VIERNES, 29 de marzo 2024

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PROFESIONALES

Las 10 líneas rojas de los sindicatos veterinarios para el convenio

Un grupo de sindicatos y de representantes veterinarios han formado un grupo de trabajo para hacer llegar a las partes negociadoras los límites que no se deben sobrepasar para no vulnerar los derechos éticos y laborales de los veterinarios.

Los sindicatos veterinarios quieren que el convenio ayude a los veterinarios a conciliar vida laboral y familiar y reducir el estrés de la profesión.
Los sindicatos veterinarios quieren que el convenio ayude a los veterinarios a conciliar vida laboral y familiar y reducir el estrés de la profesión.

Las 10 líneas rojas de los sindicatos veterinarios para el convenio

Un grupo de sindicatos y de representantes veterinarios han formado un grupo de trabajo para hacer llegar a las partes negociadoras los límites que no se deben sobrepasar para no vulnerar los derechos éticos y laborales de los veterinarios.

Francisco Ramón López - 07-05-2019 - 15:00 H - min.

En estos momentos la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE), como representante de la patronal, y los sindicatos mayoritarios nacionales y autonómicos UGT, CCOO y CIG, como representantes de los trabajadores, están negociando el primer convenio colectivo del sector veterinario a nivel nacional.

Hasta el momento solo existía un convenio del sector de las clínicas veterinarias de Alicante registrado en 2014. Precisamente será en este en el que se basará el futuro convenio estatal que se está negociando, sobre el que lo poco que se sabe con certeza hasta el momento es que estará vigente hasta 2021 y tendrá un ámbito de actuación en todas las empresas que se dediquen a dar asistencia a los animales, tanto mascotas como grandes animales, bien sea en clínica o fuera de ésta.

Aunque ningún sindicato veterinario está sentado a la mesa de negociación, ya que el sector está compuesto en su gran mayoría por centros de trabajo pequeños, de menos de 6 trabajadores, algo que imposibilita que se pueda concurrir a elecciones sindicales, un grupo de representantes veterinarios comenzaron a movilizarse para hacer llegar lo que consideran los principales límites del sector que no se deben rebasar si se pretendía alcanzar un acuerdo justo que no vulnere los derechos éticos y laborales de los veterinarios.

Precisamente para esto, para tratar de conseguir el mejor convenio posible, nació el Grupo Nacional de Líneas Rojas, compuesto por representantes de varias de las autonomías y de los sindicatos veterinarios USVEMA, Sindicat Veterinàri-COS y Veterinaria Digna Madrid, así como por veterinarios de las provincias de Galicia, Asturias, Castilla-La Mancha, La Rioja, Valencia, Canarias, Cantabria, Andalucía, Extremadura y Aragón.

Su objetivo es establecer contacto con los sindicatos mayoritarios negociadores para ofrecerles información y asesoramiento en cuestiones específicas del trabajo en el sector veterinario, pues aseguran que desconocen su funcionamiento, así como para presionar y hacerles llegar las peticiones que el colectivo veterinario considera más prioritarias y urgentes, los límites que no se deben rebasar si se pretende cerrar un acuerdo justo, es decir, establecer líneas rojas.

LAS 10 LÍNEAS ROJAS

La principal, y que más se ha remarcado en un informe llevado a cabo con la información obtenida de sus conversaciones con UGT, CCOO y CIG, es el rechazo a la inclusión de horas complementarias en el convenio, el número de horas que el veterinario tiene que estar disponible para la empresa por encima de las horas de trabajo ordinario, cubriendo guardias y atendiendo el teléfono de urgencias fuera de la jornada laboral.

Asimismo, critican que hasta el momento no se haya llegado a un acuerdo en el convenio que respete las 12 horas de descanso entre jornadas siempre, algo que no ocurre cuando un trabajador se incorpora por la mañana a trabajar tras tener que cubrir una urgencia nocturna.

También solicitan que se incluya un complemento salarial por riesgos laborales, como ya ocurre en algunos convenios de clínicas privadas humanas, y que se implementen “todas las medidas necesarias” para minimizar el impacto de los medicamentos para animales en la salud de los veterinarios.

En este punto, también piden que en el convenio se incluya un artículo para que los centros veterinarios se acojan a la futura ley estatal sobre medicamentos peligrosos ya que, de momento, los veterinarios están fuera.

La quinta petición del grupo de trabajo es que se desarrolle “exhaustivamente” el articulado referente al sistema de formación continuada, para que no suponga “una carga económica más” para el personal contratado.

Además, los veterinarios solicitan que se desarrolle un método “objetivo y externo” de clasificación profesional en función de criterios de preparación y competencia, para limitar “criterios subjetivos”.

Entre sus reclamaciones está también una íntimamente relacionada con el hecho de que los sindicatos veterinarios no tengan apenas fuerza en el sector, y es que se puedan realizar elecciones sindicales en los centros de trabajo con cuatro o más trabajadores, a diferencia de los 6 necesarios en el estatuto general.

En la misma línea, piden poder comunicarse con la patronal y con los sindicatos sentados a la mesa de la Comisión paritaria.

También solicitan que se instaure una comisión de seguimiento de la formación continuada.

Por último, piden un “sueldo digno y justo” que se equipare a las responsabilidades, obligaciones y categoría profesional de los profesionales sanitarios. Precisamente este punto es el que más quebraderos de cabeza está generando a las partes negociadoras.

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