SÁBADO, 20 de abril 2024

SÁB, 20/4/2024

PROFESIONALES

Desarrollan un nuevo método para detectar el Zika en heces

Un equipo de investigadores está utilizando nuevos métodos de diagnóstico para conocer si hay reservorios de Zika en animales salvajes de Sudamérica, de donde provienen la mayor parte de casos en España

La investigadora principal con un mono lanudo o barrigudo en Ecuador. Foto: Krista Milich.
La investigadora principal con un mono lanudo o barrigudo en Ecuador. Foto: Krista Milich.

Desarrollan un nuevo método para detectar el Zika en heces

Un equipo de investigadores está utilizando nuevos métodos de diagnóstico para conocer si hay reservorios de Zika en animales salvajes de Sudamérica, de donde provienen la mayor parte de casos en España

Alfonso Neira de Urbina - 20-03-2019 - 14:25 H - min.

El virus de Zika, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se identificó por primera vez en macacos en Uganda en 1947 y, posteriormente, en 1952, fue hallado en humanos en la misma nación africana y la República Unida de Tanzania. Si bien es cierto que esta enfermedad es propia de países tropicales, en España se han producido casos en humanos, concretamente, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, desde el inicio de la epidemia en 2015 hasta julio de 2017, se registraron 325 casos confirmados por virus Zika. 

Durante este periodo, los casos en España fueron detectados en su mayoría en personas que habían visitado otros países o provenían de ellos, exceptuando cuatro casos de Zika congénito y dos de transmisión sexual. En España, según informa el Ministerio de Sanidad, muchos de los casos importados proceden de América del Sur y el Caribe. Además, el riesgo de transmisión de la enfermedad depende fundamentalmente de los mosquitos del género Aedes, que son vectores del Zika. De este tipo, son los mosquitos tigre, que pueden ser encontrados en territorio español.

Ahora, desde la Universidad Washington en San Luis (San Luis, Estados Unidos) están investigando si hay reservorios de Zika en América y han desarrollado un método para detectar el virus mediante las heces de los animales.

El Zika, como muchas enfermedades infecciosa que afectan a los humanos, es zoonótica. Es decir, el virus puede saltar de los animales a los humanos, y viceversa, por lo que aunque sea erradicada en humanos, los animales pueden hacer las funciones de reservorios y evitar su erradicación.

Con el objetivo de discernir el riesgo que supone el virus del Zika, un equipo de investigadores, liderado por una antropóloga de la Universidad Washington en San Luis, está tratando de determinar si los primates de Sudamérica se han infectado con la enfermedad, que surgió por primera vez en esas tierras en humanos en el 2015, y el primer paso es disponer de una forma no invasiva de comprobar si los animales portan el virus.

“Estos animales podrían ser reservorios y los humanos podrían infectarse con el virus de los animales”, ha explicado Krista Milich, profesora asistente de antropología biológica, quien ha dirigido junto con Benjamin Koestler, becario postdoctoral en biociencias moleculares de la Universidad de Texas (Austin) el estudio recientemente publicado en la revista Plos One en el que han determinado que el virus Zika puede ser detectado utilizando muestras de heces.

DETERMINAR QUE HAY RESERVORIOS ANALIZANDO LAS HECES

Aunque el virus puede ser encontrado en una gran cantidad de fluidos corporales, semen, orina, sangre y saliva, obtener las muestras requiere la captura de los animales, lo que puede suponer complicaciones en la investigación. De esta forma, la opción más sencilla es analizar las heces de los animales.

En este sentido, solo un equipo de investigadores había conseguido realizar el análisis con éxito, pero desafortunadamente no publicaron su sistema. “El nuestro proporciona el método utilizado para que la gente pueda seguirlo si lo desea”, ha apunta Milich.

No es algo extraño que no hubiese un método para recolectar muestras de heces y determinar si contienen el virus, ya que aunque el virus esté presente en África y Asia desde la década de los 40, no llegó a la región de las Américas hasta 2015, y las pruebas eran de otros fluidos, no de heces.

Esta situación es producto, según ha explicado la investigadora, de que la investigación en vida silvestre a menudo está “limitada por los ensayos y los métodos que se han desarrollado para los humanos”, y para los humanos “no vas a pedir una muestra fecal cuando puedes tomar una muestra de sangre”.

El equipo de investigadores también tenía dudas de que fuese posible desarrollar un método basado en las heces, ya que “los virus de ARN pueden ser frágiles”, ha apuntado Milich, aludiendo a que el Zika tiene el ARN como material genético.

Antes de realizar la investigación en el campo, el equipo de científicos tuvo que asegurarse de que su prueba fuera precisa. Por lo que obtuvieron pruebas de sangre, orina, saliva y heces de monos ardilla (Saimiri oerstedii) infectados que formaban parte de un estudio en curso sobre el Zika en primates embarazados.

Los investigadores probaron los diferentes fluidos y las heces con su método, que puede ser consultado en el estudio, y fue todo un éxito. Los resultados coincidieron y, aunque los tiempos de detección variaron entre las diferentes muestras, fueron capaces de detectar el virus en las heces.

Los científicos ahora han pasado a comprobar muestras de la naturaleza. Hasta el momento, han recolectado múltiples muestras de cerca de 50 animales. Además, las muestras que están estudiando provienen de lugares y ejemplares muy diferentes como el Amazonas, concretamente zonas sin humanos por lo que no debería haber infecciones, o animales que previamente habían sido mascotas.

Hasta el mes de febrero de 2019, el equipo ha recolectado muestras de Ecuador, Colombia y Brasil. “Estamos buscando diversidad”, ha señalado Milich, “no solo en términos de países y especies, sino también de lo cerca que están los animales y los humanos”.

VOLVER ARRIBA