DOMINGO, 23 de marzo 2025

DOM, 23/3/2025

PROFESIONALES

La prevención, clave contra el estrés y el burnout del veterinario

El estrés y el burnout son problemas habituales entre los veterinarios y la prevención es un arma clave para combatirlos

La veterinaria Núria Tabares Rivero, experta en neuromarketing y coaching.
La veterinaria Núria Tabares Rivero, experta en neuromarketing y coaching.

La prevención, clave contra el estrés y el burnout del veterinario

El estrés y el burnout son problemas habituales entre los veterinarios y la prevención es un arma clave para combatirlos

Redacción - 27-06-2023 - 14:28 H - min.

El actual ritmo de vida lleva aparejado una serie de rutinas que, en muchos casos, no son beneficiosas para la salud. Además, en el aspecto laboral, hay determinados condicionantes que pueden ser el origen de algo más preocupante.

Núria Tabares, licenciada en Veterinaria y experta en coaching y neuromarketing, identifica en un artículo compartido por la Asociación Madrileña de Animales de Compañía (AMVAC) distintos motivos que podrían desencadenar una creciente tensión laboral.

Entre otros, están las largas jornadas de trabajo, los clientes muy exigentes, el estrés ético y moral, ser testigos del maltrato animal, afrontar continuas guardias nocturnas y/o de fin de semana, el acceso y exposición a la eutanasia animal, etc. “Todo ello, ya sea de forma aislada o como la suma de varios de ellos, proporcionan un caldo de cultivo idóneo para la aparición del estrés y el ‘burnout’ en la profesión veterinaria”, remarca.

De esta forma, explica que el síndrome de burnout o ‘síndrome del trabajador quemado’ hace referencia a la cronificación del estrés laboral. Este se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y llega a alterar la personalidad y autoestima del trabajador.

“Es un proceso en el que progresivamente el empleado sufre una pérdida del interés por sus tareas y va desarrollando una reacción psicológica negativa hacia su ocupación laboral”, subraya.

De esta forma, recuerda que, según datos de VetSurvey, en España, el 64% de los veterinarios se considera estresado. Un porcentaje muy elevado si se compara con otras profesiones que no se ven influidas por la toma de decisiones rápidas, el trabajo en urgencias, la acción o la autopresión, entre otros, por lo que no son pocas las voces que abogan por un reconocimiento del estrés como enfermedad profesional de este colectivo. Además, el 80% de los veterinarios españoles se ha planteado alguna vez abandonar la profesión.

VETERINARIOS AGOTADOS Y LA INFLUENCIA DEL SECTOR

Gestionar con éxito el estrés supone ser conscientes tanto de cuando lo sufre uno mismo como cuando lo padece el entorno. Para Tabares, es imprescindible poner el foco en la “prevención” y dejar en manos de profesionales aquellas situaciones en las que el burnout ya tiene nombre y apellidos.

Para hacer un buen diagnóstico, es fundamental recopilar todos los datos. Por ejemplo, pese a que faltan veterinarios sobran vocaciones. Es decir, la carrera universitaria despierta el interés de los alumnos, siendo, en el caso de las niñas, su segunda opción al ser preguntadas por sus aspiraciones cuando crezcan. Así que los problemas comienzan durante la práctica del ejercicio profesional.

La veterinaria explica que para para abordarlos con garantía de éxito se hace necesario estudiar el estrés desde tres puntos de vista diferentes: El sector, el centro veterinario e individualmente.

En cuanto al sector, a parte de los motivos de generación de estrés ya señalados, Tabares considera que no se puede olvidar tampoco otros nuevos como la falta de personal en las clínicas, la ausencia de control sobre los tratamientos debido a las limitaciones de costes por parte de los propietarios de mascotas, los inesperados resultados clínicos, el inadecuado apoyo profesional o falta de empatía y la problemática que se desencadena durante la transición de la universidad al futuro empleo.

“Además, hay un elemento nada desdeñable que debemos citar: las agresiones. Ya sean físicas o a través de internet y/o las redes sociales han adquirido, en los últimos años, un peso que va en aumento”, lamenta la veterinaria.

