El 10 de septiembre es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una ocasión para conocer cómo mejorar la salud mental de los veterinarios
En busca de soluciones a las elevadas tasas de suicidio en veterinaria
El 10 de septiembre es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una ocasión para conocer cómo mejorar la salud mental de los veterinarios
Francisco Ramón López - 08-09-2023 - 14:00 H - min.
Los veterinarios suelen estar expuestos a factores laborales estresantes, incluida una carga de trabajo excesiva acompañada de problemas financieros. Estos factores estresantes pueden provocar angustia psicológica, que generalmente resulta en trastornos de salud mental como depresión, ansiedad y agotamiento, el conocido como ‘burnout’, e incluso puede culminar en intentos de suicidio.
El 10 de septiembre es el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, impulsado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para concienciar sobre la importancia de buscar fórmulas para reducir estos actos.
En este sentido, una encuesta de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura mostró que el 23% de los veterinarios encuestados padecía ‘burnout’. Además, detectaron una mayor prevalencia de agotamiento en los veterinarios de pequeños animales (75,3%) y las mujeres (66,1%), en comparación con los veterinarios de grandes animales (24,6%) y los hombres (33,8%).
En la misma línea, en otra encuesta realizada en España, en este caso centrada en gerentes de clínicas veterinarias, estos profesionales lamentaban la presión generada por su trabajo, que requiere mucho tiempo, inversiones y suele venir acompañado de conflictos con clientes y con trabajadores. “Un esfuerzo continuado que no se ve suficientemente recompensado”, advertían.
“Los gerentes de clínicas veterinarias se sienten solos e incomprendidos. A la montaña rusa emocional que sufrimos los veterinarios y que nos lleva a tener una alta tasa de suicidio y de ‘burnout’, le sumamos en muchísimos casos la presión propia de dirigir la clínica, un coctel realmente explosivo”, señalaban.
Los factores de riesgo asociados con una mala salud mental y altas tasas de suicidio en los veterinarios incluyen la exposición continua a escenarios desafiantes, como conflictos interpersonales, el uso de la eutanasia y el fácil acceso a medios letales de suicidio, como opioides y anestésicos.
Estudios anteriores resaltaban la necesidad urgente de una mejor comprensión de los factores predisponentes, mejoras relacionadas con la salud mental en el entorno profesional y el posterior establecimiento de políticas de atención primaria relacionada con la salud mental.
Las formas efectivas de promover la salud mental y prevenir el suicidio pueden incluir apoyo social, resiliencia, desarrollar habilidades de afrontamiento, promover un ambiente de trabajo saludable y desalentar comportamientos perfeccionistas.
Así, una investigación en Estados Unidos con 2.208 encuestados, mostraba que el 41% sufrían trastornos psicológicos graves y el 17,3% habían considerado el suicidio en los últimos 12 meses.
Esto sigue la misma línea que otra investigación llevada a cabo en Francia en la que mostraron que el 4,8% de los veterinarios informaba haber tenido pensamientos suicidas regulares y el 18,4% ocasionalmente, “muy por encima de los datos nacionales observados entre los trabajadores”.
Teniendo en cuenta todos estos factores, un grupo de investigadores ha llevado a cabo una revisión científica con el objetivo de resumir los hallazgos de estudios que han investigado la salud mental y el suicidio en veterinarios y estudiantes de veterinaria y resaltar medidas que podrían implementarse como opciones para la promoción de la salud mental y la prevención del suicidio.
“Se sabe que la depresión es el principal factor de riesgo asociado con la ideación suicida y los intentos de suicidio; por lo que es crucial determinar los factores predisponentes y desencadenantes de este trastorno psicológico para establecer medidas preventivas”, admiten los autores.
A este respecto, hay que recordar que el Servicio de Atención Psicológica y Psiquiátrica (SAAP) del Colegio de Veterinarios de Madrid (Colvema) atendió en 2022 a 132 colegiados. Este hecho, recordaba el colegio, pone de relieve “que la veterinaria es una de las profesiones con mayor incidencia de trastornos emocionales como estrés, ansiedad e incluso depresión”.
