Un proyecto español lucha contra el acoso en las aulas con intervenciones asistidas con animales

La Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) ha llevado a cabo, junto a CITA Terapias y Animales, Psicopedagogía emocional y ModernFarmily, la 3ª edición del proyecto 'Emociones con Patas', el primer programa de Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) diseñado específicamente para trabajar la empatía y las emociones a través de los mismos como parte del currículum académico de los alumnos de 5º de primaria del Colegio Amanecer de Alcorcón, enfocándose durante este año en la prevención del acoso escolar, un problema que en la actualidad arroja cifras alarmantes, ya que, según indican estudios recientes, el 9,53% del alumnado de Primaria afirma haber sufrido acoso y un 9,2%, ciberacoso, frente al 4,58% que señala haber acosado alguna vez a un compañero.

"Desde que se produjera la aprobación de las enmiendas de la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados relativas a incluir la empatía hacia los animales en la nueva Ley de Educación, la Cátedra se ha comprometido firmemente en lo relativo a la formación en valores dirigida a menores, incluyéndola por primera vez, además, entre los fines del sistema educativo desde 2021 mediante el proyecto de Emociones con Patas, con el fin de favorecer el respeto hacia los seres vivos y los derechos de los otros animales. En esta edición hemos desarrollado módulos relacionados con la concienciación sobre la violencia o la gestión de límites, dado el problema exponencial que este tema supone en la actualidad, con el objetivo de ejercer como una herramienta de capacitación e impedir posibles conductas negativas futuras en los niños", explica Nuria Máximo, directora de la Cátedra Animales y Sociedad de la URJC.

Así, desde su implantación en el año 2021, el proyecto Emociones con Patas ha trabajado con un total de 237 menores, 12 profesores, 10 profesionales, entre los que se encuentran diferentes expertos de psicopedagogía y psicología, terapeutas ocupacionales, educadoras caninas y guías de IAAs y cerca de 30 animales: previamente adoptados, entrenados y seleccionados que, además, han sufrido y superado situaciones de maltrato y abandono; desarrollándose a lo largo de 54 sesiones que han perseguido, desde su primera edición, promover los beneficios de la formación en empatía hacia los otros animales.

De esta forma, los principales objetivos sobre los que se ha erigido este programa, que en esta ocasión ha contado con un total de 51 alumnos, han sido la concienciación sobre la violencia, que un 100% de los profesores y un 97% de los menores implicados ha considerado útil, o la gestión de los límites personales a través de la música y los perros, pretendiendo sentar las bases del respeto, la asertividad y la empatía.

“En los últimos años, han crecido exponencialmente las conductas de violencia en el entorno escolar, así como el ciberacoso a través de medios digitales, por lo que es esencial tomar medidas de concienciación que ejerzan como una estrategia de prevención, abarcando a los centros educativos, al profesorado y, en general, a la población. Ofrecer una mayor formación a este respecto a través de proyectos como este se ha vuelto fundamental para mantener una buena convivencia escolar, lo que además repercutirá en la mejora del rendimiento académico, el bienestar y la autoestima de los menores, además de prevenir diferentes expresiones de violencia”, subraya Nuria Máximo.

A lo largo de esta edición también se han trabajado otros módulos que han tratado sobre la convivencia responsable con animales, dando a conocer sus necesidades para brindarles un mejor cuidado, y sobre bienestar animal en perros senior, explicando las atenciones y el respeto que merecen con el fin de intentar reducir posibles conductas de abandono; aportando herramientas de inteligencia emocional que han permitido desarrollar competencias socioemocionales entre los estudiantes, fomentando el respeto e incentivando sus habilidades relacionales con el acompañamiento de los animales, o a través de la aplicación de técnicas de mindfulness, que pretenden que los menores alcancen un estado de consciencia y calma que les ayude a conocerse mejor, autorregular su conducta y ser más conscientes del momento presente.

A este respecto, la directora de la Cátedra Animales y Sociedad de la URJC señala que “ponemos en práctica las competencias de inteligencia emocional mediante una actividad que denominamos el tren de las soluciones, que permite a los niños expresar qué les preocupa, qué emoción les genera y qué necesitan para solucionarlo, logrando mejorar su autoestima, la relación con uno mismo y los demás. Así, mediante la creación de este espacio seguro para ellos, trabajamos con diferentes emociones comunes como el miedo, la tristeza o la rabia o el enojo, logrando generar, entre todos, un clima de confianza, respeto, empatía y escucha que les permite alcanzar mayor bienestar y felicidad”.