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España actualiza su plan de contingencia contra la rabia tras más de 10 años

El riesgo de rabia terrestre en España es muy bajo en la actualidad a excepción de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla

 Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad; y Beatriz Muñoz, subdirectora general de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad.
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad; y Beatriz Muñoz, subdirectora general de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad.

España actualiza su plan de contingencia contra la rabia tras más de 10 años

El riesgo de rabia terrestre en España es muy bajo en la actualidad a excepción de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla

Redacción - 15-12-2023 - 15:00 H - min.

El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad y la Subdirección General de Sanidad, Higiene Animal y Trazabilidad (SGSHAT) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación han coordinado el Plan de contingencia para el control de la rabia terrestre en animales en cautividad y silvestres en España 2023, que se acaba de publicar y que actualiza el plan anterior, que data de 2011.

En este plan se establecen las actuaciones y mecanismos de coordinación necesarios ante la posible introducción del virus de la rabia o de infecciones por otros lisavirus en animales terrestres en cautividad, asilvestrados y silvestres, así como el control de su diseminación ante la aparición de algún caso.

En el documento, se recuerda que el Plan de Contingencia no es de aplicación en la detección de rabia en quirópteros, cuyas directrices de actuación están recogidas en el documento ‘Zoonosis rábica en quirópteros- Manual de buenas prácticas y manejo de los murciélagos’.

Así, en el marco de este Plan se consideran como poblaciones animales diana los mamíferos en cautividad de la orden Carnivora (principalmente perros, gatos y hurones), y secundariamente especies ganaderas de las familias Bovidae, Suidae, Equidae, Cervidae, Camelidae. También se incluyen mamíferos silvestres, principalmente carnívoros y mamíferos asilvestrados, perros y gatos fundamentalmente.

El plan establece tres niveles de alerta: 0, cuando no hay casos de rabia animal; 1, cuando haya presencia de un caso de rabia con posibilidad de transmisión autóctona; 2, cuando se produce la aparición de casos secundarios en animales domésticos; y 3, cuando el foco se extiende a la fauna salvaje.

En el procedimiento, se sigue estableciendo a partir del nivel de riesgo 1 que los animales no vacunados que hayan sido mordidos o arañados o hayan estado en contacto con un animal infectado de rabia deberán ser sacrificados. Si estaban vacunados se tendrá que proceder a la revacunación inmediata, cuarentena y titulación basal de anticuerpos vacunales.

En el informe se recuerda que España (territorio peninsular e islas) dispone del estatus libre de rabia por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) en animales en cautividad y silvestres desde el año 1978.

Adicionalmente, la consideración de la rabia como enfermedad de declaración obligatoria y el resultado favorable de la vigilancia de esta zoonosis entre las especies listadas en la Unión Europea (UE) durante al menos dos años, permitió que España solicitase a la Comisión Europea (CE) la declaración de país libre del virus de la rabia terrestre de acuerdo a la legislación europea sobre sanidad animal vigente. Este estatus fue reconocido el 21 de abril de 2021.

Tras el último caso identificado en 1978, España peninsular e islas no había tenido casos de rabia terrestre a excepción de un perro en junio de 2013 procedente de Marruecos. Dicho evento supuso la suspensión transitoria durante 6 meses del estatus libre de rabia ante la OMSA.

Eso sí, admiten que la situación es diferente en Ceuta y Melilla, donde se dan casos importados de rabia en perros de forma esporádica, dada su proximidad geográfica con Marruecos, con el consiguiente riesgo de transmisión secundaria a otros animales susceptibles. Así, en 2021 y 2022 se notificaron focos de rabia canina en Ceuta y Melilla, identificándose transmisión autóctona en el caso de Melilla.

SITUACIÓN DE LA RABIA EN EUROPA Y RIESGO DE ENTRADA EN ESPAÑA

En la actualidad, en lo relativo a rabia terrestre, en la UE y en el Espacio Económico Europeo (UE/EEE) la inmensa mayoría de los casos se registran alrededor de las fronteras orientales con países endémicos extracomunitarios como Turquía o Moldavia. En la UE los principales países afectados son Polonia, Rumanía, Hungría o Eslovaquia.

En Europa, los principales reservorios de la rabia terrestre en la actualidad son el zorro rojo (Vulpes vulpes) y otros carnívoros silvestres como el perro mapache en Europa central y el Báltico. “Tanto la rabia vulpina como la canina están bajo control en la mayor parte de los países de Europa occidental”, señalan. Sin embargo, admiten que todavía se detecta un importante número de casos de rabia silvestre en algunos países del este de Europa como Turquía, Polonia o Moldavia.

En este sentido, en el documento se señala que los últimos eventos descritos en Europa “demuestran que las entradas ilegales o incursiones fortuitas a territorio español desde países endémicos hacen plausible la aparición de esta enfermedad en nuestro país”.

