La catedrática y experta en leishmaniosis, Guadalupe Miró, analizó la trayectoria de los últimos 30 años de la enfermedad, la importancia de la prevención y los avances en materia de vacunación y collares repelentes
Las vacunas, la gran revolución contra la leishmaniosis
La catedrática y experta en leishmaniosis, Guadalupe Miró, analizó la trayectoria de los últimos 30 años de la enfermedad, la importancia de la prevención y los avances en materia de vacunación y collares repelentes
Jorge Jiménez - 21-05-2019 - 13:00 H - min.
El lunes 13 de mayo, en el salón de actos del Colegio de Veterinarios de Madrid (Colvema), la catedrática del Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y una de las mayores expertas en leishmaniosis a nivel mundial, la Dra. Guadalupe Miró Corrales, analizó bajo el título “Mitos y realidades sobre la leishmaniosis canina en el siglo XXI”, la evolución de la enfermedad y sus estrategias de control durante los últimos 30 años. El evento contó con una alta participación de veterinarios y estuvo apoyado por la Real Academia de Ciencias Veterinarias (RACVE), asistiendo en representación de esta su presidente, Arturo Ramón Anadón; el vicepresidente, Francisco Antonio Rojo; y el secretario general, Salvio Jiménez Pérez, entre otros.
Respecto a los cambios más importantes acontecidos en las últimas tres décadas en torno a la leishmaniosis, Miró señaló las vacunas como “la gran revolución” en la lucha contra la enfermedad, haciendo referencia a LetiFend® de LETIPharma, la primera vacuna recombinante contra la leishmaniosis canina comercializada en Europa, e indicando, además, que esta vacuna tiene una “alta” eficacia contra el parásito, lo “que realmente está ayudando a los veterinarios a trabajar con unas medidas de control de la enfermedad mucho más adecuadas en animales sanos”. Y es que las vacunas tienen como objetivo disminuir notablemente el riesgo de desarrollar la enfermedad, fortaleciendo las defensas del perro en el caso de que llegue a ser infectado.
Asimismo, la experta señaló otras herramientas fundamentales de prevención como el uso de collares repelentes para “evitar la picadura del flebotomo y por lo tanto la transmisión de la leishmaniosis”. En este punto, Miró destacó los avances que se están produciendo en estos collares, en alusión a la nueva indicación de los 12 meses de duración del collar Scalibor de MSD Animal Health, que ha demostrado una eficacia repelente frente al flebotomo de entre el 94% y el 98% durante dicho periodo de tiempo, y que la catedrática destacó positivamente como “una buena protección” para el perro.
Y es que, según explicó Miró, la prevención es el arma “fundamental” de los veterinarios en la lucha contra la leishmaniosis, siendo de vital importancia que estos entiendan y combinen todas las herramientas que tienen a su disposición, puesto que, según señaló, “las cosas han cambiado” en cuanto a la transmisión de la enfermedad en estos últimos 30 años, ya que “a pesar de tener buenas herramientas terapéuticas en prevención, se ha incrementado el número de casos de leishmaniosis en perros”, sentenció Miró.
En este sentido, el mayor cambio se ha producido principalmente en un aumento del número de flebotomos (mosquito transmisor de la leishmaniosis) y en la dilatación del tiempo de actividad de los mismos que, según indica Miró, ahora en algunas zonas abarca desde los meses de abril y mayo hasta octubre y noviembre, algo que antes no ocurría.
Además, la investigadora explicó que otro de los grandes cambios acontecidos en las últimas décadas en torno a la enfermedad ha sido el descubrimiento de nuevos reservorios y la profundización en el conocimiento sobre el papel de los distintos reservorios. Un ejemplo son los lagomorfos (liebres y conejos) que, según la experta, tuvieron un papel muy importante en lo que calificó como el mayor caso de leishmaniosis que se ha registrado en la historia de Europa, el de Fuenlabrada (Madrid) en 2012. Se llegó a comprobar científicamente que hasta un 20% de los lagomorfos dieron positivo al parásito de la Leishmania, afirmación que hace 30 años habría sido calificada de “locura”.
Otro de los grandes cambios acontecidos ha sido el aumento de zonas endémicas, llegando a darse en España zonas hiperendémicas como Ourense, donde la prevalencia de la enfermedad es “más elevada que incluso la que hay en otras provincias como Madrid o Toledo, zonas que antes eran consideradas de muchísima presión parasitaria”, indica Miró.
ALTERNATIVAS DE CONTAGIO
Además de los cambios ya señalados, la experta subrayó las alternativas al contagio por flebotomo que se han demostrado en la actualidad, y que constituyen “rutas de transmisión no vectorial que están bien documentadas”. Así, Miró hizo especial referencia a la transmisión vertical (de madre a hijo), la cual ha sido “muy bien” documentada en Estados Unidos, donde aún en ausencia de un vector potencial, existen numerosos casos de la enfermedad.
Por otro lado, la transmisión sexual, igualmente documentada, ha de ser tenida en cuenta, según la experta, al igual que la transmisión sanguínea, la cual Miró califica de transmisión no vectorial “importante”, debiendo controlarse al máximo posible a los perros donantes de sangre en zonas endémicas.
Por último, Miró destacó el factor de la predisposición de ciertas razas como los bóxer, los cuales, según la experta, están “incapacitados” en la mayoría de los casos a generar una respuesta adecuada a la infección por el parásito de la Leishmania, y esto que hace 20 años no se contemplaba, ahora es un factor más a tener en cuenta por los veterinarios en sus diagnósticos.
Para concluir, desde la RACVE quisieron hacer un reconocimiento especial al trabajo de Guadalupe Miró en materia de leishmaniosis, entregándole un diploma y agradeciendo sus contribuciones a la Veterinaria.