De hecho, una encuesta a veterinarios catalanes reflejó que antes de la pandemia el estado de salud mental era percibido como regular o malo por el 16,1% de los veterinarios. Sin embargo, tras la llegada del Covid-19, en veterinaria aumentó hasta el 24,4%.
Entre las causas de la mala salud mental de los veterinarios, los autores de la revisión mencionan también la excesiva carga de trabajo y una remuneración insuficiente, así como el ‘burnout’.
Igualmente, citan factores como problemas económicos, un equilibrio deficiente entre la vida personal y laboral y la toma de decisiones en torno a la eutanasia. “Se necesitan más estudios para comprender los factores de riesgo de suicidio en los profesionales veterinarios. Por ejemplo, en la literatura falta comprender la relación entre las influencias socioeconómicas y culturales en la salud mental de los veterinarios”, consideran.
“Se necesita con urgencia trabajo futuro sobre herramientas prácticas para prevenir la mala salud mental y el suicidio en veterinaria. Se cree que el apoyo social, el entrenamiento de habilidades personales y sociales y la compasión son precursores eficaces de la resiliencia”, defienden.
Asimismo, destacan que, debido a la alta tasa de suicidio entre los veterinarios, se deben incorporar programas preventivos y de capacitación en las universidades y otras instituciones para promover el bienestar y prevenir los trastornos psicológicos y el suicidio, especialmente al comienzo de la carrera profesional.
“Además, es importante mejorar la cultura laboral, centrándose en una evaluación compasiva y sin prejuicios de los empleados, brindando capacitación, retroalimentación efectiva y reuniones o actividades de equipo para fomentar la diversidad, la creatividad, la cooperación y la comunicación dentro del entorno laboral”, señalan.
Es más, remarcan que el énfasis no debe limitarse al autorreconocimiento de los trastornos de salud mental, sino que debe estar en la búsqueda temprana de atención psicológica especializada. “Las acciones para promover el bienestar deben ser rutinarias, comenzando durante la formación del veterinario”, afirman.
El sector veterinario es consciente del reto que supone la crisis de salud mental en veterinaria, especialmente en las clínicas de pequeños animales, y trata de concienciar sobre este asunto. Es el caso de Hill’s Pet Nutrition que dedicó una de sus entrevistas ‘De veterinario a veterinario’ a hablar sobre agotamiento.
La invitada fue Nuria Tabares, veterinaria, consultora de marketing y gestión de talento, que abordó el ‘burnout’ en la profesión, algo que consideró “una alarma del sector”. Y es que recordó que, cuando se habla de estos datos, no hay que olvidar el problema de los suicidios, pues son de dos a cuatro veces más que en el resto de las profesiones, sobre todo en mujeres.
Por su parte, Livisto ha creado la plataforma para el autocuidado de los veterinarios y auxiliares Happy Vet Project, un portal gratuito con contenido multimedia variado donde la comunidad veterinaria puede disponer de fórmulas y herramientas de autogestión a medida para la salud mental y el estrés derivado de la profesión clínica.
Entre el contenido que ofrecen está el de detectar signos de que alguien sufre ‘burnout’, como problemas digestivos constantes, estar irritable o enfadarse por cualquier motivo, estar estresado o deprimido o haber perdido el interés por el trabajo y por interaccionar o hacerlo con desgana.
En la misma línea, Provet Cloud, el software de gestión de clínicas veterinarias en la nube, ha impulsado este año la campaña ‘No tengo tiempo’, para visibilizar el problema del ‘burnout’, que provoca que la salud mental en el sector sea más vulnerable que la de la población general.
Desde Provet Cloud subrayan que el uso de herramientas digitales y la automatización de procesos en los centros veterinarios puede ayudar a mejorar esta situación, permitiendo a estos profesionales que puedan dedicarse “a lo que realmente les apasiona”, delegando lo máximo posible la gestión en su programa.