Una paciente se encuentra ingresada en el Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla tras contraer el virus del Nilo Occidental en Marruecos
Primer caso de virus del Nilo en España de este verano importado de Marruecos
Una paciente se encuentra ingresada en el Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla tras contraer el virus del Nilo Occidental en Marruecos
Redacción - 19-08-2022 - 09:04 H - min.
La Junta de Andalucía acaba de informar de una paciente que se encuentra ingresada en el Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla tras contraer el virus del Nilo Occidental, por lo que se trataría del primer caso de esta temporada vectorial.
Según ha informado la Consejería de Salud y Consumo a este medio, se trata de un caso importado de Marruecos, por lo que no se puede considerar un caso autóctono. De esta manera, España parece seguir esquivando este año la incidencia de esta enfermedad, a diferencia de otros países europeos, como Italia o Grecia.
Andalucía ha sido la región más afectada por esta enfermedad en los últimos años. De hecho, en el verano de 2020 se produjeron en España 77 casos humanos (56 en Sevilla, 15 en Cádiz y 6 en Badajoz) y 8 de ellos fallecieron. En 2021, la incidencia ya fue menor y España notificó 7 casos humanos, uno de ellos mortal.
Los focos en équidos también afectaron a Andalucía en 2020, pues se declararon en España un total de 139, la mayoría en esta comunidad: Andalucía (125), Extremadura (7), Cataluña (6) y la comunidad Valenciana (1). También se detectaron 12 aves positivas.
En 2021, por su parte, se declararon 11 focos en équidos, 9 en Andalucía y 2 en Cataluña, así como un total de 7 focos en aves silvestres en Cataluña.
La fiebre del Nilo Occidental (FNO) es producida por un arbovirus de la familia Flaviviridae (Virus de la FNO) que afecta principalmente a aves, aunque también puede afectar a mamíferos, pudiendo causar enfermedad tanto en caballos como en personas.
La enfermedad se transmite por la picadura de un vector artrópodo, tratándose generalmente de mosquitos del género Culex (C. pipiens y C. modestus en Europa y C. perexiguus en el Sur de Europa). Los équidos y las personas actúan de fondo de saco epidemiológico, es decir, padecen la infección y en algunos casos la enfermedad, pero no la transmiten ni actúan como reservorios.
La mayor parte de las infecciones en personas y équidos son asintomáticas, pero un pequeño porcentaje puede desarrollar una forma grave de la enfermedad caracterizada por un cuadro de encefalomielitis con sintomatología neurológica.