La transparencia entre veterinario y su equipo evita fricciones y problemas que posteriormente se transmiten al cliente y, como consecuencia, se ve reflejada en la economía de la empresa, apuntan los expertos
La falta de comunicación en la clínica daña el negocio
La transparencia entre veterinario y su equipo evita fricciones y problemas que posteriormente se transmiten al cliente y, como consecuencia, se ve reflejada en la economía de la empresa, apuntan los expertos
Fernando Núñez Benítez - 25-10-2018 - 14:00 H - min.
En el contexto de las charlas que está llevando a cabo el Colegio de Valencia (ICOVV) con el objetivo de formar en distintas materias a sus colegiados, ha realizado unas sesiones para tratar la relación de los veterinarios con sus empleados.
Al curso acudieron diferentes perfiles de profesionales de la veterinaria (desde veterinarios junior y senior hasta jefes clínicos y gestores de clínicas veterinarias) donde hicieron un repaso a diferentes áreas, “desde el punto de vista de márgenes de la economía, problemas que generan los descuentos mal realizados, cómo plantear una campaña y cómo optimizar el tiempo”, entre otros, explica Raquel García, colegiada del Colegio de Veterinarios de Valencia, en declaraciones a Animal’s Health.
Con el fin, según informan los responsables del curso, Irma Pascual y Vicente Lloret, “de buscar una gestión compartida, de crear y sincronizar un equipo para compartir objetivos y saber gestionar las expectativas laborales de cada uno de sus miembros”, insistieron en la transparencia con los empleados para evitar fricciones.
Por ello, remarcan que una buena comunicación entre jefe y empleado es clave para el negocio. “Se debería potenciar la comunicación porque te evita problemas. La relación con el empleado se nota de cara al cliente y repercute económicamente. Si los empleados no están contentos, al cliente se lo hacen llegar”, asegura García.
Y es que, la veterinaria apunta que, en su caso particular, “nuestra comunicación es muy fluida y la potenciamos haciendo reuniones. Sin embargo, nosotros somos las raras, según he podido hablar con otros compañeros la comunicación en sus centros veterinarios está bastante mermada”.
Por otro lado, uno de los temas tratados que más destaca la colegiada es la optimización del tiempo, “entre todos pudimos darnos cuenta dónde perdemos más el tiempo. Por ejemplo, había clínicas que hacían los pedidos todos los días y los trabajadores explicaron que era una pérdida de tiempo. Por lo que nos estuvieron explicando no se deberían hacer más de dos o tres compras semanales, ya que es una tarea que está quitando tiempo a otras cosas de la clínica”, apunta la veterinaria.
Así, Pascual y Lloret explican que los veterinarios “se enfocan mucho en la parte técnica, y hay muchas cosas del día a día que quitan mucho tiempo como puede ser la comunicación a través de whatsapp con los clientes o entre el personal mismo de la clínica, por ejemplo”.
Otro punto que fue de gran utilidad para los asistentes fue conocer dónde están los márgenes de la empresa, “hay empleados que piensan que prácticamente todo lo que entra en caja luego se queda limpio para el jefe, pero cuando ven desglosados los gastos que tiene la clínica cambian la visión”, señala la veterinaria.