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Problemas mentales de humanos y perros, relacionados por la genética

El miedo de los perros está relacionado con los desórdenes mentales de los seres humanos, ya que en ambos casos subyacen factores genéticos similares

Problemas mentales de humanos y perros, relacionados por la genética

Problemas mentales de humanos y perros, relacionados por la genética

El miedo de los perros está relacionado con los desórdenes mentales de los seres humanos, ya que en ambos casos subyacen factores genéticos similares

Alfonso Neira de Urbina - 25-01-2019 - 11:20 H - min.

Un reciente estudio publicado en la revista Nature ha identificado dos nuevas regiones genómicas relacionadas con la ansiedad o miedo de los perros. Los investigadores han analizado tanto el miedo como la sensibilidad al ruido de los pastores alemanes y han descubierto que están relacionados con los desórdenes mentales de los humanos. Concretamente, la región asociada con el miedo se corresponde con el locus del cromosoma humano 18, asociado con diversos trastornos psiquiátricos. Mientras que la región genómica que influye en la sensibilidad al ruido incluye varios genes que están relacionados con el comportamiento (tanto de los humanos como de los cánidos) y los trastornos mentales.

Los resultados de la investigación, llevada a cabo por la Facultades de Medicina y Veterinaria de la Universidad de Helsinki y el Folkhälsan Research Center, indican que el miedo que sienten los perros es hereditario. Además, señalan la relación genética entre los trastornos mentales humanos y los cánidos.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores, liderados por Hannes Lohi, se centraron en dos formas de miedo canino, por un lado, la sensibilidad al ruido y, por otro, el miedo general, el cual abarca el temor a las nuevas situaciones y a los seres humanos desconocidos. Dos problemas que influyen en muchos perros, ya que se ha observado que hasta el 40% de la población canina de Finlandia sufre de sensibilidad al ruido y uno de cada cuatro perros, de temor.

“El miedo es una reacción vital e innata. Sin embargo, cuando se vuelve excesivo y una característica principal en la vida de un perro, se convierte en un problema de comportamiento”, ha señalado la coautora del estudio y doctoranda Riika Sarviaho. Lo que puede provocar que el perro sufra por ansiedad y desarrolle fobias, que se pueden expresar en agresividad, que en el peor de los casos le lleve atacar a otros animales o a humanos.

Más de 300 dueños de perros de raza pastor alemán rellenaron una encuesta, gracias a la cual los investigadores pudieron analizar la intensidad de miedo de cada perro. “Interpretar y medir el comportamiento es desafiante pero importante para el éxito de la investigación. Los perros extremadamente temerosos son excluidos de la población, por lo que a menudo su número es muy bajo. Para ampliar el conjunto de datos y la capacidad del estudio, también se han incluido casos menos extremos”, ha señalado Hannes Lohi.

MIEDO CANINO Y ESQUIZOFRENIA, RELACIONADOS POR LA GENÉTICA

En la investigación genética, la ansiedad generalizada en perros (miedo) se asoció con una región del cromosoma 7 canino, el cual se corresponde con una región del cromosoma 18 humano.

Según ha explicado Sarviaho, “este es un descubrimiento fascinante, ya que la región cromosómica 18p11 se ha relacionado con varias enfermedades psiquiátricas, como la esquizofrenia y el trastorno afectivo bipolar, ya en la década de los 90. El miedo es una parte integral de muchos trastornos mentales. La esquizofrenia ha sido descrita como miedo crónico. Los resultados indican que el miedo canino y los desórdenes psicóticos de los humanos pueden tener factores subyacentes similares”.

SENSIBILIDAD AL RUIDO, UN PROBLEMA COMPARTIDO POR HUMANOS Y PERROS

La sensibilidad de los perros al ruido se muestra de forma evidente cuando estos expresan miedo, por ejemplo durante una tormenta eléctrica o ante unos festejos con fuegos artificiales. En Veterinaria, la sensibilidad al ruido es considerada como una condición diagnóstica propia, pero los perros que son sensibles no tienen por qué ser necesariamente temerosos.

Este problema no es exclusivo de los cánidos, de hecho los humanos también pueden sufrirlo. Por ejemplo, en la misofonía y en la hiperacusia, ciertos sonidos causan sensaciones de incomodidad, miedo o incluso rabia. Sin embargo, la genética de trasfondo de estas enfermedades sigue siendo poco conocida tanto en la medicina humana como en la veterinaria.

“La región genómica asociada con la sensibilidad al ruido en los pastores alemanes es interesante. Esta incluye varios genes que han sido asociados con desórdenes mentales humanos. Entre otros, incluye un gen que codifica un receptor para el neurotransmisor glutamato, que se ha relacionado con la ansiedad y la audición. Otro gen de interés es el receptor de oxitocina OXTR, que se ha asociado con ansiedad, estrés y comportamiento social”, ha explicado Lohi.

En definitiva, el estudio, además de señalar la relación genética entre las dolencias humanas y animales, indica que el miedo canino es hereditario. Además, la primera investigación de estudios de comportamiento canino y genética que se realiza en una sola raza (los pastores alemanes) ha identificado un vínculo significativo entre el miedo de los perros y las regiones genómicas.

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