Un año más Animal’s Health hace una selección de algunos de los acontecimientos más relevantes del año para el sector veterinario, en un año en el que una pandemia ha azotado el mundo y puesto de manifiesto la importancia de la profesión
Los top 10 de la salud animal en el 2020
Un año más Animal’s Health hace una selección de algunos de los acontecimientos más relevantes del año para el sector veterinario, en un año en el que una pandemia ha azotado el mundo y puesto de manifiesto la importancia de la profesión
Redacción - 28-12-2020 - 17:58 H - min.
El 2020 llega a su fin, y con él se cierra otro capítulo más en el sector veterinario. Un año en el que la aparición de un virus de posible origen animal ha producido una pandemia mundial que no se recordaba desde la de la gripe española de 1918.
Aunque el coronavirus ha acaparado casi todos los titulares del año, en Animal’s Health hemos seguido recogiendo los diversos sucesos más relevantes que han marcado la salud y el bienestar animal de este 2020 y que han dejado una profunda huella que marcará el futuro.
Si bien es cierto que es imposible concentrar en un artículo todo lo sucedido en un año, aquí recopilamos los 10 acontecimientos de la sanidad animal más destacados de este fatídico 2020 que, afortunadamente, está a punto de llegar a su fin.
Como se comentaba, si se pudiera resumir el año en una sola palabra, esta sería coronavirus. El bautizado como SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19, hizo acto de presencia al principio de 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de su aparición en el famoso mercado de Wuhan de China, por lo que se podría decir que ha condicionado desde prácticamente el primer al último día del año. Eso sí, fue en marzo cuando se consideró oficialmente pandemia y España empezó a tomar medidas.
Así, el 14 de marzo se instauró en el país un estado de alarma que duró casi 3 meses y que confinó a toda la población en sus hogares. Los veterinarios trataron desde el principio de la crisis sanitaria de colaborar con el Ministerio de Sanidad, que durante la crisis era la única autoridad competente en España, pero a pesar de los reiterados ofrecimientos de la Organización Colegial Veterinaria (OCV), el comité que ha tomado las decisiones para combatir el coronavirus a nivel nacional no ha contado lo suficiente con el punto de vista veterinario, algo que lamentó recientemente el presidente de la institución colegial, aunque sí que ha habido representación veterinaria en algunos grupos regionales.
De hecho, el propio Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad (CCAES) y el principal responsable de la gestión de la pandemia, se mostró evasivo cuando se le preguntó si incluiría a la profesión veterinaria en su comité al inicio de la crisis, algo que, hasta el momento, no ha ocurrido, y que indignó profundamente al sector.
Tampoco se contó con la perspectiva veterinaria, que es una profesión con gran bagaje en epidemias y gestión de poblaciones, durante la conocida como Comisión de Reconstrucción que se llevó a cabo en el Congreso de los Diputados una vez superado lo peor de la pandemia y que marcaría el consenso para enfrentarse a futuros retos sanitarios de este calibre. Luis Alberto Calvo, presidente de la OCV, que fue propuesto como ponente, terminó por quedarse fuera, y en las conclusiones finales no hubo ni una sola mención a la profesión veterinaria.
A pesar de que desde el Gobierno Central se obvió la ayuda que podrían ofrecer los veterinarios, el sector decidió movilizarse por su cuenta para colaborar en lo posible para frenar la pandemia. De hecho, la OCV decidió crear un grupo de expertos para el seguimiento del Covid-19 y su relación con animales.
Además, el sector veterinario fue responsable de una de las iniciativas más exitosas de la pandemia: la de la red de laboratorios Covid-19 de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que llegó a realizar 31.000 test de diagnóstico procedentes de más de 280 residencias de personas mayores durante los meses más difíciles de la pandemia del coronavirus.
Este proyecto comenzó con la idea del veterinario y catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Facultad de Veterinaria José Manuel Bautista, que contó desde el principio con el apoyo de Consuelo Serres, decana de su facultad.
