“No te pueden penar por prescribir una vacuna de la rabia anual”

Durante la semana precedente al Día Mundial de la Rabia, que se celebra este sábado 28 de septiembre, MSD Animal Health ha estado organizando una serie de eventos, entre ellos una Jornada Científica impartida por el inmunólogo y vacunólogo experto en rabia Fernando Fariñas.

Entre los temas que abordó durante su extensa charla, el experto dedicó especial atención a la prevención de la rabia y la importancia de la vacunación, y explicó todos los pormenores sobre la profilaxis en animales y humanos contra esta enfermedad.

Lo primero que aclaró es que las vacunas actúan de forma distinta en perros y humanos, pues en personas sí que existe un título de anticuerpos que puede asegurar que su organismo está protegido contra la enfermedad, que es 0,5 UI/ml. Se considera por tanto un “correlato de protección”.

Sin embargo, en el perro, aunque también se suele utilizar esta cifra, la protección no es tan fiable y no se puede considerar por tanto un correlato de protección, sino de vacunación. 

Y es que Fariñas explicó que en humanos, hasta el momento, el 100% de personas que se vacuna de rabia va a “seroconvertir” la vacuna generando títulos de anticuerpos por encima de los 0,5 UI/ml y no se conoce ningún caso de una persona con esos títulos que se haya infectado.

Sin embargo, en perros, ese título es un correlato de vacunación, no de protección. Aquí el experto hizo un inciso: “No es lo mismo vacunar que inmunizar”, y apuntó que se han dado casos de perros que han marcado títulos de hasta 4 UI/ml que se han infectado.

“La idea de que un perro que llega a 0,5 UI/ml está protegido no es real”, insistió y apuntó que así lo corrobora el ‘Compendio de la prevención y control de la rabia animal 2016’ que asegura que “los títulos no se relacionan directamente con la protección a causa de que existen otros factores inmunológicos”.

Siguiendo con las diferencias, explicó que, por ejemplo, un animal no se considera inmunizado hasta que no han transcurrido 28 días, por lo tanto, si tiene contacto con el virus antes se considera como no vacunado.

“UN PERRO PUEDE ESTAR PERFECTAMENTE VACUNADO, PERO NO INMUNIZADO”

En cuanto a los tipos de vacunas animales, apuntó que hay algunas que producen “más títulos durante más tiempo, y otras que producen menos y durante menos tiempo". Aquí, entra en juego el problema de la seroconversión variable en perros.

“Un perro puede estar perfectamente bien vacunado, pero no llega a 0,5 UI/ml y no estar inmunizado”, señaló Fariñas, que apuntó que algunos factores son la edad, el sexo, la raza —las pequeñas seroconvierten mejor que las grandes—o enfermedades de base que requieren tratamientos inmunosupresores. En general, apuntó, estos fallos de seroconversión rondan de media un 30% de los animales.

Entonces, Fariñas, teniendo en cuenta esta variabilidad, respondió a la pregunta: “¿cómo vacunamos, cada dos años, tres, uno?”. El experto admitió que “lo ideal” sería aplicar una serología y, si el título es inferior a 0,5 UI/ml volver a vacunar, pero hay un problema.

Este es que ese título en perros no es 100% fiable como en humanos. Por esto, el experto consideró que las serologías son un gasto innecesario. “Vamos a vacunarlo, y punto”, insistió.

LO MÁS EFECTIVO ES LA VACUNACIÓN ANUAL

En cuanto a la regularidad, el experto apuntó que tanto la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales, que es la que dicta las guías de vacunación a nivel internacional, recomienda revacunaciones anuales, lo mismo ocurre con la Organización Mundial de la Salud y la Organización Mundial de Sanidad Animal.

En ese momento, los asistentes le insistieron a Fariñas que, al existir vacunas que en el prospecto indican que inmunizan hasta tres años, algunos clientes cuestionan la necesidad de vacunar anualmente. Es el caso, por ejemplo, de la Comunidad Valenciana, donde el protocolo no concreta periodos de revacunación.

“Aunque nos digan que hay vacunas que duran tres años, ¿sabes si el perro que se te pone delante es el que se cae de 0,5 UI/ml a los tres años o a los dos o al mes?”, respondió. En ese punto, alguno de los veterinarios del público se cuestionó si no sería incluso ilegal vacunar a un perro anualmente, si la vacuna indica que se haga cada tres años.

Fariñas aseguró que la libertad de prescripción de los profesionales sanitarios está protegida por la Constitución Española y que eso implica que, dependiendo del individuo que tengan delante pueden elegir el protocolo, las dosis y el resto de criterios, siempre bajo su responsabilidad.

“Si tú ves un animal con un tratamiento inmunosupresor o de una raza grande y consideras bajo tu criterio que lo vas a vacunar anualmente, aunque en el prospecto ponga tres, tú como veterinario tienes la libertad de prescribir vacuna anual”, aclaró.

En la misma línea, la responsable del departamento científico de MSD Animal Health de Animales de Compañía, Federica Burgio, recordó que los periodos de revacunación que incluyen los prospectos son el máximo de tiempo que puede pasar antes de hacer la revacunación, por lo que es adecuado vacunar cada año o cada dos con una vacuna que inmuniza hasta tres.

“La libertad de elegir un protocolo de prevención es vuestro, y no os lo puede quitar nadie y nadie os puede penar por eso”, concluyó Fariñas, que pidió a los veterinarios que se informaran sobre aspectos legales para conocer sus derechos.