El último informe especial sobre la resistencia a los antimicrobianos del Tribunal de Cuentas Europeo ha determinado que sigue siendo un reto para la Unión Europea pese a los avances en salud animal
Europa destaca la reducción del uso de antibióticos veterinarios en España
El último informe especial sobre la resistencia a los antimicrobianos del Tribunal de Cuentas Europeo ha determinado que sigue siendo un reto para la Unión Europea pese a los avances en salud animal
Redacción - 15-11-2019 - 14:10 H - min.
El Tribunal de Cuentas Europeo ha publicado su informe especial ‘Actuación contra la resistencia a los antimicrobianos: pese a los avances en el sector animal, esta amenaza sanitaria sigue siendo un reto para la UE’. En él, los auditores evaluaron la gestión de las actividades y recursos de la Comisión Europea (CE) y las agencias de la Unión Europea (UE) para reducir las resistencias a los antibióticos.
Asimismo, examinaron el apoyo de la CE al enfoque ‘One Health’ y su contribución a la promoción del uso prudente de los antimicrobianos en los animales, y analizaron el apoyo de la UE a la investigación para hacer frente a la problemática de las resistencias.
"La resistencia a los antimicrobianos es una grave amenaza para la salud pública", ha señalado Nikolaos Milionis, miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable del informe, quien alerta de que "si bien se han logrado algunos avances en cuestiones veterinarias, la Comisión Europea, junto con los Estados miembros, deben intensificar aún más sus esfuerzos para hacer frente a esta creciente amenaza".
Los auditores concluyeron que el apoyo de la UE al enfoque ‘One Health’ es importante y, en particular, ha contribuido a tomar mejores decisiones políticas y a facilitar la cooperación y el intercambio de experiencias entre los Estados Miembro.
El informe ha determinado que, si bien el progreso en la lucha contra las resistencias es desigual, el uso de antimicrobiano veterinarios se ha reducido en la mayoría de los Estados miembro de la UE. Concretamente, el último informe del proyecto de Vigilancia europea del consumo veterinario de antimicrobianos (ESVAC), que recoge el uso de antibióticos veterinarios en 31 países europeos, situó la caída en 2017 en un 32%.
Sin embargo, también han determinado que el uso de algunos antimicrobianos es demasiado alto. Por ello, las nuevas normas de la UE sobre medicamentos veterinarios y piensos medicamentosos aborda algunas de las debilidades, pero persisten algunos problemas, como las dificultades a las que se enfrentan los Estados miembros a la hora de recopilar datos y lagunas en la monitorización de las bacterias resistentes en animales y alimentos.
En función de sus conclusiones, los auditores hacen una serie de recomendaciones para mejorar la respuesta de la UE a la problemática de las resistencias a los antibióticos. En particular: mejorar el apoyo a los Estados miembros; promover el uso prudente de antimicrobianos veterinarios y una mejor monitorización de las resistencias; y fortalecer las estrategias para impulsar la investigación de las resistencias en la UE.
ESPAÑA UNO DE LOS PAÍSES QUE MÁS ANTIBIÓTICOS USA, PESE A SUS GRANDES AVANCES
España, junto a Países Bajos y Francia, es uno de los Estados miembro que históricamente ha aplicado un mayor uso de antibióticos veterinarios. La utilización de antimicrobianos en estas naciones se ha reducido notablemente: en el caso de Holanda y Francia, entre 2011 y 2016, a la mitad.
Aunque España alcanzó una reducción del 32,4% entre 2014 y 2017, siguió siendo un Estado miembro con un uso muy elevado de antimicrobianos de uso veterinario.
Pese a que la situación es diferente en cada uno de estos países, entre otras medidas adoptadas, se fijaron objetivos y planes de reducción nacionales específicos; se organizó una cooperación estrecha entre ganaderos, veterinarios y productores de alimentos, y se restringió el uso de antibióticos de último recurso en el sector veterinario.
EL USO DE LA COLISTINA EN ESPAÑA, UN EJEMPLO A SEGUIR
El Tribunal de Cuentas Europeo ha incluido en su informe un caso específico: la “significativa” reducción del uso de colistina en España, algo que consideran como un ejemplo a seguir.
La colistina es un antibiótico de último recurso que solo debe utilizarse en circunstancias específicas. En 2014, España era el Estado miembro que mayor uso veterinario de la colistina registraba de la UE (37 mg/PCU).
Por ello, puso en marcha un plan de acción y las autoridades competentes trabajaron con veterinarios y profesionales que representaban al sector porcino para llegar a un acuerdo sobre la reducción del uso de este antibiótico.
Se estableció un objetivo cuantitativo de 5 mg/PCU para un período de tres años, estableciendo a la vez controles para evitar un mayor uso de antibióticos alternativos, y el plan fue un éxito, ya que el uso de la colistina se redujo hasta 7 mg/PCU a principios de 2018 (valor cercano a la media de la UE).
Según datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), esta iniciativa ya ha logrado una reducción del consumo de colistina del 97,18% en porcino (2015-2018) y una reducción del consumo total de antibióticos del 71% en avicultura de carne (2015-2018).
APOYO DE LA CE EN LA LUCHA CONTRA LAS RESISTENCIAS
Por último, el Tribunal de Cuentas Europeo realiza una serie de recomendaciones y, pese a los buenos resultados, ha encontrado algunas lagunas que deben ser subsanadas por la UE, o ciertos problemas a los que se enfrenta la lucha contra las resistencias, como por ejemplo que algunos antimicrobianos que todavía funcionan han sido retirados del mercado o que el Tribunal considera que el Plan de Acción ‘Una sola salud’ de la CE no aborda algunos de los desafíos específicos que afronta la investigación de las resistencias.
Asimismo, entre las recomendaciones destaca la de fomentar un mejor seguimiento y una utilización prudente de los antibióticos de uso veterinario por parte de la CE, lo que permitiría que los Estados Miembro desarrollen sistemas para alcanzar los objetivos para frenar el avance de las resistencias
Cabe mencionar que, aunque algunas farmacéuticas se han retirado de la investigación sobre las resistencias a los antibióticos, por regla general las empresas que participan en asociaciones público privadas cumplieron sus objetivos generales.