Otros veterinarios como el catedrático de Sanidad Animal Bruno González Zorn han colaborado con la coordinación del proyecto. También hubo otros laboratorios que impulsaron iniciativas similares, como el de la Universidad de Burgos y el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), que contó con la coordinación de otro catedrático veterinario: David Rodríguez Lázaro.
Otras iniciativas como las de la Facultad de Veterinaria de León, el Laboratorio Regional de Sanidad Animal de Castilla y León, la Facultad de Veterinaria de Cáceres, el Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), el Centro de Investigación en Sanidad Animal CISA o el Centro Militar Veterinario de Madrid también se terminaron sumando.
No obstante, la Organización Colegial Veterinaria lamentó que no se aprovechara al completo el potencial de testeo de los laboratorios oficiales de Veterinaria, una red de más de 50 centros, de los que algunos, como los de Algete (Madrid) o Sevilla, tienen capacidad para más de 10 millones de muestras al año.
2020 ha sido también el año de la despedida del director general de MSD Animal Health para España y Portugal Juan Carlos Castillejo, como presidente de Veterindustria, la patronal de la industria de la sanidad animal, que este año ha demostrado estar comprometida con la sociedad en los momentos difíciles.
De hecho, la industria de la sanidad animal tampoco quiso quedarse de lado durante lo peor de la crisis del coronavirus y desde el principio puso a disposición del Gobierno sus laboratorios para realizar test así como los equipos de protección con los que contaba.
Así, la industria de la salud animal ha tenido este año especial relevancia en la sociedad española mostrando su músculo e incluso el Ministerio de Sanidad ha recurrido a los laboratorios de veterinaria para producir la vacuna del coronavirus, pues en España no había ningún laboratorio de salud humana preparado para realizar la tarea y con tanta experiencia en producción de vacunas.
Castillejo deja así el listón muy alto a su sucesor, Andrés Fernández, que hasta el momento ejercía de vicepresidente. Y es que las cifras de la industria de sanidad y nutrición animal española durante su mandato han mejorado notablemente llegando a alcanzar la cifra de los 1.564 millones de euros durante el 2019, los últimos datos disponibles.
En el 2020 el papel de la mujer ha ganado peso en el sector veterinario con el nombramiento de mujeres al frente de importantes instituciones. Un ejemplo es el de la decana de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, Maite Martín, que fue elegida como nueva presidenta de la Conferencia de Decanos y Decanas de Facultades de Veterinaria de España (CDVE), siendo la primera mujer en ostentar este cargo.
Las facultades de veterinaria siguen ganando así en representación femenina, y ya tienen a 5 mujeres. Así, junto a Martín están Consuelo Serres, en la Universidad Complutense de Madrid; Rosario Moyano, en la Universidad de Córdoba; Margarita Martínez Trancón, en Extremadura, y María Teresa Carbajo, en León.
Este año además ha ocurrido otro hecho histórico para las mujeres de la profesión, pues la veterinaria María Josefa Lueso ha sido elegida como presidenta de la Asociación Nacional del Cuerpo Nacional Veterinario, otro cargo que nunca había ostentado una mujer.
Además, la veterinaria Delia Lacasta ha sido nombrada también la primera presidenta del Colegio Europeo de Pequeños Rumiantes.
El coronavirus ha eclipsado acontecimientos muy relevantes para el sector. Y es que este año ha sido también el del primer Convenio Nacional de Centros y Servicios Veterinarios. Recordemos que este convenio se firmó en enero, acto en el que estuvo presente Animal’s Health, y tenía efecto desde el primer día del año una vez se publicase en el Boletín Oficial del Estado, aunque no fue hasta agosto cuando finalmente se publicó.
Este era el último trámite de un largo proceso de negociación de 18 meses entre la patronal, la Confederación Empresarial Veterinaria Española (Ceve), y los sindicatos CCOO y UGT. Sin embargo, desde Ceve recordaban que el origen podría remontarse incluso más atrás, a hace 4 años, con la redacción del convenio de clínicas de Alicante.
