El Parlamento Británico ha rechazado el pacto de Brexit de Theresa May. Ante esta situación, el presidente de la Asociación Británica de Veterinarios ha emitido un comunicado exponiendo los riesgos del no acuerdo para la Veterinaria
Un Brexit sin acuerdo, una catástrofe para la Veterinaria
El Parlamento Británico ha rechazado el pacto de Brexit de Theresa May. Ante esta situación, el presidente de la Asociación Británica de Veterinarios ha emitido un comunicado exponiendo los riesgos del no acuerdo para la Veterinaria
Jorge Jiménez - 16-01-2019 - 14:10 H - min.
Simon Doherty, presidente de la Asociación Británica de Veterinarios (BVA por sus siglas en inglés) se ha manifestado tras conocerse los resultados de la votación en el Parlamento Británico, que acerca a Reino Unido a un Brexit sin acuerdo con la Unión Europea (UE). El pacto de desconexión que Theresa May había negociado con las instituciones europeas fue rechazado por amplia mayoría por la cámara británica. Ante esta situación, Doherty, en nombre de la asociación que preside y de todos sus miembros, ha señalado que, “el resultado de la votación sugiere que las posibilidades de un Brexit sin acuerdo se han incrementado” añadiendo, además, que, de producirse dicho escenario, “supondría un grave impacto para la Veterinaria en el corto-medio plazo".
En su misiva, Doherty, hace hincapié en la preocupación reinante entre los veterinarios británicos por la escasez de profesionales que puede darse tras el Brexit, en áreas críticas de bienestar animal y salud pública. Y es que, concretamente, según los últimos estudios, el 54% de los veterinarios del país ve la ruptura con Europa como una amenaza, más que como una oportunidad. En este sentido, la Veterinaria de Reino Unido depende en gran medida de profesionales inmigrantes, especialmente los procedentes de la UE.
En este punto cabe destacar que, tal y como señalaba Juan Ávila, responsable de la inspección veterinaria oficial en los mataderos del Reino Unido, en una entrevista para la Organización Colegial Veterinaria Española, en el sector de la salud pública veterinaria todos los veterinarios son extranjeros; y un 40%, españoles. Además, añadía que, en otros sectores, los veterinarios europeos llegan a constituir un tercio de la fuerza de trabajo. Y en los últimos cinco años, un veterinario de cada dos registrado en el Colegio de Veterinarios es europeo. Es por ello que Doherty ha apelado al Gobierno británico a incluir a la Veterinaria en la “Lista de Ocupaciones de Escasez”.
Por último, el presidente de la BVA, ante la incertidumbre actual, recuerda a los miembros de la asociación que disponen de una asistencia legal gratuita de la cual pueden beneficiarse, “especialmente para dudas sobre empleo e inmigración”. Además, se señala que la BVA continuará trabajando con el Real Colegio de Veterinarios Británicos y el Gobierno de Irlanda entre otras instituciones para abordar las muchas preguntas que surgen ante un Brexit sin acuerdo.
CONSECUENCIAS DEL BREXIT
Durante todos estos meses, la incertidumbre por una ruptura con la UE sin acuerdo previo ha hecho que desde la BVA y otras instituciones veterinarias británicas se hayan explicado las posibles consecuencias que tendría este hecho en la profesión veterinaria.
En primer lugar, la escasez de profesionales de Reino Unido se vería acentuada con las nuevas normas de inmigración, en concreto la que establece la concesión del visado por 5 años y que obliga al solicitante a ganar anualmente más de 30.000 libras. Esto afecta directamente a los veterinarios presentes en los mataderos del país, que son en su amplia mayoría inmigrantes europeos (95%), y cuyo salario medio se sitúa sobre las 20.000 libras, con lo cual solo podrían solicitar un visado de trabajo de 1 año, tras el cual, deberían regresar a sus países de origen. Esta situación podría dejar a los mataderos británicos sin veterinarios.
Aunque, según especifica la empresa encargada de las contrataciones de profesionales veterinarios para los mataderos del país, Eville and Jones, el dato ofrecido por la BVA está "desactualizado". Así, en la actualidad, un veterinario sin experiencia previa, es contratado para trabajar en un matadero por unas 28.000 libras anuales que, posteriormente (5 o 6 meses después), pasan a ser 30.000. Para veterinarios con experiencia el salario sería de unas 35.000 libras anuales, mientras que para los auxiliares de veterinaria (allí denominados enfermeros veterinarios), el salario sería de unas 20.000 libras.
El salario mínimo establecido para inmigrantes cualificados, se traduciría para los veterinarios españoles en Reino Unido que, de no cobrar al menos 30.000 libras anuales, no podrían solicitar el visado de 5 años, teniendo que acogerse al de 1 año de duración. Tras haber transcurrido ese periodo, tendrían que volverse a España, al menos durante 12 meses antes de solicitar, de nuevo, otro visado de un año.
En otro orden, la falta de personal veterinario, según indicó Minette Batters, presidenta de la Unión Nacional de Granjeros del Reino Unido, podría ser “catastrófica para la industria de la alimentación”. Ya que la insuficiente presencia de veterinarios, unida al establecimiento de nuevas fronteras conllevaría a la importación de alimentos “de baja calidad en términos de seguridad alimentaria, trazabilidad y bienestar animal”, además de retrasos en los puertos, afectando a mercancías de medicamentos veterinarios, fertilizantes y piensos, entre otros productos.
Y es que, tal y como afirmaba el propio Doherty hace unas semanas, “desde los pasaportes de mascotas y la seguridad de los alimentos, hasta la vigilancia de enfermedades y la certificación comercial, no hay un área de trabajo veterinario que no sea afectada por el Brexit. Podemos entender completamente por qué los miembros de nuestra asociación están preocupados por el futuro”.