exactamente lo que sentimos y lo que pensamos. Y esto es un poder muy grande, porque podemos ayudar a chicas a decidirse por tirar por ese camino. Todo son prejuicios sin fundamento. Ya verán que, si lo prueban, nada tiene del otro mundo”, afirma.

En general, el mensaje de Puigcorbé para las jóvenes que quieran dedicarse a la veterinaria rural es “que escuchen mucho lo que quieren ellas”. “Que salgan al campo, vayan a hacer prácticas, que vean si les gusta o no”, señala.

“La universidad está muy bien, con la teoría y todo, pero nada tiene que ver con lo que al final es la vida de un veterinario rural. Que, si quieren dedicarse a esto, que lo quieran mucho, porque es un trabajo que a veces no es muy agradecido. Y si no lo quieres mucho, acabas, a veces, rindiéndote”, lamenta.

No obstante, considera que es un trabajo que también aporta otras ventajas. “Estar fuera, en el campo, trabajando, y los animales, las vacas, que me gustan mucho, evidentemente, y también a las personas. El mundo rural es muy acogedor: cuando eres veterinario, te invitan a entrar, a desayunar. Al final, sé lo que le ocurre a la familia del ganadero, ellos a la mía, es como una amistad”, señala.

Algunos de estos temas los recoge en su libro, que explica las peripecias de los veterinarios rurales, también en la figura de la mujer. “Las dificultades que encontramos en el día a día, muchos sentimientos, emociones, días que lloras, días que estás muy orgullosa de tu trabajo. Los ganaderos y ganaderas, los veterinarios rurales…, las historietas que nos pasan a diario. Me he desnudo un poco, es muy personal, explico mis peripecias del día a día”, concluye.

Puigcorbé con su primer libro (Fuente: X (@immaps))

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