Las bacterias productoras de carbapenemasas, que antes eran principalmente una preocupación hospitalaria, ahora se detectan en animales de consumo y productos alimenticios en toda Europa
Encuentran bacterias resistentes a antibióticos destinados a tratar infecciones graves en la cadena alimentaria de Europa
Las bacterias productoras de carbapenemasas, que antes eran principalmente una preocupación hospitalaria, ahora se detectan en animales de consumo y productos alimenticios en toda Europa
Redacción -
08-04-2025 - 11:11 H - min.
Las CPE son bacterias que producen enzimas —las carbapenemasas— capaces de inactivar los antibióticos carbapenémicos. Estos fármacos se utilizan como última línea de defensa en el tratamiento de infecciones graves en humanos. Por ello, la resistencia a estos antibióticos representa una amenaza importante para la salud pública, ya que puede limitar drásticamente las opciones terapéuticas disponibles.
El último dictamen emitido por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), basado en su evaluación previa de 2013, analiza datos recopilados hasta finales de febrero de 2025. Este análisis se nutre de información aportada por los países de la Unión Europea (UE) y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), y cuenta además con la colaboración del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).
Desde 2011, se han detectado CPE en la cadena alimentaria de 14 de los 30 países de la UE y AELC. Las especies bacterianas notificadas con mayor frecuencia incluyen Escherichia coli, Enterobacter, Klebsiella y Salmonella, provenientes principalmente de animales terrestres destinados a la producción de alimentos, como cerdos, vacas y, en menor medida, aves de corral. Estos son precisamente los animales que se monitorizan rutinariamente en Europa para evaluar la resistencia antimicrobiana.
En los últimos años se ha registrado un aumento en el número de casos notificados, especialmente en cerdos, ganado bovino y aves de corral. Los incrementos más significativos se han producido durante los años 2021 y 2023 en varios Estados miembros. Actualmente, diez países de la UE/AELC han implementado planes de contingencia destinados al control y la investigación de estas bacterias resistentes.
Para frenar la aparición y propagación de CPE, la EFSA recomienda ampliar la vigilancia a otras fuentes alimentarias no monitoreadas actualmente —como productos del mar y verduras— y a otras especies bacterianas, entre ellas Klebsiella. También subraya la necesidad de mejorar los métodos de detección, realizar estudios de rastreo e implementar técnicas de tipificación molecular para identificar mejor las vías de transmisión, que podrían incluir la interacción con trabajadores y piensos.
Además, se insta a centrar la investigación en el diseño de estudios específicos que permitan entender de forma más precisa cómo estas bacterias se propagan a lo largo de la cadena alimentaria. Estos estudios son clave para orientar las futuras estrategias de control.
En cuanto a los próximos pasos, la EFSA continuará apoyando a los Estados miembros y a los países de la AELC en sus esfuerzos por generar nuevos datos sobre la aparición y propagación de las CPE. Se tendrá en cuenta la variabilidad genética de estas bacterias en distintas regiones y especies animales. Un nuevo dictamen actualizado se publicará en 2027, incorporando los hallazgos más recientes.
Los esfuerzos continuos de la EFSA reflejan su compromiso con la salud pública en un contexto científico en constante evolución. Para hacer frente a esta amenaza, la EFSA insiste en la necesidad de adoptar un enfoque coordinado de “Una Salud”, que integre la salud humana, animal y ambiental con el objetivo de prevenir eficazmente la diseminación de bacterias resistentes en la cadena alimentaria.