El Consejo General de Colegios Veterinarios de España ha publicado un informe preliminar con más de 100 incidencias sobre el acceso a medicamentos en farmacias
Primeros resultados de incidencias sobre medicamentos veterinarios en farmacias: Falta de disponibilidad, demoras y cambios erróneos
El Consejo General de Colegios Veterinarios de España ha publicado un informe preliminar con más de 100 incidencias sobre el acceso a medicamentos en farmacias
Francisco Ramón López -
16-05-2025 - 12:12 H - min.
El pasado mes, el Consejo General de Colegios Veterinarios de España puso en marcha un buzón de incidencias sobre dispensación de medicamentos para que los profesionales informen de los problemas que surgen en la práctica diaria para el acceso en las farmacias, por parte de las personas responsables de animales, a la medicación prescrita.
Desde la entrada en vigor de la notificación obligatoria de antibióticos para animales de compañía a través de Presvet, el sector ha recrudecido sus quejas sobre los problemas de acceso a medicamentos veterinarios a través de las farmacias, que son los establecimientos que, por ley, cuentan con las competencias de dispensación.
Ahora, el Consejo General ha publicado los primeros resultados en un informe preliminar, al que ha tenido acceso Animal’s Health, que recoge más de 100 incidencias enviadas desde toda España.
Estas afectan a al menos 54 medicamentos distintos, en más de un 80% productos de uso veterinario, incluyendo una alta proporción de antibióticos, así como antiinflamatorios, analgésicos y medicamentos de uso crónico continuado como los antiepilépticos y los tratamientos para enfermos cardíacos o tiroideos.
El informe indica que la principal causa de incidencia, en el 52,45% de los casos, es la falta de disponibilidad en la farmacia, en la que tan solo se explicita al cliente que no se tiene la medicación.
La segunda causa, con un 18,03%, es el tiempo prolongado en obtener la medicación, con retrasos de entre 3 días a 30 días, y una media de 7 días. En palabras recogidas del buzón: “Animal vuelve a revisión sin haber sido medicado”.
Una tercera causa, con el 9,01%, son los casos en que “dicen al cliente que no existe” el medicamento o que “está descatalogado”, a pesar de que el Consejo General ha verificado que todos los productos sobre los que se reportan incidencias han sido comprobados tanto en CIMAVET como en CIMA y aparecen como dados de alta y comercialmente activos, y que no se encuentran en la actualidad en rotura de stock.
También se documentan “cambios erróneos del producto”, que representan el 8,19% de las incidencias, “sobre todo con variaciones en la concentración del medicamento, que llegan a ser de hasta una multiplicación por 10 de la dosis”. Entre los ejemplos recogidos se encuentra el caso en el que “cambian por Cardalis, medicamento completamente distinto” o el “cambio sin aviso a Augmentine 500. Comentan al cliente que es mucho más barato. Enfado del propietario”.
Además, un 6,55% de las incidencias se debe al cambio en el tipo de envase, generalmente a envase clínico de 100 comprimidos, que según el informe son “del todo ineficientes en los tratamientos de animales de forma individual”.
El resto de las causas son consideradas “puntuales”, incluyendo errores administrativos, la “no validación de algunas recetas particulares o de la receta electrónica”, y la “no dispensación de varios medicamentos cuando constan en la misma receta”. También se cita que “exigen dos recetas separadas, aun siendo para el mismo animal y la misma patología”, o que “no admiten la receta por no ser del colegio”.
El informe concluye que, en muchas de estas respuestas, existe un “desinterés por parte del dispensador de intentar conseguir el producto que se le reclama”, lo que se refleja en afirmaciones como “dicen al cliente que no existe” o en la derivación a otras farmacias.
El Consejo destaca que “en los casos en que sí hay interés en proveer al cliente de la medicación, lo que se reportan son dificultades en la obtención de los productos, llegando hasta una máxima de un mes de margen”, además de “dificultades en la adaptación de los envases, con sesgos hacia la obtención con mayor facilidad de los envases clínicos”.
Asimismo, el estudio subraya que entre las más de 100 incidencias recogidas “se reporte tan solo uno con un preventivo antiparasitario”. Esto puede deberse a que “al ser estos productos antiparasitarios preventivos medicamentos de alta rotación y amplio margen económico, se encuentren con más facilidad en las farmacias que otros medicamentos de menor rotación e interés económico, aunque de mayor interés para el bienestar de los animales”.
En sus conclusiones preliminares, el Consejo General advierte que “todos estos productos son imprescindibles para aliviar los procesos patológicos de los animales de compañía y mantenerlos dentro de los deseables parámetros de bienestar y protección animal”, y que “su ausencia o dificultad de obtención en las farmacias puede complicar los cuadros patológicos de los animales al retrasar o impedir la continuación de sus tratamientos”.
“El estudio continúa abierto y recogiendo datos de incidencias, que se plasmarán en documentos posteriores con la nueva información añadida”, señalan desde la OCV.