JUEVES, 18 de abril 2024

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PROFESIONALES

Detectan circulación de Crimea-Congo en fauna silvestre de Cataluña

Un equipo de investigadores ha detectado una alta seroprevalencia del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en cabras montesas del sur de Cataluña, lo que implica la presencia de vectores competentes

En la investigación han participado investigadores del IRTA-CReSA.
En la investigación han participado investigadores del IRTA-CReSA.

Detectan circulación de Crimea-Congo en fauna silvestre de Cataluña

Un equipo de investigadores ha detectado una alta seroprevalencia del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en cabras montesas del sur de Cataluña, lo que implica la presencia de vectores competentes

Francisco Ramón López - 23-08-2021 - 11:30 H - min.

El virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (CCHFV) se transmite principalmente por garrapatas. En los seres humanos, la infección por CCHFV puede causar la enfermedad de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (CCHF), que es grave e incluso mortal.  En los últimos años se han notificado varios casos en España.

El CCHFV también puede infectar especies de mamíferos silvestres y domésticos, produciendo viremia, aunque causando una enfermedad predominantemente asintomática. Dichas especies juegan un papel en el mantenimiento del virus en el medio ambiente.

La CCHFV es endémica en África, Asia y Europa oriental, pero ha surgido más recientemente en el suroeste de Europa. En España, se ha detectado en estudios CCHFV en el centro-oeste en garrapatas Hyalomma lusitanicum recolectadas de ciervo rojo (Cervus elaphus). Estudios adicionales sobre garrapatas y estudios serológicos en humanos y animales han mostrado evidencia de circulación de CCHFV en varias áreas del centro y suroeste de España.

En general, el área de detección de CCHFV coincide con la región donde las condiciones ecológicas son más favorables para la presencia de garrapatas H. marginatum y H. lusitanicum, los principales vectores de la enfermedad.

Sin embargo, ninguna de estas especies ha sido reportada en el noreste de España (Cataluña), pero los modelos ecológicos predicen la existencia de áreas aptas para H. marginatum. Para evaluar la posible circulación de CCHFV en esta región, un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Centro de Investigación en Sanidad Animal IRTA-CReSA, han realizado un estudio basado en una encuesta serológica para detectar anticuerpos CCHFV en diferentes especies animales silvestres susceptibles.

Para la investigación, se recolectaron muestras de suero de diferentes especies de fauna silvestre en el periodo 2014-2020. En total, se analizó la presencia de anticuerpos de CCHFV en muestras de suero de 174 ciervos rojos, 84 cabras montesas (Capra pyrenaica), 79 corzos (Capreolus capreolus), 35 conejos europeos (Oryctolagus cuniculus), 156 jabalíes (Sus scrofa) y 4 gamos (Dama dama).

De las 532 muestras analizadas, se detectaron anticuerpos contra CCHFV en 72 animales, entre los que se encuentran la cabra montés (66/84), el corzo (1/79) y el jabalí (5/156). Las 72 muestras seropositivas procedieron de la misma zona del sur de Cataluña, que incluye 5 municipios dentro o cerca del Parque Natural Ports de Tortosa-Beseit.

EL SIGUIENTE PASO: LA INVESTIGACIÓN DE GARRAPATAS

Para los investigadores, la detección de anticuerpos CCHFV en animales del sur de Cataluña implica la disponibilidad de vectores competentes, muy probablemente garrapatas H. marginatum; sin embargo, ven necesario confirmar la presencia de estos ectoparásitos en el área y en las especies hospedadoras. En este sentido, señalan que las garrapatas H. marginatum se está expandiendo en Europa y se han reportado poblaciones permanentes en el sur de Francia.

Para los autores, esta expansión probablemente esté influenciada por la densidad de los ungulados silvestres, de los que se alimentan las garrapatas adultas, y los lepóridos, de los que se alimentan las garrapatas inmaduras. En Cataluña, apuntan, las crecientes poblaciones de conejos y ungulados salvajes, incluidos jabalíes, corzos y gamos, han requerido medidas de gestión para controlar sus poblaciones en los últimos años.

Además del sur de Cataluña, las muestras de otras zonas evaluadas en este estudio fueron seronegativas. “No está claro si la seronegatividad se debe a la ausencia de vectores competentes o la ausencia de CCHFV, pero definir áreas seronegativas y seropositivas será clave para evaluar el riesgo de transmisión de CCHFV en la región ecológica mediterránea”, señalan.

Los autores consideran que otras encuestas serológicas para identificar huéspedes amplificadores y reservorios de CCHFV en esta región ecológica podrían ayudar a determinar si se necesitan medidas de prevención adicionales contra la transmisión zoonósica en el área. Además, la detección del virus en huéspedes o vectores de la zona afectada y los estudios filogenéticos podrían esclarecer el origen del CCHFV en Cataluña.

“El riesgo de una mayor introducción de CCHFV a través de aves migratorias o la expansión del área actualmente afectada a áreas no afectadas subrayan la necesidad de una vigilancia continua de la enfermedad de CCHF en Cataluña”, concluyen.

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