El convenio, señalaron tanto desde los sindicatos como la patronal, es un primer paso para comenzar a regular el sector, y puede ser la base para impulsar algunas de las reivindicaciones de los veterinarios.
En este sentido, el convenio afecta a todos los tipos de servicios veterinarios, incluyendo los que se prestan en centros sanitarios veterinarios, en otros tipos de centros o de manera ambulatoria, y tanto los dedicados a animales de compañía como a los de trabajo y a los de producción.
Asimismo, establece un salario mínimo de 14.000 euros anuales para la categoría más baja, el personal de limpieza. Para el personal veterinario de menor cualificación, el veterinario supervisado, establece un salario mínimo de 18.200 euros.
Aunque el coronavirus Covid-19 ha sido el protagonista indiscutible del año, otras enfermedades emergentes de origen animal también han copado las portadas de la prensa española teniéndonos incluso que hacer eco tristemente de algunas muertes en España. Hablamos de la meningoencefalitis causada por el virus del Nilo Occidental (VNO), un patógeno transmitido por vectores que tiene como reservorio a las aves, y que fue el responsable de 8 muertes humanas en las provincias de Sevilla y Cádiz en un brote sin precedentes en el país.
De no haber sido el año del coronavirus, esta habría sido una de las noticias epidemiológicas protagonistas del año, pues ha supuesto 77 casos repartidos entre Andalucía (71) y Extremadura (6). Además, ha habido una auténtica explosión de focos en équidos, 139 según datos de la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria, que dirige Valentín Almansa, que ha seguido muy de cerca la evolución de los brotes. Hay que recordar que el caballo es un animal que también puede infectarse por este virus, pero que no juega un papel relevante en su epidemiología, en el sentido de que no es ni transmisor ni reservorio del virus.
Este verano, además, se han notificado tres casos en humanos de otra zoonosis emergente, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. En España se detectó la circulación del virus en garrapatas en el año 2010 y los primeros casos en humanos se notificaron en 2016. Hasta 2019 se habían notificado 4 casos en total.
Por último, este año la incidencia de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) H5N8 en Europa ha sido especialmente alta, aunque de momento en España no ha alcanzado a ninguna explotación y solo se ha detectado en un halcón peregrino de la localidad de Noja, en Cantabria. Además, ha llegado al norte de España el serotipo 8 de la lengua azul, que ya llevaba un tiempo afectando a varias regiones francesas cercanas a la frontera. Hay que recordar que ni la lengua azul, ni la cepa de gripe aviar IAAP H5N8 se consideran zoonosis.
Y es que si de algo saben los veterinarios es de virus emergentes que proceden de los animales, exactamente lo que es el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Por ello, los investigadores del sector se han volcado en desentrañar el patógeno y de una tarea imprescindible para crear una vacuna: diseñar modelos animales.
De hecho, los veterinarios Joaquim Segalés y Júlia Vergara-Alert, investigadores del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), se han incorporado al grupo de trabajo modelos animales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al que también pertenece el veterinario español Javier Salguero.
Joaquim Segalés, que es catedrático de Sanidad Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona, es un viejo conocedor de los coronavirus, pues ya estudió el MERS-CoV de los camellos antes de que surgiera este nuevo patógeno. Además, colabora en la investigación de una vacuna contra el coronavirus y dirige un proyecto para conocer la epidemiología del virus en animales de compañía.
En este campo, el de conocer cómo afecta el Covid-19 a los animales de compañía, hay que destacar también el ambicioso proyecto que dirige José Manuel Sánchez-Vizcaíno, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que estudia 4.170 animales domésticos —2.200 gatos, 1.800 perros y 170 hurones—, además de 150 linces para conocer la epidemiología.
En este proyecto se está utilizando un sistema desarrollado por un grupo de investigación multidisciplinar con participación de veterinarios como Christian Gortázar, del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), que permite detectar el coronavirus en el ambiente.
Asimismo, otros veterinarios han avanzado en la detección del coronavirus en la población. Es el caso de la investigadora de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Consuelo Rubio Guerri, que ha diseñado una PCR de coste reducido que ya se ha testado con éxito.
