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Piden más vigilancia de la fauna silvestre para que no se convierta en reservorio del Covid-19

La OIE, la FAO y la OMS subrayan que la circulación del SARS-CoV-2 en fauna silvestre puede facilitar la aparición de nuevas variantes del virus

Monique Eloit, directora general de la Organización Mundial de Sanidad Animal.
Monique Eloit, directora general de la Organización Mundial de Sanidad Animal.

Piden más vigilancia de la fauna silvestre para que no se convierta en reservorio del Covid-19

La OIE, la FAO y la OMS subrayan que la circulación del SARS-CoV-2 en fauna silvestre puede facilitar la aparición de nuevas variantes del virus

Redacción - 07-03-2022 - 11:48 H - min.

La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han emitido un comunicado conjunto en el que piden que se priorice la vigilancia de la infección por el SARS-CoV-2 en la fauna silvestre para prevenir que los animales se conviertan en reservorio del virus.

“Al entrar en el tercer año de la pandemia, el SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, se está propagando entre las personas a un nivel intenso en todo el mundo. Hay muchos factores que están impulsando la transmisión. Uno de ellos es la aparición de variantes altamente transmisibles que son motivo de preocupación, la última de las cuales es Omicron. El virus sigue evolucionando y el riesgo de que aparezcan variantes en el futuro es alto”, apuntan las organizaciones en el comunicado.

También, indican que, aunque la pandemia de Covid-19 está impulsada por la transmisión de persona a persona, se sabe que el virus SARS-CoV-2 también infecta a especies animales. A este respecto, explican que, hasta donde se sabe, la fauna silvestre no desempeña un papel importante en la propagación del SARS-CoV-2 en el ser humano, pero el contagio de los animales puede afectar a la salud de sus poblaciones y facilitar la aparición de nuevas variantes del virus.

Además de los animales domésticos, hasta ahora se han observado animales salvajes en libertad, en cautividad o de granja, como grandes felinos, visones, hurones, ciervos de cola blanca norteamericanos y grandes simios, infectados por el SARS-CoV-2. Hasta la fecha, se ha demostrado que los visones de granja y los hámsteres de compañía pueden infectar a los humanos con el coronavirus y actualmente se está estudiando un posible caso de transmisión entre un ciervo de cola blanca y un humano.

“La introducción del SARS-CoV-2 en la fauna silvestre podría dar lugar al establecimiento de reservorios animales. Por ejemplo, se ha informado de que aproximadamente un tercio de los ciervos de cola blanca silvestres en los Estados Unidos de América se han infectado con el SARS-CoV-2, inicialmente a través de varios eventos de transmisión entre humanos”, advierten.

Y es que, apuntan que los linajes de SARS-CoV-2 detectados en ciervos de cola blanca también han circulado en poblaciones humanas cercanas. Se ha demostrado que los ciervos de cola blanca eliminan el virus y lo transmiten entre ellos.

Por ello la FAO, la OIE y la OMS hacen un llamamiento a todos los países para que tomen medidas para reducir el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 entre los seres humanos y la fauna silvestre con el objetivo de mitigar el riesgo de aparición de variantes y para proteger tanto a los seres humanos como a la fauna silvestre. “Instamos a las autoridades a que adopten la normativa pertinente y difundan las recomendaciones previamente publicadas por la FAO, la OIE y la OMS a las personas que trabajan en estrecho contacto con la fauna silvestre o la manipulan”, manifiestan.

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Así, explican, el personal que trabaja en estrecho contacto con la fauna silvestre debe recibir formación para aplicar medidas que reduzcan el riesgo de transmisión entre personas y entre personas y animales, utilizando los consejos de la OMS sobre cómo protegerse y prevenir la propagación del Covid-19, y las directrices de la OIE y la FAO sobre el uso de equipos de protección personal y buenas prácticas de higiene en torno a los animales, incluidas las buenas prácticas de higiene para cazadores y carniceros.

“Las pruebas actuales sugieren que los seres humanos no se infectan con el virus del SARS-CoV-2 por comer carne, pero unas técnicas adecuadas de carnicería y preparación de alimentos, incluyendo unas prácticas de higiene apropiadas, pueden limitar la transmisión de coronavirus, incluido el SARS-CoV-2, y otros patógenos zoonósicos”, señalan.

La FAO, la OIE y la OMS subrayan que la sociedad debe ser educada sobre el contacto con la fauna silvestre. Algunos animales salvajes pueden acercarse a asentamientos humanos y zonas residenciales. Como precaución general, la gente no debe acercarse ni alimentar a los animales salvajes, ni tocar o comer los que están huérfanos, enfermos o encontrados muertos (incluidos los atropellados). En su lugar, deben ponerse en contacto con las autoridades locales de la fauna silvestre o con un profesional de la salud de la fauna silvestre.

“También es crucial deshacerse de forma segura de los alimentos no consumidos, las mascarillas, los pañuelos y cualquier otro residuo humano para evitar atraer a la fauna silvestre, especialmente en las zonas urbanas y, si es posible, mantener a los animales domésticos alejados de la fauna silvestre y sus excrementos”, aconsejan.

Por otro lado, las organizaciones animan a los servicios nacionales de sanidad animal y humana de los países a adoptar medidas como el fomento de la colaboración entre los servicios veterinarios nacionales y las autoridades nacionales encargadas de la fauna silvestre, cuya asociación es clave para promover la salud animal y salvaguardar la salud humana y medioambiental.

Asimismo, recomiendan promover la vigilancia de la fauna silvestre y fomentar la toma de muestras de animales silvestres que se sabe que son potencialmente susceptibles al SARS-CoV-2; informar a la OIE de los casos animales confirmados de SARS-CoV-2 a través del Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (OIE-WAHIS); y suspender la venta de mamíferos silvestres capturados vivos en los mercados de alimentos como medida de emergencia.

Por último, también hacen hincapié en que se elaboren con cuidado los mensajes sobre el SARS-CoV-2 en los animales para que las percepciones inexactas de la sociedad no repercutan negativamente en los esfuerzos de conservación. “Ningún animal infectado por el SARS-CoV-2 debe ser abandonado, rechazado o sacrificado sin que se justifique con una evaluación del riesgo específica del país o del evento”, destacan.

“Nuestras organizaciones subrayan la importancia de vigilar las poblaciones de mamíferos silvestres para detectar la infección por el SARS-CoV-2, notificar los resultados a los Servicios Veterinarios Nacionales (que informan de estos hallazgos a la OIE) y compartir los datos de la secuenciación genómica en bases de datos de acceso público. Los países también deberían adoptar precauciones para reducir el riesgo de establecimiento de reservorios animales y la posible aceleración de la evolución del virus en nuevos huéspedes, lo que podría dar lugar a la aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2. Tales medidas preservarán la salud de la valiosa fauna silvestre y de los seres humanos”, concluyen las organizaciones en su comunicado.

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