Coronavirus: Veterinaria podría terminar recurriendo a exámenes presenciales

La Conferencia General de Política Universitaria (CGPU), se reunió por segunda vez la tarde de este miércoles 15 de abril con la participación del Ministerio de Universidades y representaciones de las consejerías de todas las Comunidades Autónomas para abordar cómo dar fin al curso en la situación actual de crisis sanitaria por el coronavirus que causa la enfermedad Covid-19.

En la línea con los acuerdos del anterior encuentro declararon que el curso universitario se terminará en los plazos establecidos, incluyendo docencia y evaluación. Así, cada universidad, en el ejercicio de su autonomía, y en coordinación con su Comunidad Autónoma en el marco de sus competencias, desarrollará los procedimientos necesarios para realizar dicho objetivo.

Estos acuerdos se realizarían consultando con el conjunto de la comunidad universitaria y anunciando a la mayor brevedad posible los procedimientos al conjunto del personal docente, estudiantado y personal laboral de cada universidad.

Para contribuir a este objetivo la CGPU ha elaborado el documento: ‘Recomendaciones sobre criterios generales para la adaptación del sistema universitario español ante la pandemia de la COVID-19, durante el curso 2019-2020’, con el objetivo de que sea de utilidad para las universidades.

PLANES DISTINTOS EN CADA UNIVERSIDAD

Aunque en el texto se aborda que en asuntos como la docencia se podría recurrir a los acuerdos de las conferencias sectoriales de decanos, la vicepresidenta de la Conferencia de Decanos y Decanas de Facultades de Veterinaria de España (CDVE) y presidenta en funciones, Margarita Martínez Trancón, ya explicó a este medio que serán las comunidades y universidades las que decidan.

De esta manera, las Universidades deberán de ir presentando sus planes. Este mismo miércoles la Universidad de Zaragoza, que cuenta con facultad de Veterinaria comunicó cómo tiene pensado dar fin al curso.

El centro explicó que no se retomarán clases presenciales en el presente curso académico y que terminarán por tanto el 29 de mayo de 2020, tal como estaba previsto, propuso la ampliación del periodo lectivo hasta 31 de julio de 2020 para asegurar que se puedan realizar las evaluaciones de los estudiantes con las máximas garantías, dado que para el proceso de evaluación online se requiere más tiempo.

Asimismo, apuntaron que únicamente se retomarán actividades presenciales si la situación sanitaria lo permite, para la realización de prácticas imprescindibles para la superación de asignaturas del último curso de las diferentes titulaciones y para la realización de alguna evaluación presencial.

EL PROBLEMA DE LAS CARRERAS PRÁCTICAS

Este último punto es principalmente el problema de carreras como Veterinaria, con alto contenido práctico y que aborda el documento. En el apartado de las prácticas, el documento recomienda que en el caso de estudiantes de último curso, que no pueden aplazarlas a cursos posteriores, pueden fijarse un mínimo en el porcentaje de realización a partir del cual el resto del tiempo fijado de prácticas puede suplirse por la realización no presencial de otras actividades académicas relacionadas evaluables.

En el caso de prácticas que se dirijan a estudiantes de último curso de grados o másteres con carácter habilitante recomiendan aplicar los mismos criterios o, dependiendo de los casos, concretar una realización de dichas prácticas, o del tiempo que falta en su realización, de carácter intensivo y concentrado temporalmente en cuanto la situación sanitaria lo permita y siempre dentro de este año 2020.

Respecto a la evaluación, el Ministerio de Universidades señala que mientras no cambien las medidas aprobadas de confinamiento actualmente aprobadas, obliga a transformar la evaluación presencial actual en un sistema de evaluación no presencial, fundamentalmente.

En unos casos admiten que este cambio no supondría mayor problema, porque la evaluación actual ya se basaba en evidencias como, por ejemplo, trabajos a presentar por el estudiantado, por lo que su plasmación no presencial es relativamente fácil.

En cambio, en otros casos, sí que podría haber problemas de adaptación en asignaturas o materias con un número de estudiantes importante. Aquí se podrían arbitrar soluciones académicas alternativas a las pruebas tradicionales presenciales (preguntas tipo test, orales, casos prácticos, etc.) siempre contando con el uso de recursos metodológicos, tecnológicos e informáticos que garanticen la calidad de la evaluación.

Sin embargo, apuntan que hay un tercer grupo de asignaturas que podría necesitar una solución ad hoc, aquellas en que su evaluación es fundamental o totalmente práctica (por ejemplo, desde algunas del grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte a otras de grados o másteres que requieran el uso de laboratorios, como podría ser Veterinaria.

En estos casos, se deberían valorar opciones alternativas no presenciales de evaluación e, incluso si cambiase la situación de confinamiento y las medidas sanitarias excepcionales y durante este curso académico, aunque con posterioridad a las fechas de evaluación establecidas hasta ahora, podrían realizarse presencialmente.

La propia Martínez Trancón, que es decana de la Facultad de Veterinaria de Cáceres, explicaba a este medio que en la Universidad de Extremadura estaban valorando cómo proceder y no descartaba que algunas universidades recurrieran a los exámenes presenciales.