El informe de la OMS sobre el origen del coronavirus concluye que la vía más probable fue de murciélagos a un huésped animal intermediario que lo terminó llevando a humanos, aunque no han encontrado ningún animal positivo en China
Covid-19: La OMS concluye que el origen es animal, aunque desconoce la especie
El informe de la OMS sobre el origen del coronavirus concluye que la vía más probable fue de murciélagos a un huésped animal intermediario que lo terminó llevando a humanos, aunque no han encontrado ningún animal positivo en China
Francisco Ramón López -
30-03-2021 - 18:07 H - 
min.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado el informe final sobre su investigación en China para buscar el origen del coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad conocida como Covid-19.
En este documento, su equipo internacional de investigadores, en el que había veterinarios, han concluido que el origen más probable de la pandemia es la introducción a través de un hospedador intermedio, en la línea con lo que adelantaron en rueda de prensa en febrero.
El grupo también examinó de cerca las posibilidades de identificar casos anteriores a la pandemia de Covid-19 a través de estudios de vigilancia de la morbilidad debido a enfermedades respiratorias en Wuhan y sus alrededores a finales de 2019. En ninguno de estos estudios hubo evidencia de un impacto del agente causante de Covid-19 sobre la morbilidad en los meses previos al brote.
En total, los investigadores de la OMS han analizado cuatro opciones en las que el coronavirus pudo originarse, la del huésped intermediario, y otras tres, que han categorizado según la probabilidad que ven de que hayan ocurrido.
Así, la transmisión zoonósica directa a los seres humanos, la consideran probable, aunque no tanto como la del huésped intermedio, que ven muy probable. Por otro lado, la introducción a través de productos congelados, la ven solo como posible; mientras que la introducción a través de un incidente de laboratorio la han calificado como extremadamente improbable.
Para cada una de estas posibles vías de aparición, los autores llevaron a cabo una evaluación de riesgo cualitativa, considerando la evidencia científica y los hallazgos disponibles. El equipo también evaluó la probabilidad relativa de estas vías y priorizó estudios adicionales que potencialmente aumentarían el conocimiento y la comprensión a nivel mundial.
Sobre la hipótesis más posible, la del huésped intermedio, los autores explican que esta consistiría en que el SARS-CoV-2 se hubiera transmitido desde un reservorio animal a un hospedador animal, seguido de la propagación y ampliación subsiguiente entre especímenes de ese hospedador intermedio terminando con la transmisión a los humanos.
Para llevar a cabo su trabajo, el grupo sobre animales y medio ambiente revisó el conocimiento existente sobre los coronavirus que están relacionados filogenéticamente con el SARS-CoV-2 identificado en diferentes animales, incluidos los murciélagos de herradura (Rhinolophus spp) y los pangolines. Sin embargo, la presencia de SARS-CoV-2 no se ha detectado a través de muestreos y test en murciélagos o animales silvestres en toda China.
Todo esto teniendo en cuenta que la OMS recolectó más de 80.000 muestras de animales silvestres, ganado y aves de corral de 31 provincias de China sin obtener resultados positivos de anticuerpos o ARN del SARS-CoV-2, tanto en un periodo anterior como posterior al brote de SARS-CoV-2. Tampoco se detectó el coronavirus en los productos animales en el mercado de Huanan.
En este sentido, los autores señalan que aunque los virus relacionados más cercanos se han encontrado en murciélagos, se estima que la distancia evolutiva entre estos virus y el SARS-CoV-2 es de varias décadas, lo que sugiere un eslabón perdido.
Asimismo, recuerdan que se han encontrado virus muy similares en pangolines, lo que sugiere la transmisión entre especies de murciélagos al menos una vez, pero nuevamente con una distancia genética considerable.
Sobre su apuesta por la opción del huésped intermedio, los autores apuntan que se ha observado un paso intermedio que involucra un hospedador amplificador para otros virus emergentes como Henipavirus, virus de la gripe, SARS-CoV y MERS-CoV.
Además, afirman que la infección por SARS-CoV-2 y la propagación entre especies (incluida la transmisión adicional a los seres humanos) ya se han documentado en un número creciente de especies animales, en particular mustélidos y félidos.
En la misma línea, señalan que el creciente número de animales que se ha demostrado que son susceptibles al SARS-CoV-2 incluye animales que se crían en densidades suficientes para permitir la posibilidad de una circulación enzoótica.
