Una nueva investigación advierte de la reaparición de una variante de este virus 10 años después de su primera detección en 2012 en la misma zona de Cádiz
Reaparece una variante del virus del Nilo Occidental en el sur de España con capacidad de rápida propagación
Una nueva investigación advierte de la reaparición de una variante de este virus 10 años después de su primera detección en 2012 en la misma zona de Cádiz
Jorge Jiménez - 04-12-2023 - 13:00 H - min.
El virus del Nilo Occidental (VNO) es una zoonosis transmitida por mosquitos con una incidencia creciente en Europa que se ha convertido en un problema de salud pública. En España, aunque la circulación local se conoce desde hace décadas, hasta 2020, cuando se produjo un gran brote, los casos de virus del Nilo Occidental fueron escasos y se produjeron mayoritariamente en el sur del país.
Desde entonces, ha habido nuevos casos cada año y el patógeno se ha extendido a nuevas regiones. Ahora, un estudio ha secuenciado genomas del VNO de grupos de mosquitos capturados en 2022 como parte de un programa de vigilancia recientemente implementado en el sur de España y se han comparado con otras secuencias europeas, africanas y españolas.
En la investigación han participado instituciones como la Estación Biológica de Doñana, el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA-CSIC), el Instituto de Salud Carlos III, el CIBER de Epidemiología y Salud Pública, el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) y la Junta de Andalucía, entre otras.
Los resultados de este estudio revelan una reaparición de una variante 10 años después de su primera detección (2012) en la misma zona (Cádiz). Cepas altamente relacionadas con esta variante se han informado anteriormente en Francia (2015), Senegal (2012-2018) y posteriormente Italia (2021-2022), mostrando una notable capacidad de propagación.
Así, señalan los investigadores, esta variante podría haber estado circulando silenciosamente desde 2012, o bien podría haber reingresado a España desde otras regiones de Europa o África, posiblemente a través de movimientos de aves.
“El potencial patogénico de esta variante se hizo evidente desde su primera aparición, es decir, en las dos muestras recogidas de un caballo enfermo durante un brote equino en Cádiz en 2012. De hecho, una secuencia estrechamente relacionada identificada en Francia se obtuvo de un caballo que padecía enfermedad neuro invasiva producida por el virus del Nilo, durante un brote en el área de Camarga en 2015.
En Senegal, donde esta variante ha estado circulando en mosquitos, también se detectó un caso humano en 2018; y también se detectó en Italia en 2021 y 2022, años en los que se produjo un brote importante con 723 casos humanos reportados de enfermedad neuro invasiva por virus del Nilo Occidental.
“Nuestros resultados también confirman que esta variante se ha extendido desde Cádiz a Sevilla, donde nunca antes se había detectado, y ahora cocircula con la variante que provocó el brote humano de 2020”, apuntan los investigadores.
En líneas generales, este estudio sugiere que en Cádiz se ha producido un rápido cambio desde la variante del VNO identificada durante el gran brote de 2020, que se sabe que causó casos en humanos, a la variante claramente distinguible que circula en 2022, que podría estar dominando las próximas temporadas de transmisión en esta zona y que se está expandiendo a otras zonas. Mientras tanto, en Sevilla hubo cocirculación de ambas variantes en la temporada 2022.
“A la luz de estos hallazgos, planteamos la hipótesis de que múltiples variantes del VNO pueden cocircular en el mismo territorio, ya sea cuando resurgen durante años después de una circulación silenciosa o cuando se reintroducen desde otros territorios. De este modo, puede producirse una alternancia de cepas que dominan la transmisión, dando lugar a brotes episódicos en caballos o humanos desencadenados por condiciones ambientales específicas aún no bien caracterizadas”, destacan los investigadores.
Asimismo, remarcan la utilidad de programas de vigilancia eficaces como el implementado por la autoridad sanitaria de Andalucía, que incluye un seguimiento secuencial de los mosquitos, en los que el VNO se detectó mucho antes de los primeros casos en humanos.
“Además, los resultados muestran la utilidad de monitorear las variantes de secuencia del VNO, para las cuales los mosquitos representan una fuente confiable en áreas de circulación activa del virus. Para comprender completamente la historia ecológica y evolutiva de estas variantes, necesitamos aumentar el número de genomas secuenciados del VNO tanto a nivel local, nacional y supranacional y que abarquen varios años para obtener una imagen clara de la dinámica del VNO en Europa y África”, concluyen.