Nace un movimiento de veterinarios para defender la profesión

Más allá de colegios profesionales y organizaciones institucionales, un grupo de veterinarios de toda España lleva meses tratando de organizarse para colaborar en la defensa de la profesión.

De momento, como explica Carlos Riveira, uno de los integrantes de este movimiento espontáneo, en declaraciones exclusivas para Animal’s Health, se están creando grupos de contacto mediante plataformas de telegram o whatsapp en los que participan más de 1.000 veterinarios de al menos 11 comunidades autónomas, y ya se han realizado reuniones presenciales en varias autonomías. 

La intención de este movimiento no es otra que “crear puntos de encuentro entre propietarios de clínicas, asalariados y autónomos, y que logremos alcanzar acuerdos y mejorar el estado de nuestra profesión”, señala Riveira.

Entre sus primeros objetivos, la plataforma busca conseguir que se establezcan convenios colectivos del sector a nivel autonómico de cara a, en un futuro, conseguir crear uno nacional. Para ello, indica Riveira “es importante que se creen asociaciones empresariales donde aún no las haya y que también se creen sindicatos que tengan poder de negociación, ya que según calculamos en una encuesta el 89% de los veterinarios no tienen actualmente ninguna vinculación con una asociación profesional o sindicato”, señala es portavoz del movimiento que, asegura, no tiene ningún líder ni referente.

En este sentido, el grupo asegura que ya hay autonomías como Madrid donde la formación del sindicato está más avanzada, aunque en otras aún se debate la forma de organización del mismo; y se está barajando crear dos asociaciones empresariales, a parte de las ya existentes, e incluso una asociación relacionada con la ética en el ámbito veterinario.

La iniciativa, en suma, trata de “intentar poder organizarnos de forma definitiva como profesión, para que nos podamos ayudar los unos a los otros e intentar mejorarla, tanto en lo relativo al apartado laboral como de cara al reconocimiento social”, añade Riveira.

Este movimiento, no obstante, no tiene por qué entrar en conflicto con organizaciones ya existentes como los colegios de veterinarios o la Confederación Empresarial Veterinaria Española ya que, según Riveira, “algunas instituciones colegiales nos apoyan, pero por sus estatutos tienen que ser neutrales. Se tienen que mantener al margen, por ejemplo, de los convenios laborales. Por eso queremos organizarnos de otra forma”.