“La agricultura de alta densidad es común en muchos lugares del mundo e incluye muchas especies de ganado y animales silvestres en cautividad”, afirman, además apuntan que había una gran red de granjas de animales salvajes domesticados en China, que abastecían de vida silvestre criada en cautividad.
Sin embargo, los autores admiten que, aunque el SARS-CoV-2 se ha identificado en un número creciente de especies animales de todo el mundo, los estudios genéticos y epidemiológicos han sugerido que se trataba de infecciones introducidas por humanos, en lugar de la circulación de virus enzoóticos.
“No hubo evidencia genética o serológica para el SARS-CoV-2 en una amplia gama de animales domésticos y salvajes testados hasta la fecha. El examen de las principales especies de ganado se realizó en todo el país y no proporcionó evidencia de la circulación de un virus relacionado. La escala de las pruebas en estas especies fue tal que la circulación generalizada es extremadamente improbable. El cribado de la vida silvestre en cautividad fue limitado, pero no proporcionó evidencia concluyente de la existencia de circulación”, añaden.
No obstante, recuerdan que hay indicios de que algunos de estos animales silvestres criados en cautividad se incluían en cadenas de suministro que terminaron en el mercado de Huanan, donde se cree que se originó el brote. Además, esas granjas de animales son de provincias donde se ha detectado una mayor prevalencia de SARS-CoV en murciélagos.
Los autores también hablan del muestreo ambiental en el mercado de Huanan, en Wuhan. Así, señalan que desde el momento de su cierre mostró que de 923 muestras ambientales en el mercado de Huanan, 73 muestras dieron positivo. Esto reveló una contaminación generalizada de las superficies con SARS-CoV-2, compatible con la introducción del virus a través de personas infectadas, animales infectados o productos contaminados.
Las cadenas de suministro al mercado de Huanan incluyeron productos congelados y productos animales de 20 países, incluidos aquellos en los que las muestras se notificaron como positivas para el SARS-CoV-2 antes de finales de 2019 y aquellos en los que se encuentran parientes cercanos del SARS-CoV-2.
Existe evidencia de que algunos animales silvestres domesticados cuyos productos se vendieron en el mercado son susceptibles al SARS-CoV, pero ninguno de los productos animales muestreados en el mercado dio positivo en este estudio.
Los autores señalan que en la fase inicial de la pandemia, debido a la falta de conciencia sobre el papel potencial de la cadena de frío en la introducción y transmisión de virus, no se testaron los productos congelados.
Sin embargo, estos hallazgos plantean la posibilidad de diferentes vías potenciales de introducción, aunque los autores insisten en que el muestreo y las pruebas preliminares de otros mercados en Wuhan y de los proveedores del mercado de Huanan realizadas durante 2020 no revelaron evidencia de que el SARS-CoV-2 circulara en animales.
En general, el informe dedica mucho espacio a compartir por dónde se debería continuar con la investigación. Los estudios de la siguiente fase incluyen el análisis de muestras de vida silvestre para detectar la secuencia viral y los anticuerpos relacionados con el SARS-CoV-2 o prospecciones de los murciélagos Rhinolophus en las provincias del sur de China y países de Asia oriental, el Sudeste Asiático y cualquier otra región donde se distribuyan estos murciélagos.
También rastrearán los países proveedores de productos de congelados donde se informaron preliminarmente pruebas positivas de SARS-CoV-2 antes de finales de 2019, y donde se informó de evidencia de SARS-CoV en murciélagos fuera de Asia, si existen vínculos creíbles.
Asimismo, abogan por llevar a cabo más estudios de investigación de trazabilidad relevantes en países y regiones con informes iniciales de resultados positivos en aguas residuales, suero, tejidos / hisopos humanos o animales y otras pruebas de SARS-CoV-2 a finales de 2019 y convocar a un grupo mundial de expertos para apoyar el futuro conjunto investigación de trazabilidad sobre el origen de las epidemias.
Las granjas de animales silvestres de China también deberían seguir investigándose pues, aunque ya se han hecho encuestas, existen limitaciones a la hora de detectar individuos positivos, debido a que el área geográfica y las poblaciones de animales son muy grandes.
Por otro lado, consideran que se podría hacer un seguimiento de los ganaderos, proveedores y sus contactos, y de los trabajadores que están expuestos a los animales.
Por lo tanto, insisten en continuar con las encuestas en animales silvestres criados en cautividad así como en el ganado, prestando especial atención a especies susceptibles como el tejón turón o la civeta, así como aquellas criadas para pieles como visones y perros mapache en granjas de China, en el Sudeste Asiático y en otras regiones.
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