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PROFESIONALES

Reino Unido reconoce la labor investigadora de un veterinario español

El embajador de Reino Unido en España ha destacado la labor investigadora del patólogo veterinario Javier Salguero que colabora con el gobierno británico en la búsqueda de vacunas frente al coronavirus Covid-19

Javier Salguero, patologo veterinario e investigador en Public Health England.
Javier Salguero, patologo veterinario e investigador en Public Health England.

Reino Unido reconoce la labor investigadora de un veterinario español

El embajador de Reino Unido en España ha destacado la labor investigadora del patólogo veterinario Javier Salguero que colabora con el gobierno británico en la búsqueda de vacunas frente al coronavirus Covid-19

Francisco Ramón López - 05-06-2020 - 14:08 H - min.

Este jueves 4 de junio se ha celebrado la cumbre global de vacunas que organiza la Alianza para la Vacunación (GAVI). En esta ocasión se ha celebrado de forma online, y se ha centrado en el esfuerzo global para encontrar una vacuna contra el coronavirus.

En la cumbre participaron el primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Por este motivo, el embajador de Reino Unido en España Hugh Elliot, destacó la colaboración en investigación entre los países, señalando que 5.000 investigadores españoles desempeñan su labor en Reino Unido.

Elliot puso algunos ejemplos de investigadores españoles, entre ellos el del patólogo veterinario Javier Salguero, que lleva 13 años en el Reino Unido y trabaja para la agencia Public Health England, realizando pruebas preclínicas de las diferentes vacunas de Covid-19 que tienen que ir al mercado.

Salguero explica a Animal’s Health cómo terminó trabajando en la agencia de salud pública de Reino Unido. “Yo estudie veterinaria en Córdoba”, recuerda, y señala que terminó la carrera en 1997 y leyó su tesis allí en 2001. Luego estuvo trabajando 6 años en el Centro de Investigación de Sanidad Animal del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (CISA-INIA).

Después de haber tenido experiencia con estancias en países extranjeros, decidió irse con su pareja, también veterinaria y que estaba terminando su tesis, a vivir un par de años en el extranjero. Él comenzó a trabajar con el Ministerio de Agricultura británico y en la universidad de Surrey, y ya no volvió.

Por último, acabó trabajando en la Public Health England, “un trabajo muy bueno”. Salguero explica que es algo así como el Instituto de Salud Carlos III de Reino Unido, y que en estos momentos están trabajando “al 150%” con la vacuna del coronavirus. “Siempre hemos tenido mucho trabajo con otras vacunas, pero con esta nos está llegando de todo”, señala.

El investigador señala que en su departamento trabajan con pruebas de vacunas y terapéuticos para diferentes enfermedades, casi todas zoonóticas o humanas. Una de las principales es la tuberculosis, y su labor consiste en testarla en modelos preclínicos animales.

Anteriormente estaban trabajando con una vacuna del ébola, y desde enero trabajan con el coronavirus. Su objetivo es asegurarse de que las vacunas son seguras y eficaces antes de que pasen a los ensayos clínicos, y evitar posibles efectos secundarios.

VETERINARIOS EN EL DESARROLLO DE VACUNAS HUMANAS

Salguero señala que en su centro “hay de todo”. Él ejerce de jefe de patología, y en su equipo hay todo tipo de profesionales. Explica que en el Public Health England trabajan desde virólogos, bacteriólogos o inmunólogos.

El investigador lamenta que exista esa imagen del veterinario solo relacionada con atender animales, sobre todo en España. “En muchas ocasiones también pasa en Reino Unido, el veterinario es la persona que la gente visita cuando tiene el perro enfermo, y si pones la tele salen en programas operaciones increíbles en perros y gatos o veterinarios que trabajan con animales salvajes en África, pero nunca sale un veterinario que esté en la investigación, salud pública o seguridad alimentaria”, indica.

Salguero explica que en su centro es imprescindible la presencia de veterinarios, porque se trabaja continuamente con muestras y modelos animales. Al final, señala que lo que ocurre con este tipo de colaboración multidisciplinar es que continuamente hay intercambio de impresiones y de información, concretamente en su campo, entre patólogos humanos y veterinarios.

Sobre las diferencias en esta situación entre España y Reino Unido, el investigador explica que los veterinarios están muy integrados en todos los campos, el problema es la visibilidad. Otra cosa que menciona es que en Reino Unido la profesión de veterinario está muy bien considerada socialmente, y cree que en España no tanto.

“No es por compararse, pero yo tengo conversaciones con médicos y los dos somos patólogos colegiados en el mismo colegio”, señala. En su caso en el Royal College of Pathologist. Esto cree que favorece un contacto más estrecho.

VETERINARIOS EN LOS COMITÉS DE EXPERTOS

Al final esta falta de reconocimiento, señala, es lo que termina provocando que en España se esté desperdiciando el potencial de los laboratorios veterinarios, que tienen una enorme capacidad para realizar test serológicos.

Respecto a los comités de expertos, Salguero señala que él mismo, junto a su centro, ha asesorado al Gobierno británico en alguna ocasión, y forma parte del grupo de expertos de modelos animales de la OMS. Y es que apunta que en Reino Unido estos grupos son menos estancos y más flexibles y funcionan de una manera distinta, con un pequeño grupo fijo esencial, y luego una serie de reuniones con distintos asesores.

Salguero señala que hay muchos investigadores españoles trabajando en Reino Unido, incluso más que los que estima el embajador británico. El veterinario lamenta que no se valore tanto como se debiera la investigación en España en comparación con otros países, y eso al final se ve en los rankings, aunque admite que él no es muy partidario de estas clasificaciones.

El investigador señala que en España incluso faltan algunas instalaciones para realizar algunos experimentos que en otros países sí que existen. Eso no quita, indica, que en general, y en todo el mundo, la carrera investigadora sea muy exigente y competitiva.

Una de las diferencias más marcadas que identifica es la falta de colaboración entre universidades y empresas. Cree que en España se tiene demasiado “denostado” el sector privado. “Puedes tener un prototipo de vacuna en un pequeño laboratorio, pero para muchas cosas necesitas el apoyo de diferentes empresas”, concluye.

 

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