La OIE lanza su cuarto informe anual de antimicrobianos en animales

La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) ha presentado su nuevo 'Informe sobre los agentes antimicrobianos destinados a ser utilizados en los animales', que marca cuatro años de recopilación de datos y de “estrecha colaboración” entre la OIE y los países miembros.

“Con el fin de garantizar el uso responsable de los agentes antimicrobianos, los esfuerzos del sector de la sanidad animal constituyen un componente clave de gran influencia en el desarrollo de una base de datos destinada a incrementar la precisión de los sistemas nacionales y mundiales de vigilancia y seguimiento del uso de antimicrobianos en el sector animal”, defiende la organización.

En la cuarta ronda de colecta de datos participó un total de 153 países, lo que para la OIE “da prueba de una vigilancia nacional sostenida en todas las regiones”. “Cada vez es mayor el nivel de participación de los países capaces de proporcionar datos cuantitativos”, celebran.

A lo largo de los años, los países se han comprometido a proteger la eficacia de los agentes antimicrobianos mediante la reducción del uso en los animales de los antibióticos destinados a la promoción del crecimiento.  Este cuarto informe demuestra que un porcentaje cada vez menor de países utiliza promotores del crecimiento, pasando del 73% que no lo hacía en 2018 al 77% de este año.

En total, 93 países proporcionaron datos cuantitativos sobre el porcentaje de clases de antimicrobianos para uso en los animales que se declararon en 2016. Las tetraciclinas fueron una de las clases de antimicrobianos más comúnmente notificadas a nivel mundial y a lo largo del tiempo.

ASIA Y OCEANÍA, LAS REGIONES QUE USAN MÁS ANTIMICROBIANOS

En cuanto a las cantidades de agentes antimicrobianos para uso en animales, calculadas en función de la biomasa animal (mg/kg), brindaron también un panorama regional del uso en 2016 en estos 93 países.

Si bien Asia, el Extremo Oriente y Oceanía comunicaron la mayor cantidad de agentes antimicrobianos destinados a ser utilizados en animales, la región también mostró las mayores diferencias entre las cantidades notificadas por cada uno de los países. Para la OIE, La composición por especies de la biomasa regional podría constituir un elemento importante de esta diferenciación.

Los datos presentados en este informe, defiende la autoridad sanitaria, traducen el compromiso de los países por comunicar datos más precisos que puedan utilizarse como base de pruebas para optimizar el uso responsable de los agentes antimicrobianos, como el establecimiento de puntos de referencia de los indicadores del Plan de Acción Nacional.

“El desarrollo de una base de datos mundial sólida, diseñada para aumentar la comprensión global que se tiene del uso de los antimicrobianos en los animales, es un objetivo permanente de la Estrategia de la OIE sobre la resistencia a los antimicrobianos", señala Monique Eloit, directora general de la OIE.

Además, Eloit asegura que la colaboración con los países miembros y la mejora de la capacidad nacional para vigilar y supervisar el uso de antimicrobianos han generado “un impacto positivo en la base de datos”.

“El compromiso de seguimiento que asumen la OIE y sus países miembros a través de sus planes de acción nacionales sobre la RAM es inestimable para la recopilación de datos en el sector zoosanitario”, manifiesta.

Este cuarto informe ofrece un análisis y una comprensión dentro del contexto mundial y regional del uso de antimicrobianos en el sector animal, aunque también vale destacar el refuerzo de capacidades encabezado por la OIE.

Y es que hasta la fecha, 265 representantes de oficinas y organizaciones nacionales, regionales y mundiales han participado en talleres de formación sobre la base de datos con el objetivo de ayudar a los países a optimizar sus sistemas de recolecta de datos sobre el uso de antimicrobianos.