Un equipo de veterinarios españoles de la UCM ha conseguido diagnosticar con éxito una anomalía vascular congénita, la persistencia del cuarto arco aórtico derecho, una patología relativamente común en perros y de muy rara aparición en gatos
Detectan anomalía vascular muy rara en un gato gracias a la radiografía
Un equipo de veterinarios españoles de la UCM ha conseguido diagnosticar con éxito una anomalía vascular congénita, la persistencia del cuarto arco aórtico derecho, una patología relativamente común en perros y de muy rara aparición en gatos
Redacción -
23-09-2020 - 19:00 H - min.
Los propietarios de un gato macho común europeo de 5 meses de edad acudieron al Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) porque el animal presentaba un cuadro de regurgitaciones que se manifestaban desde el destete. Tras determinar que la exploración física del paciente era normal, los veterinarios decidieron realizar un estudio radiográfico del tórax.
En la radiografía simple, obtenida en proyección lateral derecha, apreciaron una silueta ovalada de 38,8 mm de diámetro craneocaudal por 24,5 mm de diámetro dorsoventral, con una zona central de opacidad gas delimitada periféricamente por una banda de opacidad líquido-tejido blando.
Además, los veterinarios identificaron una pequeña cantidad de material mineral granular en el área ventral de esta estructura. Por otro lado, la tráquea aparecía desplazada y curvada en sentido ventral.
Teniendo en cuenta el conjunto de hallazgos radiográficos y la sintomatología del paciente, se estableció como diagnóstico presuntivo más probable una dilatación focal del esófago.
Dado que este hallazgo es muy poco frecuente en gatos, se realizó una esofagografía de contraste positivo para obtener información complementaria. Para ello se administró por vía oral contraste positivo (bario) mezclado con alimento húmedo (a/d Hill's Prescription Diet).
Inmediatamente después de la ingesta de la mezcla de contraste, se observó una marcada acumulación del mismo en localización craneal a la silueta cardiaca, mientras que el estómago presentaba escasa cantidad de contraste intraluminal, lo que indicaba que el tránsito esofágico estaba muy ralentizado.
Tras esto, se decidió mantener al paciente en bipedestación durante 30 minutos. Pasado dicho periodo de tiempo se obtuvieron nuevas radiografías, en las que se mantuvo la retención de la mayor parte del contraste en la misma localización esofágica.
En todas las radiografías de contraste los veterinarios identificaron un defecto de llenado de morfología lineal a la altura del tercio medio del cuarto espacio intercostal.
El conjunto de estos hallazgos radiográficos era compatible con una dilatación esofágica focal craneal al corazón, cuya causa más probable en animales jóvenes es una anomalía vascular congénita, la persistencia del cuarto arco aórtico derecho, que provoca una compresión extrínseca del esófago. Esta es una patología relativamente común en perros y de muy rara aparición en gatos.
El tratamiento consistió en la realización de una toracotomía, en la que se confirmó la presencia del ligamento arterioso y se procedió a la disección roma del mismo.
La utilización de técnicas de contraste radiológico para evaluar el sistema digestivo se ha reducido en gran medida al incrementarse progresivamente el uso de la ecografía para evaluar el estómago y el intestino, pero siguen siendo necesarias para obtener información precisa sobre las alteraciones patológicas del esófago, según señalan los veterinarios.
Como queda patente en estos casos complejos, la formación en radiología de los veterinarios juega un papel importante ya que, como señala Isabel García Real, profesora de Radiología y Diagnóstico por Imagen de la Facultad de Veterinaria de la UCM, agiliza los diagnósticos y, por lo tanto, el tratamiento de los pacientes.
García Real es también directora del 'Curso Online de Interpretación Radiológica en Pequeños Animales' que ofrece el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid (Colvema), que ya ha informado sobre las últimas plazas de su 5ª Edición, para que a pesar de las condiciones especiales producidas por la crisis sanitaria del Covid-19, los veterinarios tengan la posibilidad de completar sus conocimientos en radiología de forma 100% online pudiendo simultanear la formación con su trabajo clínico.
Y es que la experta asegura que la radiología continúa siendo una técnica básica cuyo buen manejo propociona información muy relevante en la práctica clínica.
“Por ello a los alumnos les insistimos mucho en que toda la información que te puedan dar las técnicas básicas es importante. No se debe hacer nunca un TAC o una resonancia a un paciente si primeramente una radiografía o una ecografía nos puede dar una información básica que nos lleve al diagnóstico”, recomienda la experta.
En esta línea, la esofagografía de contraste proporciona información morfológica adicional a la obtenida con la radiografía simple (sin contraste), así como información funcional sobre la velocidad de tránsito de la ingesta a través de este órgano.
Así, en este caso del gato de 5 meses, la esofagografía de contraste, realizada con alimento mezclado con bario, permitió confirmar el diagnóstico de esta patología de rara aparición en la especie felina.