Europa fija 2020 para una regulación más segura de fármacos peligrosos

El Parlamento Europeo modificó el miércoles 27 de marzo la directiva 2004/37/CE, relativa a la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes carcinógenos o mutágenos durante el trabajo.

En este sentido, el Parlamento ha establecido la fecha límite en el 30 de junio del año 2020 para que la Comisión evalúe, teniendo en cuenta los últimos avances de los conocimientos científicos y tras celebrar las consultas adecuadas con los agentes correspondientes (en particular a los profesionales de la salud y los servicios sanitarios), la posibilidad de ampliar el alcance de esta directiva a medicamentos peligrosos, incluidos los citotóxicos.

Asimismo, se propone la posibilidad de la puesta en marcha de un instrumento adecuado para garantizar la seguridad laboral de los trabajadores expuestos a dichos fármacos peligrosos. Además, se añade que para poner en marcha todo este proceso, se tendrá que tener en cuenta tanto a las organizaciones patronales como a las sindicales.

Según el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, los medicamentos peligrosos son aquellos que causan a los humanos efectos como la carcinogenicidad; teratogenicidad u otra toxicidad para el desarrollo; toxicidad para la reproducción; toxicidad para los órganos a bajas dosis; genotoxicidad; así como los nuevos medicamentos con perfiles de estructura y toxicidad similar a los medicamentos existentes y que se clasificaron como medicamentos peligrosos.

En la actualidad, la directiva 2004/37/CE regula las sustancias o mezclas que cumplen los criterios para ser clasificadas como carcinógenas o mutágenas, recogidas en los reglamentos europeos.

Los fármacos peligrosos, incluidos los citotóxicos, que se utilizan principalmente para el tratamiento del cáncer, podrían tener propiedades genotóxicas, carcinógenas o mutágenas, según especifica la directiva europea, que señala que “es importante proteger a los trabajadores que están expuestos a dichos fármacos peligrosos, incluyendo a los citotóxicos".

VETERINARIOS EXPUESTOS A MEDICAMENTOS PELIGROSOS

Según la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA), los denominados medicamentos peligrosos representan un importante factor de riesgo para la salud de aquellas personas trabajadoras que tienen contacto y manipulan estos medicamentos. Sólo en Europa la exposición laboral, causa 2.220 nuevos casos de leucemia que dan lugar a 1.467 muertes de profesionales de la salud.

En este sentido, cabe señalar que son muchos los veterinarios que, en el desempeño de sus funciones, a menudo se encuentran expuestos a medicamentos peligrosos.

Y es que, la quimioterapia (administración de agentes citostáticos) se ha convertido en un método común a la hora de tratar las neoplasias en la clínica de pequeños animales. De esta manera, los profesionales de la veterinaria que pueden exponerse a medicamentos como los citostáticos, deben hacerlo de una forma responsable y segura, durante el manejo, preparación o la administración de estos, ya sea en la manipulación de los pacientes o al entrar en contacto con superficies contaminadas.

Existe una gran evidencia científica de que la exposición a niveles reducidos de citostáticos puede suponer un riesgo para el veterinario y profesionales que los manipulan o administran. La industria de la sanidad animal cada vez es más consciente de la importancia que tiene proteger la salud de los trabajadores y compañías como B.Braun VetCare dirigen sus esfuerzos a reducir el riesgo que presenta la manipulación de estos medicamentos por parte de los veterinarios, desarrollando productos para la preparación y administración segura de fármacos peligrosos, como Tevadaptor, un sistema cerrado de transferencia que, mediante un filtro de carbón activado, previene la liberación al exterior de partículas orgánicamente activas.

Otro ejemplo de riesgo para el profesional veterinario podría darse en el caso de un protocolo anestésico deficiente y los gases residuales, unidos a un mantenimiento inadecuado de los equipos, que podría producir infertilidad en el personal veterinario.