“He sentido menosprecio hacia la veterinaria en la crisis del coronavirus”

Las declaraciones realizadas recientemente por Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, en relación a la ausencia de veterinarios en el consejo asesor sobre el coronavirus, han levantado ampollas en el sector veterinario.

El veterinario David Rodríguez Lázaro, profesor titular y director del Área de Microbiología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Burgos lamenta el menosprecio que sufre la profesión veterinaria que queda aun más patente en esta crisis. Y no solo por las declaraciones de Simón.

Recientemente, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) publicaba un documento sobre sus consideraciones a la implantación del procedimiento de capacitación de centros de investigación y universidades como laboratorios de apoyo de análisis de PCR de muestras clínicas con Covid-19.

Aunque en el documento, la SEIMC agradece la labor de laboratorios de detección como el de la Universidad Complutense de Madrid o el recientemente puesto en marcha en Castilla y León, en los que colaboran veterinarios, la organización apunta a que en centros de este tipo puede ser difícil implementar, entre otros, la inactivación de muestras, su trazabilidad y la bioseguridad del personal.

Asimismo, la SEIMC indica que, en ningún caso estos laboratorios deben provocar una posible competencia en el abastecimiento de reactivos necesarios para el desarrollo de pruebas.

Unas afirmaciones con las que, el veterinario Rodríguez Lázaro, que coordina el nuevo laboratorio de Castilla y León, se muestra “absolutamente” disconforme.

De hecho, en declaraciones para Animal’s Health, Rodríguez Lázaro califica el comunicado de la SEIMC de “muy menospreciativo” hacia la ciencia veterinaria, y asegura que tanto en la Complutense, como en el laboratorio en que él es coordinador en Castilla y León, se está trabajando en laboratorios de contención de nivel 3, “cosa que ningún laboratorio de ningún servicio de microbiología de ningún hospital español contempla”, ha precisado.

Asimismo, en cuanto a los niveles de seguridad, se muestra “muy tranquilo”, ya que en el laboratorio que coordina se trabaja por parejas y, por lo tanto, se supervisa de manera muy cercana el trabajo de cada persona. “Además nosotros realizamos una inactivación del virus de las muestras por calor en el momento de su recepción, con lo cual trabajamos con la certeza de que el virus está inactivado”, explica.

Respecto a la trazabilidad, señala que está establecida por la autoridad sanitaria de la comunidad autónoma; y en relación a la bioseguridad indica que en su laboratorio han establecido un nivel de bioseguridad “absoluto” y garantizado para todos los trabajadores.

FALTA DE RELEVANCIA VETERINARIA FRENTE AL CORONAVIRUS

En relación a las declaraciones de Fernando Simón, el profesor Rodríguez Lázaro confiesa haber “sentido menosprecio hacia la veterinaria en la crisis del coronavirus” y lamenta que declaraciones como las de Simón constituyen un menoscabo “a veces sin conocimiento previo a una profesión que puede aportar mucho”.

“Los veterinarios no están teniendo un papel muy relevante en la crisis sanitaria del coronavirus. No sé si por falta de conocimiento por parte de las autoridades o por la falta de predisposición de estas”, ha indicado.

Precisamente estas declaraciones de Rodríguez Lázaro sobre la falta de veterinarios en la crisis sanitaria actual, coinciden con las que realizó para este medio el veterinario Elías Rodríguez Ferri, recientemente incluido dentro del comité de expertos para la gestión del coronavirus en la comunidad castellanoleonesa y en el grupo de seguimiento del Covid-19 y animales de compañía de la Organización Colegial Veterinaria (OCV). Y es que Rodríguez Ferri defiende que para que la profesión veterinaria adquiera influencia en crisis sanitarias “no basta con un humilde veterinario en un comité de casi 20 personas”.

En este sentido, Rodríguez Lázaro destaca la capacidad de adaptación de los profesionales veterinarios ya que, asegura que están formados para resolver problemas. “Si hay un problema y no tenemos las herramientas para solucionarlo de una manera, buscamos las herramientas para solucionarlo de otra”, indica.

Por último, el profesor subraya que una ventaja importante que tienen los veterinarios en crisis sanitarias como la actual es el hecho de que “el paciente de un veterinario es casi siempre un rebaño”, y su amplia formación en medicina preventiva y de poblaciones.