JUEVES, 12 de septiembre 2024

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Dado de alta el paciente con fiebre hemorrágica de Crimea-Congo de Andalucía

El varón de 46 años, vecino de Sevilla, está asintomático y en buen estado de salud, y deberá permanecer en su domicilio siguiendo las indicaciones médicas

María del Rocío Hernández Soto, consejera de Salud y Consumo de Andalucía.
María del Rocío Hernández Soto, consejera de Salud y Consumo de Andalucía.

Dado de alta el paciente con fiebre hemorrágica de Crimea-Congo de Andalucía

El varón de 46 años, vecino de Sevilla, está asintomático y en buen estado de salud, y deberá permanecer en su domicilio siguiendo las indicaciones médicas

Redacción - 13-08-2024 - 11:29 H - min.

La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía ha informado de que el paciente ingresado en el Hospital Universitario Virgen del Rocío con fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) ha sido dado de alta. El varón de 46 años, vecino de Sevilla, está asintomático y en buen estado de salud, y deberá permanecer en su domicilio siguiendo las indicaciones médicas.

La FHCC la produce un virus transmitido por la picadura de una garrapata infectada, las del género Hyalomma son las más eficientes, o por contacto con la sangre y los tejidos de ganado infectado. Por otra parte, la transmisión del virus de persona a persona no es frecuente, siendo necesario un contacto directo con fluidos o secreciones de pacientes sintomáticos.

Andalucía cuenta desde 2016 con un protocolo de vigilancia de esta enfermedad que establece las medidas de salud pública a llevar a cabo tanto de asistencia a pacientes positivos tanto como cuando son probables, estableciendo la fórmula para atenderlos dentro del sistema sanitario.

Asimismo, en abril de este año, el Consejo de Gobierno andaluz aprobó el Plan Estratégico Andaluz para la Vigilancia y Control de Vectores Artrópodos con Incidencia en Salud (PEVA) cuyo objetivo es unificar e implementar en Andalucía medidas de carácter integral y horizontal para la vigilancia y prevención de las enfermedades trasmitidas por vectores, como las garrapatas, presentes o con potencial de estarlo en la comunidad autónoma.

Los síntomas habituales son fiebre de instauración brusca, dolor de cabeza, mialgias y mareos y la duración es de unos cuatro o cinco días. También pueden aparecer otros síntomas como diarrea, náuseas o vómitos, así como hiperemia (enrojecimiento) de cara, cuello o tórax, congestión ocular o conjuntivitis.

La duración del periodo de incubación depende del modo de contagio del virus y de la carga viral. Después de la picadura de la garrapata, la fase de incubación es generalmente de uno a tres días, con un máximo de nueve días. El periodo de incubación tras el contacto con sangre o tejidos infectados es normalmente de cinco o seis días, con un máximo documentado de 13 días. 

“Salud y Consumo quiere hacer un llamamiento a la calma y aprovechar para recordar a la ciudadanía medidas de autoprotección respecto a la transmisión por medio de garrapatas y las formas de protección personal para evitar sus picaduras”, han destacado desde la Consejería.

Así, se recomienda vestir ropa adecuada: se deben minimizar las zonas del cuerpo expuestas vistiendo camisas de manga larga y pantalones largos. Se recomienda usar calcetines y calzado cerrado en vez de sandalias. Meter la camisa por dentro del pantalón, así como los bajos del pantalón por dentro del calcetín. La ropa de color claro permite localizar más fácilmente a las garrapatas que se hayan podido adherir.

Por otro lado, aconsejan reducir el tiempo de permanencia en los espacios potencialmente infestados de garrapatas; caminar si es posible por la zona central de los caminos para evitar el contacto con la vegetación, donde pueden hospedarse las garrapatas. También se recomienda evitar sentarse directamente en el suelo en las zonas con vegetación.

Asimismo, recomiendan que, al finalizar la salida al campo, revisar bien todo el cuerpo para detectar la presencia de alguna garrapata. Es importante prestar atención a las axilas, inglés, cabello, ombligo, zona posterior de las orejas y alrededor de la cintura, donde suelen engancharse.

“Resulta muy útil que unas personas revisen a otras o utilizar un espejo para revisar zonas del cuerpo menos visibles”, concluyen.

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