JUEVES, 25 de abril 2024

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PROFESIONALES

Un día con los veterinarios que salvan las vidas de los animales al pie del volcán

Los veterinarios de La Palma que llevan ya 10 días rescatando a los animales del volcán de Cumbre Vieja explican a Animal’s Health como está siendo su trabajo desde el terreno

Dos veterinarios voluntarios observan la erupción del volcán de La Palma.
Dos veterinarios voluntarios observan la erupción del volcán de La Palma.

Un día con los veterinarios que salvan las vidas de los animales al pie del volcán

Los veterinarios de La Palma que llevan ya 10 días rescatando a los animales del volcán de Cumbre Vieja explican a Animal’s Health como está siendo su trabajo desde el terreno

Francisco Ramón López - 29-09-2021 - 18:50 H - min.

En la noche de este martes 28 de septiembre la lava del volcán de Cumbre Vieja en la isla canaria de La Palma llegaba al mar. En estos 10 días de erupción, la población de la isla ha sufrido las consecuencias de esta catástrofe natural, que ha obligado a evacuar a miles de personas, y también ha generado una situación de emergencia en los animales de las zonas damnificadas.

Debido a esto, los veterinarios de la isla han estado volcados desde el primer momento en atender a los animales afectados. Animal’s Health ha hablado con algunos de los veterinarios que están participando en el rescate y la atención de animales, tanto de compañía como de ganado.

La veterinaria Ruth Torres, que se ha visto personalmente afectada por las consecuencias del volcán, es una de ellos, aunque resalta que todos los veterinarios que residen en La Palma, e incluso de Canarias, están muy implicados en la emergencia que vive la isla.  En este sentido, Manuel Evaristo de la Rosa, otro veterinario en el terreno, comenta que conoce compañeros procedentes de otras islas que se han trasladado a La Palma para colaborar.

Un auténtico “aluvión” de ayuda, como lo define Ruth, que junto a un grupo de veterinarios —entre ellos la compañera de su clínica en La Palma, Anabela García— trabajan en un punto central de atención para los animales de compañía en una carpa cedida por Cruz Roja en Los Llanos. Otros de los veterinarios del equipo son Elena Tarife y Cesar Bravo.

Los veterinarios están contando con la colaboración de las tres clínicas veterinarias del entorno, que están preparadas para atender algún caso complicado o hacer alguna analítica y radiografía con equipamiento que no tienen disponible en el punto de emergencias.

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    Veterinarias atendiendo a un gato afectado por la catástrofe

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    Muchos veterinarios están participando en el rescate y la atención de animales, tanto de compañía como ganado

Por su parte, De la Rosa, que ejerce de veterinario en una Asociación de Defensa Sanitaria Ganadera, está trabajando estos días en distintos puntos de la isla para atender al ganado. Uno de estos lugares es el recinto ferial de El Paso, a donde se están llevando algunos animales de abasto de casas particulares como cabras, ovejas, cerdos o gallinas. Por otro lado, los animales de ganaderías profesionales se han llevado a recintos seguros repartidos por toda la isla.

El veterinario de ganado coincide con su compañera de animales de compañía en resaltar la solidaridad vivida estos días, asegurando que gracias a las donaciones, que están siendo gestionadas por el Colegio de Veterinarios de Tenerife, no les han faltado suministros en ningún momento.

En general, ambos señalan que la situación se está atajando gracias al trabajo en equipo para salvar a todos los animales posibles, algo que llevan haciendo desde los primeros momentos, y en los que han vivido situaciones límite.

De la Rosa confiesa estar viviendo con un sentimiento constante de “adrenalina”, que aunque les ha impulsado en las tareas de estos 10 días, a veces no les deja ni dormir. El propio veterinario señala que él mismo tiene una casa muy cerca del volcán, y que vecinos a menos de un kilómetro tuvieron que ser evacuados. Ya no queda nada de su trabajo rutinario, y cada día consiste en “ir a por lo más urgente, que es salvar la situación”.

En la misma línea se muestra la veterinaria, que afirma que la situación de La Palma es de una “emergencia brutal” y recuerda con tristeza el primer día, en el que nerviosismo y el desconcierto se apoderaron de la población, pues nadie sabía qué iba a pasar. El resto de días también han vivido una dinámica cambiante e impredecible, que ha marcado las tareas de salvamento y atención de los veterinarios.

Torres explica que prácticamente cada día —a veces incluso varias veces a lo largo de una jornada— cambian las zonas a las que se puede acceder, y que por lo tanto, pueden llegar a nuevos lugares para encargarse de animales atrapados que necesitan ser recogidos y atendidos.

