El modelo matemático, desarrollado por el grupo HIBRO de la Universidad de Córdoba, permite predecir el deterioro de los alimentos
Crean un modelo matemático para mejorar la seguridad alimentaria
El modelo matemático, desarrollado por el grupo HIBRO de la Universidad de Córdoba, permite predecir el deterioro de los alimentos
Isabel Gómez - 12-04-2018 - 14:00 H - min.
Un estudio desarrollado por el grupo HIBRO de la Universidad de Córdoba ha creado un modelo matemático que podrá alargar la vida comercial y la calidad sanitaria de los productos que se consumen a diario y de este modo reducir los microorganismos que contaminan los productos alimenticios.
Los alimentos pueden ser contaminados por una mala distribución, manipulación o almacenamiento antes de llegar a los hogares de los consumidores o incluso en los mismos. Esto provoca un crecimiento de microorganismos que afecta a su calidad sanitaria y provoca intoxicaciones alimentarias o un desperdicio de alimentos. El Ministerio de Agricultura data que 7,7 millones de toneladas de alimentos se desperdician anualmente en España.
Ante ello, los investigadores han creado unos modelos matemáticos que predicen el crecimiento de los microorganismos en los productos, como listeria monocytogenes, escherichia colio staphylococcus aureus. Después han creado diferentes escenarios de las posibles contaminaciones que le pueden suceder a estos productos en el consumo doméstico.
Aunque la investigación se ha realizado sobre productos pesqueros, el equipo también ha estudiado con anterioridad a través de otros proyectos alimentos de origen cárnico y vegetal. Los resultados podrán ayudar a los productores a establecer otros criterios en su fase de producción y así realizar unos tratamientos más efectivos y reducir la contaminación de alimentos y la proliferación de estos microorganismos, como recalca la Universidad de Córdoba.
La investigación, canalizada durante los últimos cuatro años a través del Proyecto de Excelencia AGR-1906 y financiada por la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, ha contado con la participación de la Universidad Pablo de Olavide, el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía y la empresa Esteros de Canela.