La comunicación intracelular frente a infecciones parasitarias

Un equipo de investigadores procedente de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, aborda el papel del sistema inmune para desarrollar tratamientos más eficaces con el fin de combatir las infecciones parasitarias.

Elia Tait Wojno, experta en Microbiología e Inmunología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Cornell, señala que el cuerpo de los seres vivos suele ser invadido por patógenos, por lo que su sistema inmunológico ha desarrollado estrategias para combatir dicha presencia. Sin embargo, la investigadora detalla que tanto la identificación de esos patógenos como la de la resistencia que produce el sistema inmune está incompleta.

"Es importante entender cómo los mamíferos regulan su propia respuesta inmune contra los parásitos ya que esto es clave para el desarrollo de mejores medicamentos y vacunas contra dichas infecciones", explica Wojno, quien matiza que, pese a recibir un tratamiento, muchos huéspedes pueden volver a infectarse por los parásitos y las enfermedades asociadas a estas infecciones pueden llegar a volverse más graves.

TIPOS DE PARÁSITOS

Gran parte de la investigación de Wojno se centra en los helmintos, gusanos parásitos que infectan tanto a humanos como a animales, provocando enfermedades como la esquistosomiasis, oncocercosis, filariasis linfática y afecciones gastrointestinales, entre otras. En el caso de los animales, estos parásitos son los responsables de la enfermedad del gusano del corazón en perros.

Wojno señala que crear nuevas vacunas contra los helmintos supondría un avance significativo tanto para la medicina humana como para la veterinaria. Pero para ello, la investigadora matiza que es necesario comprender la interacción entre el sistema inmunitario del huésped y el parásito, resolviendo interrogantes relativos al momento y la forma en que el huésped expulsa de su organismo al gusano.

FORMA DE COMBATIRLOS

La investigadora está particularmente interesada en la respuesta inmune innata, formada por células que inicialmente reconocen a los patógenos y después inician el proceso para combatir dicha invasión. Esta respuesta innata es uno de los dos tipos de respuestas inmunitarias que se dan en los mamíferos, ya que la otra es de tipo adaptativo y está compuesta por células T y B, que pueden reconocer a un patógeno una vez que lo encuentran, capacidad de la que, por otro lado, se aprovecha mediante las vacunas que le enseñan al cuerpo a combatir este tipo de infecciones.

En el caso de una infección por helmintos, ambas respuestas inmunes trabajan juntas para tratar de hacer que el ambiente que el huésped le ofrece al gusano sea tan inhóspito que el parásito sea expulsado. 

En uno de los proyectos, Wojno analiza el papel de los basófilos, un tipo raro de glóbulos blancos, apoyándose en investigadores anteriores que sugieren que éstos se desarrollan en la médula ósea y viajan a través de la sangre hasta el foco de la infección. Allí, liberan histaminas, proteasas y citoquinas, que son mensajeros químicos del sistema inmunitario. Y es que la investigadora trata de demostrar si estás células pueden cambiar su función sobre la marcha en respuesta a la infección.

Para ello, el equipo de Wojno se centró en una vía química que permite a estas células comunicarse entre sí, conocida como la vía de señalización Notch. "Descubrimos que, una vez que las células están en el lugar correcto, concretamente sobre la infección, la ruta de señalización de Notch les dice que cambien su expresión genética en respuesta al entorno, factor que facilita la expulsión del gusano”, indica la investigadora.