MARTES, 14 de enero 2025

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La enteropatía crónica afecta a la calidad de vida tanto de los perros que la padecen como de sus propietarios

Un nuevo estudio analiza que la mayoría de los propietarios experimentan muchas preocupaciones y cargas que afectan a su propia calidad de vida

Un nuevo estudio ha analizado como afecta la enteropatía crónica de los perros a la calidad de vida de los propietarios.
Un nuevo estudio ha analizado como afecta la enteropatía crónica de los perros a la calidad de vida de los propietarios.

La enteropatía crónica afecta a la calidad de vida tanto de los perros que la padecen como de sus propietarios

Un nuevo estudio analiza que la mayoría de los propietarios experimentan muchas preocupaciones y cargas que afectan a su propia calidad de vida

Redacción - 07-01-2025 - 09:22 H - min.

Las enfermedades gastrointestinales son un problema común en la práctica de animales de compañía, pero se sabe poco sobre la calidad de vida de los perros con enteropatía crónica (EC) y cómo la evalúan sus propietarios y veterinarios. A este respecto, un nuevo estudio aceptado provisionalmente ha analizado cómo afecta a la calidad de vida de los perros que sufren enteropatía crónica, así como la de sus titulares.

En el análisis exploratorio cualitativo basado en entrevistas se incluyeron 20 titulares de perros con EC y 20 veterinarios de animales de compañía. Los propietarios evaluaron la calidad de vida en función del estado emocional aparente de su perro, la presencia de signos clínicos o restricciones en su vida diaria.

“En sus evaluaciones, los veterinarios analizaron la presencia o ausencia de comportamiento normal, pero también la gravedad de la enfermedad y el estado emocional del perro”, aseguran los investigadores del estudio. La mayoría de los propietarios experimentaron muchas preocupaciones y cargas que afectaron a su propia calidad de vida, incluidas ciertas labores diarias, la implementación de regímenes terapéuticos como la restricción de la dieta, la administración de múltiples medicamentos diarios y la tensión acumulada.

“Los titulares de perros generalmente sintieron que la comunicación con sus veterinarios era buena, mientras que los veterinarios encontraron la comunicación laboriosa y que consumía mucho tiempo. En general, los propietarios y los veterinarios estaban alineados en sus evaluaciones de calidad de vida, y la mayoría de los veterinarios dependían en gran medida de los aportes y observaciones de los propietarios”, confirman los expertos.

Sin embargo, las evaluaciones no se realizaron de manera estandarizada entre ninguno de los grupos. “Los desafíos que implican en la vida de un titular tener un perro con una enfermedad gastrointestinal crónica a menudo conducen a cambios en el estilo de vida de los propietarios, que incluyen alterar los horarios de trabajo y cancelar las vacaciones u otros desempeños sociales. Por lo tanto, tener un perro con EC afectó la calidad de vida de los propietarios incluso cuando los animales estaban clínicamente estables”, concluyen los investigadores del estudio.

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