Identifican por primera vez la cepa Asia-1 del virus del moquillo en un perro en Canadá y alertan de que si el virus da el salto a la fauna silvestre se quedaría para siempre en América del Norte
Un perro coreano introduce nueva cepa de moquillo en Norteamérica
Identifican por primera vez la cepa Asia-1 del virus del moquillo en un perro en Canadá y alertan de que si el virus da el salto a la fauna silvestre se quedaría para siempre en América del Norte
Alfonso Neira de Urbina - 04-04-2019 - 14:30 H - min.
Un grupo de investigadores del Centro de Diagnóstico de salud animal de Cornell (AHDC) ha identificado por primera vez en América del Norte la cepa Asia-1 del virus del moquillo en un perro. El primer caso norteamericano de esta cepa que circula por el este asiático está motivado por la buena voluntad. De hecho, el joven perro, que tuvo que ser sacrificado en octubre, provenía de Corea del Sur, donde lo salvaron de ser utilizado como alimento para humanos.
El animal fue rescatado por una organización caritativa de bienestar animal en un mercado de carne coreano, que no sabían que al buscarle un hogar en Canadá estaban transportando una cepa de un virus mortal para los cánidos a un lugar donde previamente no existía.
“Las personas bien intencionadas están intentando salvar animales, pero cuando trasladas animales, mueves sus enfermedades infecciosas también”, ha explicado Edward Duvobi, director del laboratorio de virología en el AHDC, quien ha señalado que “si esta cepa de Asia-1 en particular infectó a la fauna silvestre, está aquí para siempre, porque no puedes deshacerte de ella una vez que llega a los animales salvajes”.
Para los animales inmunizados, gran parte de la población de animales de compañía de occidente, no supone un riesgo la cepa Asia-1, pero el caso de la fauna silvestre es diferente y en esa población podría hacer estragos.
EL PRIMER PERRO EN NORTEAMÉRICA CON LA CEPA ASIA-1
La identificación de la cepa del virus del moquillo ocurrió tiempo después de que el animal pisase suelo americano. Al transcurrir alrededor de dos semanas de la llegada del perro a Canadá, este empezó a toser y presentaba un estado de letargo.
Diez días después, desarrolló contracciones musculares y finalmente empezó a convulsionar. Desafortunadamente, los veterinarios tuvieron que sacrificarlo debido a su estado y a que no presentaba signos de mejoría.
Entonces, el AHDC recolectó muestras y se dispuso a analizarlas para determinar qué mal estaba detrás del fin del animal. En un primer momento comprobaron que no se tratase del virus de la gripe canina y los resultados dieron negativo.
En cambio, los resultados dieron positivo para el virus del moquillo y un análisis genético, efectuado por Randall Renshaw, investigador asociado del AHDC, indicó que el virus es casi idéntico a la cepa Asia-1.
EL VIRUS DE LA GRIPE CANINA TAMBIÉN LLEGÓ DE LA MISMA FORMA
Dubovi no encontró más información de la llegada del animal a Canadá, pero todo indica que provenía de una granja coreana de carne canina. De hecho, las organizaciones de rescate de animales americanas han trabajado, ya desde hace años, para sacar a los cánidos de las granjas que abastecen los mercados de carne de perro de Corea del Sur (y de otros países asiáticos).
A este respecto, el cambio en la actitud hacia el mejor amigo del hombre ha provocado que la demanda de carne de perros esté disminuyendo. Una situación que permite a los defensores del bienestar animal comprar explotaciones y ayudar a los ganaderos a realizar una transición a nuevas actividades.
Aunque bienintencionados, estos esfuerzos ponen a los animales en América del Norte en riesgo de cepas extranjeras de enfermedades. De hecho, el virus de la influenza canina, que apareció por primera vez en el área de Chicago en 2015, se remonta a perros coreanos rescatados.
"El análisis genético vinculó claramente al virus con las recientes cepas de influenza H3N2 de Corea", ha señalado Dubovi, quien ha explicado que "esa cepa de gripe en particular había estado circulando en Asia, China y Corea por probablemente 10 años antes de su llegada a los EE. UU."
Un hecho que señala la peligrosidad subyacente en el movimiento de animales de unas regiones geográficas a otras. Es más, Dubovi ha señalado que los dueños de mascotas preocupados podrían presionar a los grupos de rescate para que creen mejores protocolos de cuarentena cuando transporten animales de una país a otro. Cabe destacar que, todavía, no se sabe si la cepa Asia-1 del virus del moquillo canino ha desaparecido con su portador o, por el contrario, está y se quedará en América del Norte.
PELIGROSIDAD
El virus del moquillo es altamente contagioso y su única solución es la vacunación. La enfermedad, que puede ser mortal, comienza con síntomas respiratorios, como tos y neumonía, y progresa hacia enfermedades gastrointestinales y problemas neurológicos.
La mayoría de los perros en los Estados Unidos de América, según informa Cornell, reciben vacunas para protegerse contra las cepas nativas. En el caso de España, aunque la vacunación no sea obligatoria, muchos animales están inmunizados gracias a la vacuna polivalente.
En EEUU, aunque en ocasiones surgen brotes en los refugios, el virus persiste fundamentalmente entre los animales salvajes. De hecho, el virus del moquillo circula entre varias especies de carnívoros, provocando la muerte de mapaches, zorros grises, coyotes o lobos.