Si se comentaba que la crisis del coronavirus lo ha impregnado todo, también lo ha hecho en otro de los varapalos que se ha llevado el sector este año: la no inclusión de la bajada del IVA de los servicios veterinarios en los presupuestos para 2021, requisito para que la rebaja fiscal se hubiera terminado aplicando.
Ya en su presentación, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, advertía que estos eran unos presupuestos centrados en recuperarse de los estragos de la crisis sanitaria, y que iban a variar ampliamente los planes que tenían antes de la llegada de la pandemia al país. Precisamente en estos planes, concretamente en el pacto de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, se encontraba esta rebaja.
Tampoco llegaron a buen puerto las tres enmiendas que se presentaron a los presupuestos para que se terminara haciendo efectiva la bajada, que se vetaron antes siquiera de debatirse en el Congreso de los Diputados.
La puerta que deja abierta el Gobierno es que se valore esta reclamación de los veterinarios en una futura reforma fiscal que anunció María Jesús Montero, ministra de Hacienda, en la presentación de las cuentas de 2021, donde señaló, que el Ejecutivo la llevaría a cabo una vez superado lo peor de la crisis económica o en el proyecto de presupuestos de 2022.
Otro hecho relevante para la veterinaria que nos deja este 2020, ha sido el dictamen del Consejo de Estado sobre fisioterapia equina, que ha concluido que esta actividad es exclusiva de los veterinarios, tratando de poner así fin al conflicto de los veterinarios con los fisioterapeutas, que se arrogan la competencia de tratar a animales.
El Consejo de Estado ha fallado en este sentido después de que el Ministerio de Agricultura le hiciera llegar un expediente tras una petición por parte de la OCV. Este dictamen supuso un espaldarazo al sector veterinario, dándo la razón en sus reclamaciones a la organización colegial que contó con el apoyo de otras instituciones del sector.
Entre estas se podría mencionar al Colegio de Veterinarios de Madrid (Colvema), la Asociación Española de Veterinarios Especialistas en Rehabilitación y Fisiatría (Aevefi), la Asociación de Veterinarios Especialistas en Équidos (AVEE) o la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), entre otros.
El año 2020 también ha supuesto el ‘adiós’ de numerosos compañeros y de algunos nombres relevantes de la veterinaria en España. Antes de la llegada de la pandemia, el sector sufría la pérdida de Miguel Ángel Díaz Yubero, que desempeñó importantes cargos en la Administración, entre otros, como secretario general de Agricultura y Alimentación entre 1992 y 1994. El principio del año también supuso la muerte de Miguel Cordero del Campillo, padre de la parasitología veterinaria en España.
A finales de este año, el sector sufría también el fallecimiento de Ismael Díaz Yubero, hermano de Miguel Ángel, que se convirtió en uno de los grandes divulgadores de la gastronomía española, y del que lamentaron su muerte numerosos representantes de instituciones del sector, como los presidentes de los colegios de veterinarios de Madrid y Toledo, Felipe Vilas y Luis Alberto García Alía.
La llegada de la pandemia a España supuso el fallecimiento del primer veterinario a causa del coronavirus, hablamos de Miguel Ángel Ruiz, un reconocido veterinario clínico de Toledo. García Alía también quiso recordar a este veterinario, así como a Faustino López Herrero, antiguo presidente del Colegio de Toledo, que también perdía la vida en este año que concluye.
Finalmente, este 2020 también ha dejado atrás a otros veterinarios, como Jesús Deiros, que fallecía mientras realizaba un saneamiento ganadero y por el que el sector alzó la voz reclamando mejores condiciones; o al antiguo ministro de Agricultura, José Luis García Ferrero y al primer decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, Francesc Puchal.
Todos estos compañeros dejan su legado no solo en la profesión sino en la sociedad, en un año en el que una pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de la Veterinaria y el concepto ‘One Health’ para preservar la salud pública y que abre las puertas a que en este 2021, que se muestra esperanzador, la sociedad termine de ser consciente del papel esencial que juegan los veterinarios en su día a día.