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PROFESIONALES

Descubren por qué la insulina alta afecta a las pezuñas de los caballos

Un grupo de veterinarios ha descubierto un receptor sensible a la insulina en las células laminares de las pezuñas de los caballos que podría ser uno de los causantes de la enfermedad de la laminitis

Descubren por qué la insulina alta afecta a las pezuñas de los caballos

Descubren por qué la insulina alta afecta a las pezuñas de los caballos

Un grupo de veterinarios ha descubierto un receptor sensible a la insulina en las células laminares de las pezuñas de los caballos que podría ser uno de los causantes de la enfermedad de la laminitis

Francisco Ramón López - 05-02-2019 - 13:30 H - min.

Un estudio dirigido por la Facultad de Veterinaria y Ciencias Agrarias de la Universidad de Melbourne, junto con el Grupo de Estudios Equinos de Waltham, ha demostrado en laboratorio que la insulina interacciona con las células laminares de las pezuñas de los caballos y su influencia en el desarrollo de la enfermedad conocida como infosura o laminitis.  

La laminitis, detallan desde la Clínica Veterinaria Equina Equinuvi, “se produce cuando se interrumpe, ya sea de manera constante, intermitente o puntual, el flujo de sangre a la tercera falange que los caballos tienen dentro de los cascos”.  En los casos más graves, apuntan, el hueso y la pared del casco llegan a separarse y de ser así, esta falange gira hasta atravesar la palma del pie del animal.

En el estudio, publicado en la revista científica Peer J, se señala que desde hace tiempo distintos estudios han demostrado que niveles altos de insulina terminan causando cuadros de laminitis de tipo endocrino, por lo que se había establecido y consensuado que la hiperinsulinemia es una de los causantes de este tipo de afección, junto con una dieta con exceso de carbohidratos.

Sin embargo, el mecanismo mediante el que esta hormona, encargada de reducir los niveles de azúcar en la sangre, causa la laminitis ha sido objeto de debate en los últimos años. Concretamente, la mayor incógnita era cómo la insulina podría interactuar con las células laminares de la pezuña sin que éstas contaran con ningún tipo de receptor, algo imprescindible para que una hormona haga efecto.

Para resolver esta duda, los investigadores han puesto su foco en los receptores de otra hormona, en este caso relacionada con el crecimiento, que han bautizado como Factor de crecimiento Similar a la Insulina 1 (IGF-1, por sus siglas en inglés), y que sí que cuenta con receptores muy similares a los de las células laminares de los pies del caballo.

Teniendo en cuenta esto, el grupo de investigación especuló con la posibilidad de que una elevada concentración de insulina podría terminar creando algo así como una estimulación cruzada con estos receptores, activándolos y generando el cuadro de laminitis.

Para demostrar empíricamente esta teoría, los promotores del estudio cultivaron células epiteliales laminares en el laboratorio y las introdujeron en un medio con altas concentraciones de insulina. Lo que encontraron fue que, efectivamente, la insulina estimulaba a las células a replicarse, y, además, este crecimiento no se daba si introducían en el medio un anticuerpo específico que bloqueaba el receptor IGF-1.

Actualmente, el grupo de trabajo está tratando de determinar exactamente cuál es el mecanismo por el que la insulina induce a este tipo de células a multiplicarse y cómo esto termina desembocando en una laminitis. Además, están barajando la posibilidad de que un medicamento que bloquee el receptor IGF-1 podría prevenir y tratar la laminitis.

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