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Estudian la presencia de fiebre Q en fauna silvestre en España

Los investigadores analizaron la incidencia de la fiebre Q estudiando muestras de bazo de un total de 652 ungulados y 218 aves silvestres

Entre los ungulados silvestres analizados en total, se detectó ADN de C. burnetii. en el 7% de los corzos.
Entre los ungulados silvestres analizados en total, se detectó ADN de C. burnetii. en el 7% de los corzos.

Estudian la presencia de fiebre Q en fauna silvestre en España

Los investigadores analizaron la incidencia de la fiebre Q estudiando muestras de bazo de un total de 652 ungulados y 218 aves silvestres

Redacción - 25-04-2022 - 08:42 H - min.

Coxiella burnetii es una bacteria zoonósica intracelular obligada causante de la fiebre Q. Está ampliamente extendida en la naturaleza y las fuentes de infección más comunes para los humanos son los rumiantes domésticos. La fauna silvestre también puede actuar como reservorio de la infección.

De hecho, según explican desde la página web que lanzó Ceva Salud Animal para ampliar el conocimiento sobre esta zoonosis, dicha bacteria de tipo gran-negativo se encuentra frecuentemente en el ganado vacuno, ovino y caprino, así como en otros mamíferos domésticos. En este sentido, remarcan además que la enfermedad también ha aparecido en otras especies de vertebrados como aves, reptiles, mamíferos o animales silvestres.

Ahora, un estudio reciente del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker) ha analizado muestras de bazo mediante PCR a tiempo real de un total de 652 ungulados y 218 aves silvestres recogidas en el periodo 2011-2019 a lo largo de todo el territorio de la comunidad autónoma del País Vasco (CAPV).

Entre los ungulados silvestres, en el 7% de los corzos, el 1,9% de los jabalíes y en el 2,4% de los ciervos se detectó ADN de C. burnetii. La tasa de infección en el corzo fue significativamente mayor que en el jabalí.

Entre las aves silvestres sólo resultó positiva una cigüeña blanca. El estudio de los genotipos de C. burnetii en los animales positivos mostró que los ungulados silvestres comparten los genotipos SNP-2, SNP-6 y SNP-8 con los rumiantes domésticos de la CAPV.

Sin embargo, la cigüeña blanca albergaba un genotipo de C. burnetii (SNP-3) no identificado previamente en la CAPV. Comparando estos resultados con los obtenidos en la misma zona una década antes (2001-2006), no se observaron diferencias significativas en la prevalencia de C. burnetii en ninguna de las especies investigadas, lo que indica cierta estabilidad en la prevalencia de esta zoonosis.

"No obstante, teniendo en cuenta el aumento de la densidad de las poblaciones de corzo y jabalí observado en las últimas décadas, es necesario seguir monitorizando ambas especies para detectar posibles cambios en las tasas de infección", aseguran los investigadores en el estudio.

El artículo titulado ‘Stable prevalence of Coxiella burnetii in wildlife after a decade of surveillance in northern Spain’ ha sido recientemente publicado en la revista Veterinary Microbiology.

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