“Esto hace necesario la valoración del riesgo de la introducción de la enfermedad en nuestro territorio, así como de una posible diseminación del foco a la fauna silvestre”, afirman, y hacen pertinente la revisión y actualización del Plan de Contingencia para el control de la rabia en animales domésticos en España.

En España, señalan, la introducción del virus desde un país endémico se puede producir a partir de la importación de un animal infectado. En este sentido, apuntan que la presencia de rabia canina en el norte de África, incluyendo Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, se considera el principal factor de riesgo para la importación de casos en España.

“A su vez, desde España, la introducción y su extensión a otras zonas de la UE/EEE puede producirse dado que nuestro país es un lugar de paso de multitud de viajeros procedentes de África que se desplazan con sus mascotas”, advierten.

El supuesto de entrada más probable en la España peninsular o islas es la importación de rabia como consecuencia de la entrada ilegal de un perro infectado o, con menor probabilidad, de gatos o hurones, especialmente desde el norte de África a través de las fronteras marítimas o incluso la entrada por vía aérea, aunque esto último es menos probable.

“En las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, los supuestos más probables son la entrada de un animal infectado a través de la introducción ilegal de animales acompañados de personas o la entrada por incursiones fortuitas de un mamífero infectado que atraviese el perímetro fronterizo, y que eventualmente pudiera transmitir el virus a animales en cautividad o silvestres”, señalan.

LAS VÍAS DE ENTRADA DE LA RABIA EN ESPAÑA

Otra posible entrada sería la llegada por sus propios medios de un animal infectado importado. “Este supuesto es muy poco probable en la actualidad, ya que Francia y Portugal están libres de rabia vulpina y el foco más cercano está en este momento en Polonia. Sin embargo, la introducción de un perro infectado procedente de países del este de Europa es posible, principalmente a través del comercio ilegal de mascotas o de flujos de refugiados que viajan con animales procedentes de países fronterizos con la UE/EEE. Hay situaciones de crisis humanitarias que incrementan los traslados de personas y sus mascotas entre diferentes países”, recuerdan.

En estos contextos, con el objetivo de facilitar la llegada de personas, indican que la normativa puede permitir flexibilizar los criterios de entrada, permitiendo la llegada de mascotas que no cumplen completamente con los requisitos sanitarios establecidos legalmente de manera habitual, que se deberán cumplir en destino.

Esta situación se ha dado en el año 2022 y principio de 2023, ante el conflicto bélico en Ucrania, en el que España elaboró un protocolo de actuaciones específico ante la llegada de mascotas desde Ucrania, vigente hasta el 15 de marzo de 2023, para minimizar el riesgo de entrada o diseminación del virus.

“Los controles fronterizos para la importación de animales vivos disminuyen la probabilidad de exposición de la población diana a perros infectados. Además, ante posibles introducciones, las campañas de vacunación en perros constituyen la principal estrategia para el control de la rabia al interrumpir la transmisión entre ellos y reducir la transmisión a humanos y otros mamíferos”, defienden.

LA IMPORTANCIA DE LA VACUNACIÓN DE RABIA EN LOS PERROS

En territorio peninsular e islas, la no obligatoriedad de vacunación de perros en algunas comunidades podría contribuir a la propagación de la infección tras la exposición de un animal no vacunado y, por lo tanto, susceptible, a animales infectados procedentes de países endémicos.

En caso de que se produjera una introducción de algún caso de rabia terrestre, los Ministerios sanitarias señalan que la probabilidad de diseminación sería baja en aquellas comunidades en las que hay obligatoriedad de vacunación; sin embargo, esta probabilidad sería moderada si la vacunación no es obligatoria.

“En las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, se realizan campañas anuales de vacunación antirrábica obligatoria gratuitas en perros, gatos y hurones, lo que favorece el mantenimiento de grandes niveles de inmunidad entre los animales de compañía”, recuerdan. En estos contextos, aseguran que la probabilidad de transmisión de rabia canina sería muy baja.

Sin embargo, apuntan que estas campañas no incluyen a los animales asilvestrados o a los perros o gatos errantes que pueden entrar en contacto con animales infectados procedentes de las zonas del norte de África por lo que, en este grupo de animales, esta probabilidad de transmisión en las Ciudades de Ceuta y Melilla es moderada, apuntan.

“Ante la aparición de un caso de rabia en un animal, el impacto en nuestro país sería muy bajo debido a los protocolos vigentes de detección y control de la rabia en animales y a las óptimas capacidades de respuesta, incluyendo la disponibilidad, accesibilidad y eficacia de los tratamientos de profilaxis posexposición en la población humana”, afirman.

Teniendo en cuenta todo lo anteriormente expuesto, afirman que el riesgo de rabia terrestre en España, se considera muy bajo en la actual situación y solo en el caso de las Ciudades Autónomas se considera bajo ante la imposibilidad de extender las campañas de vacunación en la población de animales asilvestrados o en perros o gatos errantes.

ACCEDE AL PLAN DE CONTIGENCIA CONTRA LA RABIA 2023

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