JUEVES, 28 de marzo 2024

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PROFESIONALES

Expertos recomiendan el enfoque One Health para prevenir pandemias

El informe que mide la preparación de los sistemas sanitarios para enfrentarse a pandemias, explica las medidas a aplicar para que el enfoque One Health sea eficaz. El sistema sanitario de España ocupa el 12º lugar en nivel de seguridad

Expertos recomiendan el enfoque One Health para prevenir pandemias

Expertos recomiendan el enfoque One Health para prevenir pandemias

El informe que mide la preparación de los sistemas sanitarios para enfrentarse a pandemias, explica las medidas a aplicar para que el enfoque One Health sea eficaz. El sistema sanitario de España ocupa el 12º lugar en nivel de seguridad

Francisco Ramón López - 08-11-2019 - 15:00 H - min.

El primer informe del Índice Global Health Security (GHS) ha puesto de manifiesto que la seguridad de la sanidad de los países, marcada por la robustez de sus sistemas sanitarios —en los que incluyen a los veterinarios—a la hora combatir enfermedades y proteger a los trabajadores es baja en todo el mundo, y ningún país está completamente preparado para hacer frente a una epidemia o pandemia.

El índice GHS se ha desarrollado durante un período de dos años y medio por un grupo de trabajo conjunto de la Iniciativa de Amenazas Nucleares (NTI) y el Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, con el trabajo de campo llevado a cabo por la Unidad de Inteligencia del grupo The Economist.

En general, el informe encuentra “graves debilidades” en la capacidad de los países para prevenir, detectar y responder a brotes de enfermedades importantes, con una puntuación promedio general en el índice GHS de 40.2 sobre 100.

En cuanto al nivel de seguridad del sistema sanitario, España ocupa el 12º lugar superando a países como Noruega (58,5), Suecia (49,3), Alemania (48,2), Japón (46,6), Austria (46,6) o Nueva Zelanda (45,2).

Algunos de los puntos flojos detectados están directamente relacionados con la veterinaria, y es que el informe señala que la coordinación y la formación son inadecuadas entre estos profesionales, así como en los de vida silvestre, salud pública y los responsables políticos.

Por ejemplo, destacan que solo el 30% de los países cuenta con mecanismos para compartir datos entre los ministerios relevantes para la vigilancia sanitaria de humanos, animales y vida silvestre, mientras que solo el 8% cuenta con una unidad interministerial dedicada a las enfermedades zoonóticas.

Asimismo, señala que solo el 51% ofrece programas de capacitación epidemiológica de campos que incluyen explícitamente a profesionales de la salud animal, y el 62% no ha presentado un informe a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) sobre la incidencia de casos humanos de enfermedades zoonóticas durante el último año.

QUÉ HACE FALTA PARA APLICAR EL ENFOQUE ONE HEALTH

Para solucionar todo esto, proponen aplicar el enfoque One Health, algo que requiere algunas medidas para que sea realmente operativo.  Entre ellas, como se comentaba, la capacidad de compartir información entre ministerios y entre países.

“Debido a que los animales y los patógenos no reconocen las fronteras nacionales, abordar los riesgos ambientales requiere una fuerte colaboración transfronteriza entre los países vecinos”, apuntan.

Un enfoque One Health eficaz, también debería tener en cuenta la coordinación entre múltiples ministerios y sectores, porque los indicadores de brotes de enfermedades animales podrían advertir de la aparición de un brote humano.

Otro componente clave es asegurar la capacidad de la fuerza laboral para brindar atención en este campo, es decir, contar con un número suficiente de profesionales que cuenten con una formación especializada.

Y es que apuntan que la educación médica tradicional no incluye una amplia capacitación sobre temas como la bioseguridad, la prevención y control de enfermedades infecciosas, o el enfoque One Health.

En cuanto a la fuerza laboral, el Índice GHS mide los recursos humanos disponibles en Sanidad, como el número de médicos y enfermeras, pero también tienen en cuenta a otros profesionales como el personal de laboratorio, epidemiólogos y veterinarios, ya que, defienden “la fuerza laboral de salud pública incorpora a muchos más trabajadores que los involucrados en la atención directa al paciente”.

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