JUEVES, 25 de abril 2024

JUE, 25/4/2024

PROFESIONALES

Consentimiento informado, clave en la relación veterinario-propietario

La Organización Colegial Veterinaria ha elaborado una infografía para explicar a los veterinarios la importancia de que transmitan a sus clientes toda la información relativa a los tratamientos, sus riesgos, beneficios y alternativas

El consentimiento informado no implica falta de confianza, al contrario, sirve para definir con claridad los tratamientos.
El consentimiento informado no implica falta de confianza, al contrario, sirve para definir con claridad los tratamientos.

Consentimiento informado, clave en la relación veterinario-propietario

La Organización Colegial Veterinaria ha elaborado una infografía para explicar a los veterinarios la importancia de que transmitan a sus clientes toda la información relativa a los tratamientos, sus riesgos, beneficios y alternativas

Redacción - 29-10-2020 - 10:08 H - min.

El consentimiento informado es un proceso de comunicación e información entre el veterinario y el propietario del animal, que culmina con la aceptación o no de un procedimiento diagnóstico o terapéutico tras conocer los riesgos, beneficios y alternativas.

Este proceso resulta de vital importancia para los profesionales ya que puede ayudar en casos en los que el cliente ponga una reclamación al veterinario. De hecho, Andrés Santiago, veterinario director del Observatorio Español de Pericia y Seguridad Veterinaria, señaló a Animal’s Health, la “obligatoriedad” de explicar a los propietarios los riesgos y las alternativas de tratamientos e intervenciones.

En este sentido, la Organización Colegial Veterinaria (OCV) ha elaborado una infografía donde explica que el consentimiento informado es un imperativo deontológico y ético en la relación veterinario/cliente. “No implica falta de confianza al contrario, sirve para definir con claridad los tratamientos. Y da seguridad a ambas partes ante la toma de decisiones”, apunta.

Por otro lado, indican que el consentimiento informado es un acto verbal básico en toda relación veterinario/cliente. No obstante, se debe redactar por escrito cuando el tratamiento o prueba comporte riesgos para la salud del animal.

Respecto a cuándo usar el consentimiento por escrito, la OCV señala que “en cirugías, todo procedimiento que contemple sedación o anestesia, hospitalizaciones y aplicación de tratamientos que puedan suponer riesgo efectivo para la vida del animal. Y, además, antes de realizar una eutanasia o una necropsia del animal”.

Además, explican que el consentimiento no solo hay que usarlo en animales de compañía, ya que “es un procedimiento necesario también en los tratamientos de colectivos y animales de producción”.

Por último, sobre los datos que debe contener un buen consentimiento informado, desde la Organización Colegial detallan que es “imprescindible que contenga los datos básicos del propietario, la mascota y el centro veterinario; el tratamiento y su utilidad; los posibles efectos secundarios y complicaciones más frecuentes; así como los riesgos inherentes al proceso y los tratamientos alternativos, si existen. Puede incluir el presupuesto del tratamiento”.

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