EL CENTRO VETERINARIO Y LOS ASPECTOS INDIVIDUALES DEL ESTRÉS

En el caso del centro veterinario, defiende que “no por previsibles, sus razones dejan de tener importancia”. Así, la búsqueda de una mayor rentabilidad por parte del propietario de la clínica puede ser una de las mayores causas de estrés.

En segundo lugar, indica, se encuentra el establecimiento de determinados protocolos que pueden agravar, aún más, esta situación. Por último, el centro puede ser, al contrario, un gran disolvente del estrés si, por ejemplo, pone en marcha acciones que contribuyan a generar una mayor motivación entre sus trabajadores que permite reducir este nerviosismo laboral de forma casi lineal y automática. “Recuerda: a mayor motivación, menor estrés”, remarca la veterinaria.

Por último, Tabares apunta que el estrés hay que abordarlo desde un aspecto individual. Cada persona reacciona de forma diferente ante idénticos problemas. “Lo que para uno puede significar la gota que derrama el vaso; otra persona puede ni siquiera darle importancia. Por eso, no hay que tratar de restarle relevancia a cada una de las razones que esgrimen los profesionales que dicen sentirse bajo presión”, subraya.

“La reducción del riesgo de aparición del estrés profesional se consigue mediante la prevención por medio de dos líneas de actuación: proactiva (aquella estrategia de acción que intenta prevenir la ocurrencia de factores de riesgo) y reactiva (tiene como objetivo preparar al sujeto para que reaccione de forma efectiva ante una situación de peligro)”, incide la veterinaria.

En ambos casos se busca un fortalecimiento tanto físico como psicológico del profesional que le ayude a asumir cada contratiempo sobrevenido de forma controlada. Cada persona tiene ritmos diferentes y encontrará soluciones distintas con las que poder construir su propia “armadura” para defenderse del estrés.

“Unos hallarán respuesta en su familia, amigos, el ocio o la automotivación. Otros en el humor o en los viajes. Pero todos coincidirán en la necesidad de no dejarse abatir por el victimismo y apostar por un cambio de percepción que aleje, cada día, el estrés del puesto de trabajo”, concluye.

EL SECTOR, CONCIENCIADO CON LA LUCHA CONTRA EL ESTRÉS Y BURNOUT DE LOS VETERINARIOS

El estrés y el burnout son problemas habituales en los centros veterinarios y desde el sector de la salud animal se están desarrollando iniciativas para paliarlos y ayudar a los profesionales sanitarios a combatirlos.

Es el caso de Provet Cloud, el software líder de gestión de clínicas veterinarias de Nordhealth, que incluso centró su participación en la feria Iberzoo+Propet de este año en la salud mental de los veterinarios.

Y es que Provet Cloud ha puesto en marcha este 2023 la campaña ‘No tengo tiempo’, con el objetivo de visibilizar y combatir el estrés en los centros veterinarios, además de publicar una serie de artículos para concienciar a la profesión y facilitar la práctica clínica a los veterinarios, al descargarles de tareas administrativas mediante el uso del software.

Por otro lado, desde Hill’s Pet Nutrition han abordado la importancia de la salud mental en veterinaria. De hecho, contaron con Núria Tabares en un episodio de la serie de entrevistas a expertos ‘De veterinario a veterinario’, en el que la especialista trató el ‘burnout’ y proporcionó consejos para luchar contra este problema.

Además, han apoyado a la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales en la redacción de su certificado mundial de desarrollo profesional y bienestar personal para veterinarios.

Otro claro ejemplo es el de Livisto. En este caso cuentan con HappyVetProject, una plataforma para el autocuidado de los veterinarios y auxiliares que cuenta con un portal gratuito con contenido multimedia variado donde la comunidad veterinaria podrá disponer de fórmulas y herramientas de autogestión a medida para la salud mental y el estrés derivado de la profesión clínica.

Por último, debido al problema del estrés, el burnout y su impacto en la salud mental de los profesionales de la veterinaria y la salud animal, otras instituciones también proporcionan recursos, como el Colegio de Veterinarios de Madrid (Colvema) que dispone del Servicio de Atención Psicológica, que en 2022 llegó a atender a más de 130 colegiados.

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