Los mataderos británicos podrían quedarse sin veterinarios

La Asociación de Veterinarios Británica (BVA por sus siglas en inglés) ha emitido un comunicado criticando las medidas de inmigración propuestas por el Gobierno de Theresa May que se pondrían en marcha tras el Brexit. La falta de profesionales veterinarios en Reino Unido ya ha sido puesta en conocimiento de las autoridades del país en diversas ocasiones por la BVA. Esta vez, desde el organismo veterinario se manifiestan contra el establecimiento del salario mínimo para inmigrantes cualificados de 30.000 libras anuales.

Y es que el Gobierno británico ha decidido regular la inmigración mediante un sistema de habilidades, estableciendo que no se pondrán límites para los inmigrantes cualificados, tales como ingenieros, médicos y demás universitarios, pero éstos únicamente podrán solicitar un visado por 5 años en los casos en los que cobren las 30.000 libras anuales que se exigen de mínimo. De lo contrario solo se podrá solicitar un visado de un año de duración y posteriormente tendrán que permanecer fuera del país durante 12 meses antes de volver a solicitar el visado anual.

95% DE VETERINARIOS EXTRANJEROS EN LOS MATADEROS

Ante estas medidas políticas, la BVA ha manifestado la dependencia que actualmente sufre el país de veterinarios europeos, ya que no se dispone en Reino Unido de veterinarios suficientes para abarcar todo el volumen de trabajo en esta profesión. Además, la BVA da un dato importante, “el 95% de los veterinarios que trabajan en mataderos británicos son extranjeros, predominantemente de la Unión Europea”. Y según informa la BVA, el personal veterinario de los mataderos en Reino Unido cobra un salario medio anual de unas 20.000 libras, es decir, 10.000 libras por debajo del mínimo exigido por las autoridades para la concesión de visados de 5 años.

Aunque, según especifica la empresa encargada de las contrataciones de profesionales veterinarios para los mataderos del país, Eville and Jones, el dato ofrecido por la BVA está "desactualizado". Así, en la actualidad, un veterinario sin experiencia previa, es contratado para trabajar en un matadero por unas 28.000 libras anuales que, posteriormente (5 o 6 meses después) pasan a ser 30.000. Para veterinarios con experiencia el salario sería de unas 35.000 libras anuales, mientras que para los auxiliares de veterinaria (allí denominados enfermeros veterinarios), el salario sería de unas 20.000 libras.

Por lo tanto, desde la Asociación de Veterinarios piden al Gobierno que, en materia de inmigración, antes de legislar, observen la situación de la veterinaria británica, puesto que, con la medida anteriormente mencionada, en la que se establece un salario mínimo tan alto para inmigrantes, un 95% de los veterinarios de los mataderos no podrían ejercer su profesión en el país. Además, se tiene que tener en cuenta que la labor de los profesionales en los mataderos es de vital importancia, según se apunta desde la BVA, puesto que su trabajo repercute directamente sobre la salud pública y una falta veterinarios podría constituir un problema bastante grave a tener en cuenta.