Desde el inicio de la tragedia, la veterinaria estima que se han recogido centenares de animales, desde pequeños animales como perros y gatos hasta caballos, pasando por ovejas, cabras, conejos e incluso animales exóticos o silvestres como serpientes.

SACANDO ANIMALES DE LAS FALDAS DEL VOLCÁN

Cada uno de los animales que ha sido recogido, explica Torres, ha sido chequeado por los veterinarios de Los Llanos, que han participado en primera línea en los operativos de rescate en cooperación con los cuerpos de emergencias, a los que han acompañado.

De la Rosa explica en este punto que en todo momento se ha seguido un estricto protocolo para evitar riesgos innecesarios y siguiendo todas las medidas de seguridad. Algo imprescindible en las situaciones más complicadas, las que requieren acercarse más al volcán.

Por ejemplo, recuerda con alegría cómo hace unos días sacaron animales de las faldas del Cumbre Vieja, y como por suerte, ese día el volcán estaba “tranquilo”, porque si de algo se caracteriza este fenómeno es por su impredecibilidad, y un día les da “un respiro”, mientras que otro “les pone las pilas”.

Uno de esos días complicados fue en el que tuvieron que rescatar a 60 cabras en una zona que se encontraba a tan solo a un kilómetro de la colada de lava, una ocasión en la que el volcán estaba más “bravo” y tuvieron que trabajar lo más rápido posible. “Es una situación que te pone los pelos de punta”, afirma, ya que cualquier explosión los podría haber dejado en una situación “delicada”.

Por ello, todos los veterinarios van ataviados con la ropa de protección necesaria. En los operativos más complejos, esta consiste en un casco para evitar proyectiles, mascarillas para filtrar gases tóxicos, gafas para proteger los ojos de la ceniza y vestimenta que les cubre todo el cuerpo para evitar cualquier daño en la piel.

Torres también ha tenido que hacer frente a situaciones peligrosas, en las que han tenido que acercarse al volcán para atender a animales desorientados, asustados y estresados. De hecho, señala que algunos de los operativos han requerido la sedación de los animales para poder transportarlos.

En otros operativos incluso se ha tenido que hacer uso de técnicas de trampeo para poder rescatar a los animales, aunque desgraciadamente no siempre pueden ser atrapados. No obstante, añade que siempre han dejado agua y alimentos en todas las zonas por las que han ido pasando.

CURANDO A LOS ANIMALES AFECTADOS POR EL VOLCÁN

En general, la veterinaria explica que, clínicamente, de momento la catástrofe no ha supuesto un gran impacto sanitario directo en los animales, más allá de episodios de estrés, o algunos problemas oculares e irritación respiratoria ocasionados por las cenizas del volcán.

En la misma línea, De la Rosa señala, por su parte, que la principal atención que ha tenido que proporcionar a los animales ha sido la cura de heridas y lesiones provocadas durante su transporte o evacuación. Por tanto, ha sido también el estrés el problema más común al que ha tenido que hacer frente.

Afortunadamente no han tenido que atender animales con problemas graves derivados directamente del volcán. Torres explica qué esto ha sido así por la diferencia que existe entre una erupción volcánica y otros desastres naturales como los incendios —de hecho, recuerda uno muy reciente con animales con graves quemaduras—. Y es que las particularidades de la actividad volcánica dan más margen a las labores de evacuación y permiten a los animales huir de la lava.

Esto no quita que Torres o sus compañeros hayan tenido que trabajar en zonas de bastante riesgo para ayudar a animales que no pudieron ser evacuados. Así, relata que han tenido que acudir a numerosos hogares de personas que les comunicaban que sus animales todavía seguían en sus casas, y debido a las restricciones de movimiento no podían ir a recogerlos.

Tras 10 días de trabajo, tanto Torres como De la Rosa se sienten satisfechos de la ayuda brindada como profesión sanitaria y consideran que gracias a su labor muchos animales están a salvo. La veterinaria resume todo lo realizado como un exitoso protocolo de actuación en el que se ha tratado de “priorizar la vida” y se ha incluido a los animales en los planes de emergencia de la isla.

“Estamos todos a una”, añade el veterinario, que considera que se está cubriendo la demanda de ayuda, y la “piña” que han creado los veterinarios de la isla está sirviendo para coordinarse y salvar a todos los animales que se han visto afectados por este volcán que no se agitaba desde hace 50 años.

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    La Cruz Roja ha cedido una carpa a los veterinarios

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    Diversos animales silvestres se han visto afectados por la devastación del volcán

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    Los veterinarios han estado en primera línea en los operativos de rescate

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